**Alexa** es una joven soñadora, inquieta y de alma libre, siempre anhelando encontrar el verdadero amor. Para ella, ese amor es como una burbuja que flota en los cielos, un refugio que le brinda seguridad y confianza, un lazo tan fuerte que no permite distancias entre almas gemelas. Sin embargo, su mundo idílico se ve sacudido por la llegada de **Sergio Méndez**, un hombre misterioso y arrogante que desconfía del amor y desafía todas sus creencias. A medida que Alexa se adentra en este torbellino emocional, comenzará a cuestionar la existencia del amor verdadero. ¿Logrará Alexa mantener su fe en los sueños del corazón, o se dejará arrastrar por la dura realidad que Sergio representa? La batalla entre el idealismo y el escepticismo está a punto de comenzar.
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Capitulo XXIII La propuesta
Sergio esperó a que Miranda volviera a la casa para hablar con los dos, desde su punto de vista era absurdo tanto formalismo, pues Alexa y él eran adultos y si habían decidido estar juntos nadie debía inmiscuirse, pero también entendía que la familia era tradicionalista y por respeto a su novia debía hacer bien las cosas si quería que su rélación perdurará.
Unos minutos más tarde Miranda regreso a la sala, su rostro reflejaba la incomodidad del momento, su sexto sentido le gritaba que algo no andaba bien y que su mayor temor está a por hacerse realidad.
"Ya que estamos todos aquí, Alexa y yo tenemos algo que decirles", expreso Sergio tomándola de la mano.
Ismael vio extrañado, la actitud de Sergio. "¿De qué se trata, muchachos?", pregunto Ismael confundido.
"Alexa y yo empezamos una relación hace algunos meses y pensamos que ya era hora de hacerla formal y que ustedes sean los primeros en saberlo", explico Sergio con mucha seriedad.
"¿Están bromeando?, ¡verdad!", respondió Ismael sorprendido.
"No papá, no es una broma. Sé que esto los está tomando por sorpresa, pero es algo que nos pasó y ya no podemos seguir ocultándolo", intervino Alexa mirando fijamente a su papá.
"Bueno, muchachos, que les puedo decir, ustedes son adultos y saben lo que hacen. ¡Felicidades!", fueron las palabras de Ismael actuando con madurez.
"Que felicitaciones no que nada, yo no estoy de acuerdo con esa relación. Te lo había dicho infinidades de veces Alexa, este hombre solo busca jugar contigo, pensé que eras más inteligente", Miranda perdió el control y empezó a regalar a su hija.
Alexa no sabía que contestar, no quería empeorar las cosas, pero tampoco le quería permitir a su madre que la tratará como una idiota que no es capaz de pensar por sí misma. "¡Basta mamá!, no te voy a permitir que me hables así".
"Te hablo como me dé la gana, y desde ya te digo que si insistes en seguir con este hombre, entonces te olvidas que tienes madre", grito Miranda furiosa.
Ismael trató de calmar a su esposa, pero esta no entendía de razones. La indignación se había apoderado de ella, solo en pensar que Sergio le hiciera daño a su hija le hacía hervir la sangre.
"No pienso dejar a Sergio y si esa es tu postura entonces no sé diga más, en este mismo momento recojo mis cosas y me largo de esta casa", Alexa no iba a permitir que Miranda se inmiscuyera en sus asuntos.
"Amor, por favor cálmate no es la manera de resolver las cosas". Sergio intentó razonar con Alexa, pero Miranda estaba decidida a no dejar que su hija tuviera una relación con él.
"Señor Méndez, por favor no se meta en esto, o es que acaso no se da cuenta de que todo es culpa suya", dijo Miranda señalando a Sergio.
"No es así mamá, trata de entender que soy una adulta y que no necesito que andes cuidando de mí todo el tiempo.", respondió Alexa manteniendo la cordura.
"Sabes que, has lo que te venga en gana, no me voy a meter más, pero algo si te digo, ya no soy tu madre", esas fueron las palabras más crueles que Alexa jamás pensó escuchar de su mamá. Le dolió en el corazón de una manera inimaginable. Las lágrimas empezaron a salir de sus ojos y algo dentro de ella se rompió.
"Lo siento mi amor, nunca imaginé que tu mamá se pusiera así", dijo Sergio abrazando a Alexa.
"Voy a hablar con ella, quedan en su casa", intervino Ismael apenado.
"No papá, déjala quiera, ella ya tiene su propia opinión, lo mejor es que me vaya de la casa", respondió Alexa muy sentida.
"¿A dónde vas a ir hija?, esta es tu casa. En todo caso los que deberíamos de ir somos nosotros", manifestó Ismael preocupado.
"No papá, esta es su casa, y por mí no te preocupes, puedo irme a un hotel o con Lucia, no debes preocuparte por eso", dijo Alexa.
Ismael no quería que su hija se fuera de la casa, así que fue con su esposa para tratar de ser mediador. Por otro lado, Alexa fue a empacar sus cosas en compañía de Sergio quien por fin entendió el miedo que tenía Alexa de revelar su relación.
"No tienes que irte a ningún hotel, mi apartamento es grande y te puedes quedar ahí el tiempo que desees", comento Sergio mientras ayudaba a Alexa con su equipaje.
"Te lo agradezco, pero eso no estaría bien. Nosotros apenas nos estamos conociendo y sería un salto muy grande si nos vamos a vivir juntos", respondió Alexa con firmeza.
"Nosotros nos conocemos desde que somos pequeños y si no lo recuerdas ya hemos vivido juntos, aunque en aquella ocasión casi nos matamos con las miradas", bromeó un poco Sergio para relajar el ambiente.
"Sabes que no es lo mismo, ahora tenemos una relación y bueno no quiero apresurar las cosas", explico Alexa.
"Estoy seguro de lo que siento por ti y quiero pasar el resto de mi vida contigo, solo piénsalo, nos podemos casar y así tú mamá no tendra excusas para oponerse a lo nuestro", insistió Sergio mirando a Alexa fijamente.
"¿Me estás pidiendo matrimonio?", pregunto Alexa sorprendida.
"Si es la única forma para mantenerte a mi lado, entonces si", respondió Sergio genuinamente.
"Sabes que es una locura, ¿verdad?", dijo Alexa sin poder creer lo que estaba diciendo Sergio.
"Estoy loco, pero loco por ti y no veo la hora de que estemos juntos y sin nadie que nos quiera separar", respondió Sergio besando suavemente los labios de Alexa.
Salieron de la casa de Alexa no sin antes despedirse de Ismael a quien le informaron de sus planes. Sergio llevo a Alexa a casa de Lucia quien la recibió con los brazos abiertos. Después de dejar a Alexa Sergio fue a la mansión a comunicarle sus planes a sus padres quienes lo apoyaron en su decisión. Algún su hijo había sentado cabeza y eso los hacía muy felices.