EN BUSCA DE LA FELICIDAD

Nos levantamos un poco tarde el domingo, pero estrella estaba emocionada por su salida con Sofia, saco su ropa más elegante y quiso que la peinara con coletas, aunque se que no le gustan mucho, creo que lo hace por tratar de agradarle más a Sofia y eso no me gusta, pero mientras no se salga de control la dejare ser feliz, llegamos al centro comercial y Sofia esperaba.

Visitamos varias tiendas y Sofía le compro varios conjuntos, mi pequeña estaba tan feliz que no quise intervenir, terminé siguiéndolas por el centro comercial y cargando sus bolsas, ahora la llamaba mami y le daba besos, me sentí un poco celosa y no me gusto hacerlo pues sé que mi niña me quiere igual, solo está disfrutando el cariño de su madre que antes se le fue negado.

Después de las compras fuimos a un restaurante para almorzar, estrella pidió ir a los juegos para niños y yo acepté, ella se acercó para que le diera de comer y me beso feliz, pasamos a los juegos y nos divertimos mucho, de regreso al auto la note triste de tener que despedirse, Sofía me pidió verla en la semana, pero me opuse porque ella tiene una rutina establecida, a ellas no pareció gustarles, pero no puedo seguir cediendo en todo.

Llegamos a casa y estrella se encerró en su habitación con todas las cosas que le compro Sofia, yo me sentía frustrada, solo una salida y ya tengo problemas con estrella, recibo un mensaje de Paula confirmando la dirección para esta noche, pero no tengo ganas de salir, estaba apunto de escribirle que no iría cuando tocan el timbre, deje el teléfono aun lado y fui abrir la puerta.

- Disculpa que venga sin avisar, pero pensé que necesitabas compañía.

- Amanda que alegría verte, llegaste en el momento indicado, soy un desastre.

- Traigo algo para que saques tu frustración, dijo levantando una botella de vino.

Entramos y la guio al pequeño balcón del apartamento mientras busco unas copas.

- Bueno, cuéntame cómo estuvo la salida con tu ex, dice sirviendo las copas.

- La verdad más o menos, Estrella estaba feliz, pero me sentí extraña al verlas interactuar.

- Tienes miedo de perder el cariño de tu hija.

- No, es eso, solo tengo miedo de perderla, que tal que ella quiera irse con Sofía.

- No te adelantes, solo se vieron una vez, los niños son fáciles de deslumbrar.

- Eso lo sé, pero ella es su madre y yo no, las hubieras visto juntas, era como si se conocieran de toda la vida.

- Deja tus miedos a un lado, esa niña te adora, lo he visto, no estás acostumbrada a compartir su cariño por eso te sientes así.

- Tal vez tienes razón y soy paranoica.

- Si, ahora dime ya pensaste en que usar para tu cita de esta noche.

- No pienso ir, la verdad no tengo cabeza.

- Nada de eso, si vas y yo me voy a encargar de eso.

Amanda me arrastro a mi habitación y puso mi armario de cabeza, me hizo probar varios conjuntos antes de que aprobara un atuendo, me quede con un jean negro roto y un bodi rojo que ni siquiera sabía que tenía, yo quería usar zapatillas, pero ella insistió que llevara tacones, fue terca en eso y la deje ganar, me sentí como su conejillo de indias, pero fue divertido, una ves vestida me maquillo y peino, como siempre hizo magia y me veía totalmente diferente a lo que acostumbro.

- Mami te ves hermosa, dijo Estrella entrando a mi habitación.

- Verdad que le queda bien esa ropa, dijo Amanda riendo.

- No exageren, digo apenada.

- No estamos exagerando, ahora Estrella que te parece si te quedas conmigo esta noche.

- Podemos ver películas de princesa y comer palomitas.

- Con mucho helado.

- Increíble, iré por mis películas.

Estrella dejo la habitación y mire mal Amanda, no pensé que ella se quisiera quedar con estrella, yo había pensado llevarla a la pensión.

- Quita esa cara, tengo sobrinos y sé cómo lidiar con ellos.

- Eso no lo dudo, pero no quiero interrumpir tu vida, yo sé que tenías planes.

- Tú eres mi amiga y te quiero, además tu hija es mejor compañía que mi apartamento solitario.

- Me vas hacer llorar, no sabía que eras tan cursis.

Entre las dos guardamos todas mis cosas y volvimos a la sala, estrella ya tenia todo listo para su noche de películas, saco sus cobijas y todas sus películas favoritas, creo que no me va a extrañar, casi a empujones fui sacada de mi casa, me causa risa pues fue Estrella quien me abrió la puerta. Como no se que me espera esta noche tome un taxi a la dirección que me envió Paula, me sorprendió ver que era a las afueras de la ciudad y en la zona de mansiones, me quede un poco desconcertada, Paula no me dijo donde era la fiesta, el taxi me dejo en la dirección, una enorme reja negra de la que sale un guapo tipo.

- Disculpe, tiene invitación, me dijo el hombre.

- No, una amiga me cito aquí.

- Como se llama su amiga, preguntare por ella.

- Se llama Paula.

- La señorita Paula está dentro, deme su nombre y pido la autorización para dejarla pasar.

Antes de que el hombre llamara Paula salió, yo le había enviado un mensaje.

- Déjela entrar Antonio, es mi cita.

- Sí señorita.

Entro al lugar y la miro para que me explique porque estamos aquí.

- Disculpa que no te lo dije, esta es mi casa y hoy es mi cumpleaños, mis padres insistieron para que la fiesta fuera aquí.

- Tus padres, nuestra cita será con tus padres.

- No te asustes, ellos saben de mis gustos y los aceptan, además la casa esta llena no te sentirás incómoda.