Una nueva versión de mi

Isabella a temprana edad aprendió a diseñar la publicidad para las empresas de sus padres, su vida pasaba entre la universidad y el trabajo y es por esa razón que descuido su apariencia física. A sus quince años conoció a Maximiliano y desde entonces quedó fechada con su belleza...

^^^Seis años atrás^^^

" Isabella prepárate hoy viene a la empresa un nuevo inversionista con su hijo, si papá ya está listo el proyecto a presentar.

Una hora después llega el nuevo inversionista el cual solo quiere dar a conocer a su hijo, ya que él se va a retirar del mundo de los negocios y así poder pasar tiempo con su amada esposa.

Ya estando reunidos en la oficina mandan a llamar a Isabella, la cual llega bastante tímida.

Bu buenas tardes, entra Isabella un poco torpe y claro al papá no le gustó nada su forma de hablar y menos como se veía así que la presento como la secretaria de su hija mayor Graciela y no era de extrañar, ya que siempre era lo mismo. Y para justificar la ausencia de Graciela siempre decía que ella estaba trabajando en otro proyecto y por eso la que daba los detalles era esa niña fea y andrajosa...

Cuando Isabella vio a Maximiliano un nudo se le formó en el estómago los nervios que este hombre tan guapo le propiciaba no los había sentido nunca y partir de ahí empieza su verdadero sufrimiento y no por Maximiliano, sino que su hermana se enteró de que el hombre más guapo de la ciudad estaría en la empresa y su misión era conquistarlo a toda costa.

Graciela con dieciocho años era hermosa, un cuerpo envidiable, y un carisma único de ella, pero detrás de toda esa belleza se encontraba un ser envidioso y con malos sentimientos especialmente hacia su hermana y es que ella no entendía como una niña tan fea podía ser tan inteligente y por eso siempre hizo de todo para que su papá solo la viera a ella y bueno así fue y de poco Isabella ya no era importante para su familia.

Una vez llegó Graciela a la empresa se instaló en la misma y se convirtió en la mano derecha de su papá y en la novia de Maximiliano".

Así pasaron los años hasta la actualidad donde Graciela se adueñó de todo el trabajo de su hermana Isabella seguía enamorada de su cuñado y siendo explotada por su padre y hermana.

Isabella: buenos días, papá...

Gustavo papá de Isabella: cuántas veces te he dicho que no me llames papá ya sabes que la única razón por la que te permito sentarte a la mesa con nosotros es para que me digas los detalles de la publicidad nada más...

Isabella lo siento señor De la Fuente no volverá a pasar.

Graciela: levántate y sirve el desayuno que llegaremos tarde a la reunión...

Isabella: si señorita lo siento ya les sirvo.

El desayuno se pasó con Isabella explicando la campaña publicitaria y ellos humillando.

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