PRISIONERA DEL DOLOR.

Ese no era el trato Thomas.-. Santiago no podía dejar ir a Luisa.

- Claro que lo es, mi papá me llamo para decirme que había aceptado el trato que tú proponías el intercambio de una de tus hijas por la deuda, más no especificaste cuál era.

- No, yo no.-. No lo dejo hablar.

- Ahora sé buen negociante y dame lo que me corresponde.

- Pero señor Thomas que puede hacer con una insignificante e insípida chica como lo es Luisa.-. Intervino Priscila.

- Como todo respeto señora este negocio es con su esposo así que manténgase al margen de esto.-. Volvió su vista a Santiago.-. En un mes vengo por Luisa.

- Pero el trato era que me ibas a dar dos meses para pagarte.

- Ese trato se canceló apenas hablaste con mi padre.-. No dejo que respondiera y salió del despacho.

Al salir de la casa se encontró con Luisa pero no le dio mucha importancia y se fue.

En el despacho Santiago y Priscila tenían una discusión.

- Nunca haces nada bien.-. Le reprochaba Priscila.

- No estoy para tus reclamos Priscila así que márchate de aquí, necesito pensar.-. Se sentó en su sillón.

- Espero soluciones esto.-. Le advirtió antes de salir.

Santiago no sabía que hacer maldijo a Ricardo por haberlo metido en esto, resignado empezó a preparar todo para que Luisa se fuera con Thomas era eso o que la ira del italiano cayera sobre el.

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- Yo no puedo hacer eso, papá.-. Agustín estaba preocupado.-. Yo la amo.

- Eso no es amor hijo solo una simple atracción.-. Decía Ricardo tranquilo.

Santiago lo había llamado para que preparara un plan donde Luisa no sospechara nada y podérsela dar a Thomas.

- No lo voy a hacer padre.

- No te lo estoy pidiendo te lo estoy ordenando.-. Sentenció Ricardo.

- Eres un ser despreciable.

- Tú decides Agustín o lo haces o si no olvídate de todo esto.-. Señalo todo a su alrededor.-. Recuerda que estamos al borde de la quiebra y esa es la única salida así que piénsalo.

Agustín no dijo nada y se retiró de la oficina de su papá amaba mucho a Luisa pero tampoco podía dejar en la calle a su familia no sabía que hacer deseaba desaparecer.

Los días pasaron y Agustín andaba preocupado esto no paso por alto para Luisa.

- Que te pasa mi amor.

- Nada porque lo preguntas.

- Es que llevas días que te veo raro, me quieres decir algo?.

- No, bueno sí.-. Suspiro.-. Quiero que nos vallamos lejos Luisa dejemos todo y fuguémonos.-. Le tomo de las manos.

- Porque me pides eso.-. Dijo un poco confundida.

- Porque te amo Luisa y no quiero que nadie nos separe.-. La beso.

- Eso no va a pasar porque juntos lucharemos por nuestro amor además esto que me estás pidiendo es muy peligroso conoces muy bien a mi papá.-. Agacho su cabeza.

- Solo piénsalo sí.-. Alzó su cabeza y la volvió a besar.

Cuando Luisa llego a su casa seguía pensando en lo que le había propuesto Agustín la idea le gustaba pero no podía arriesgarse con su padre ya solo le quedaba un mes para cumplir 18 años y allí se iría con él.

- En que piensas mi niña.-. Le dijo dulcemente Carmen.

- En mi futuro nana Carmen.-. Suspiro.-. En que me deparará una vez salga de aquí.

- Piensa fugarse.-. Luisa negó.

- No como crees nana cuando cumpla mis 18 años voy a salir por la puerta principal y con la frente en alto.-. Dijo orgullosa.

- Y como piensas hacer eso si no tienes nada.-. Interrumpió la conversación Priscila.-. Eres una arrastrada y vividora.

- Valla que te describes bien.-. Priscila la miró con odio.

- No te lo permito Luisa.-. Le dio una cachetada y Luisa se la devolvió.

- Yo tampoco.-. Le dio otra.

En el umbral de la puerta Santiago presenció todo, de una bofetada aparto a Luisa de Priscila.

- No la vuelvas a tocar.

- Señor no por favor.-. Se interpuso Carmen para defender a Luisa.

- No te metas Carmen.-. La empujó.

Agarro a Luisa de los cabellos y le volvió a pegar en la cara.

- No sabes cuanto te odio.-. La agarro del cuello.-. Tú no debiste nacer por tu culpa mis padres no me dejaron nada.-. Presiono con fuerzas el cuello.

Luisa intentaba sacárselo de encina pero ya no le quedaba mucha fuerza nadie le ayudaba pues Priscila tenía agarrada a Carmen para que no la socorriera.

- SUÉLTALA!!.-. Matías llegó a tiempo y de un puñetazo saco de encima a su padre de Luisa.

Luisa empezó a toser desesperadamente, el cuello le dolía.

- Estás loco Santiago hasta donde has llegado.-. Abrazo a Luisa que no paraba de llorar.-. Me la voy a llevar.

- Sabes que no puedes hacer eso soy su tutor hasta que tenga los 18.-. Se le burló.

Matías sabía perfectamente que no se la podía llevar aun y eso entristeció a Luisa que seguía llorando en los brazos de su hermano.

- Tienes que salir de aquí Luisa no puedes seguir así.-. Le dijo Matías una vez llevo a Luisa a su antiguo cuarto.

- Falta poco hermano para salir de aquí.

- No Luisa tienes que huir antes de que Santiago pierda por completo la cabeza.

Luisa pensó en la propuesta que le hizo Agustín y tomó una decisión.

- No te preocupes hermanito este fin de semana me voy de aquí.-. Sonrió.

- Cuenta conmigo para lo que sea.-. Se despidieron y Luisa llamo a Agustín.

📲 Hola Agustín ya lo pensé.

📲 Que decidiste.

📲 Voy a huir contigo.