La Princesa Y Su Guardian

Luego de una plática amena del Rey Felipe y ahora pronto Reina Sofia. Estos vuelven a la celebración. Todos les aplauden y le dan sus grandes bendiciones. Aquellos que conocen al rey Felipe y su origen mágico saben que será muy celoso con su esposa. Quien a lo lejos da un aura de pureza y delicadeza.

La Pareja vuelve a ser centro de atención en un hermoso Vals

Todos hablan de la hermosa pareja que hacen, la delicadeza de la princesa hace resaltar el aura oscura del rey, un balance perfecto. Ya muchos ansían ver a pequeños herederos correr en el palacio que van a vivir.

Todos están entretenidos por ver tan grata escena que no se percatan que llegan unos invitados no muy bien recibidos Pero al estar en un reino ajeno deben cumplir con ciertos protocolos.

Rey Saúl: muy buenas tardes a todos.

Rey Felipe: había olvidado que debía invitar al rey.

Sofía: tranquilo, todo estará bien.

¿Rey Felipe: tu serenidad me da alivio sabes?

Sofía se sonroja por tal cumplido.

Reina Elena: Sabe que según el protocolo debimos ser invitados a tal boda

Rey Felipe: mil disculpas sus majestades Pero el tiempo de preparación fue tan corto que olvide por completo su presencia. Pero adelante por favor. Ya estamos en la celebración de la misma

Princesa Rosa: su alteza, felicidades por su boda. Hermana mayor muchas felicidades.

La princesa Rosa ha asistido a la boda usando un pomposo vestido rojo, el color que representa que puede ser la amante en el matrimonio. Para los invitados del reino Esto es un ultraje para sus reyes.

Rey Felipe: gracias su alteza. Es placer contar con su presencia. Ahora sí nos disculpa debemos seguir con nuestra celebración.

Rey Saúl: espero su alteza. Debemos hablar con nuestra hija

Rey Felipe: creí que ella es una plebeya. Por qué debería ella hablar con ustedes.

Reina Elena: es nuestra hija! Su alteza. Recuerde dónde usted se encuentra

Rey Felipe: lo recuerdo muy bien Pero en este momento al usted estar en mi residencia, es tierra de reino Fénix.

En eso los ojos de Felipe se ponen de un azul intenso y un brillo inusual. Sofía logra percibir eso y le da algo de curiosidad ver tal cambio en su ahora esposo, está con calma se acerca a él y con un solo toque de ella esté calma al dragón que casi sale.

Sofía: querido, estaré bien. Si deseas manda conmigo a dos de tus guardias. Sé que el Rey Saúl no hará nada en contra de una plebeya según fueron sus palabras

Felipe: ya no eres una plebeya, jamás lo fuiste. Eres una princesa y pronto Mi Reina. ¡Guardias!

Guardia 1: A la orden para el sol de nuestro Reino.

Felipe: Irán con su reina, no le quitarán los ojos de encima.

Reina Elena: esto es una barbaridad.

Rey Felipe: son mis ordenes y se acatarán.

Sofía junto al rey Saúl y los guardias van a una zona del jardín donde nadie los molestará. Mientras la Reina Elena busca socializar Pero ignorada por muchas damas de la sociedad por el simple hecho de permitir que su hija venga portando un vestido de un color tan infame.

Mientras La Princesa Rosa trata de llamar la atención del Rey Felipe

Rosa: su alteza, se ve usted muy bien con su traje de novio, es una lástima que desposo a una mujer insignificante

Rey Felipe: Disculpe, princesa... Rosa. No le voy a permitir que insulte a mi esposa. Y por favor le agradezco que se aleje de mi presencia. El color rojo me enferma.

La princesa Rosa queda casi botando fuego por la boca, que la sigan comparando con Sofía aún sin tener su título de princesa no lo piensa tolerar. Ya encontrará la forma para estar con el Rey Felipe y así ella también será la soberana de ese Reino.

Mientras esto ocurría en alguna parte del jardín se encontraba el Rey Saúl y Sofía.

Rey Saúl: obtuviste lo que querías, ser reina.

Sofia: padre? Puedo aún llamarte así? No importa. Mi lugar es el trono de Orión. Pero te dejaste cegar por las mentiras de terceros. nunca me diste el beneficio de la duda.

Rey Saúl: las pruebas estaban por todos lados.

Sofia: pero yo estaba desnuda? había pruebas de mi impureza? No lo había padre. Pero eso no importa. No vas a creerme. Sabes no recuerdo nada de mi madre. A penas era una bebé. No supe lo que es el amor maternal. Y mucho menos el paternal. Todo ese amor se lo diste a Rosa. creías que ella merecía más ese amor? Yo fue la perdió una madre! Y también perdí a mi padre.!

Los guardias escuchaban asombrados esa conversación, no se podía evitar. La princesa gritaba aguantando un gran dolor en su alma.

Saúl: ella era una bebé! Tu tenías a tu nana!

Sofia: y ella a su madre. Se supone que yo debía contar con mi padre y no fue asi. Solo te aseguraste de que yo tuviera mi educación y es solo eso lo que yo te puedo agradecer. Ahora bien. Padre? yo me alejaré de este reino. No deseo saber nada de ustedes. Solo volvería si MI REINO! ESTÁ EN RIESGO. Que presiento que así será. Ahora sí me disculpas. Debo volver con mi esposo. una señorita no tenía buenas intenciones para venir a esta fiesta.

Sofia se retira dejando a su padre con las palabras en la boca y al volver a la fiesta veo un acto bastante lamentable, Rosa tratando de acercarse al Rey Pero está la evade y observa que algunas damas del reino Fénix, interceptan al rey y lo llevan con los hombres. Al menos sabe que en ese reino entre mujeres se protegen la espalda. Sofia se acerca a la multitud y todos hacen una referencia.

En eso se acerca Lina a Sofía para informar que ya es hora de retirarse.

Lina: su alteza disculpe que la moleste. Pero es hora

Sofia se sonroja por lo que acaba de escuchar. había olvidado que debía entregarse a su esposo. Pero sabe que puede estar tranquila ya que siente que Felipe la va a cuidar en ese momento.

Sofia: ah sí si Lina. Vamos necesito de tu ayuda.

Ambas jóvenes se retiran y esto no pasa desapercibido para los ojos de Felipe quien ya sabe lo que se aproxima, algo nervioso debe ir a prepararse, tambien sera su primera vez. Ha leído varios libros y su maestro le enseñó varios consejos para esa noche. No por nada se ha guardado tantos años.

Lina: su alteza usted tranquila. Todo saldrá bien. Sea obediente, es lo que mi madre siempre me ha dicho. Complazca en lo que usted pueda a su esposo.

Sofia: estoy nerviosa Lina.

Lina: todo saldrá bien. Ya verá. Ahora me retiro. Ha quedado usted muy hermosa su alteza.

Sofia: Lina que haría yo sin ti. Gracias por estar conmigo.

Lina: siempre estaré a su lado su alteza. Ahora sí me disculpa. Que tenga una linda noche.

Lina se retira de la habitación y una nerviosa Sofía se queda parada viendo a la ventana, observa la hermosa luna empezando a salir. Ve que ya muchos invitados se han retirado incluyendo a los reyes.

En eso no se percata Pero Felipe ya ha entrado a la habitación y este se posa detrás de ella y le da una leve caricia por sus brazos sacando a Sofía de sus pensamientos.