OBLIGADA A CASARME CON EL DEMONIO RUSO

( YERIK )

Subi a mi auto más que molesto, quién se creía que era esa sucia zorra para hacer sentir mal a mi hermosa mujer? Maneje lo mas rápido que pude hasta llegar a la empresa de mi suegro, baje del auto y caminé rápidamente hasta llegar al ascensor, marque el piso cuarenta, unos segundos después las puertas se abrieron, los empleados me observaban con miedo, es obvio todos saben que conmigo nadie se mete, la secretaria apenas me vio corrió con voz temblorosa a avisarme que el señor Belkin estaba en una llamada telefónica, le di una mirada asesina y desapareció literalmente de mi vista, entre a la oficina sin golpear y me senté en el sillón con las piernas en el escritorio a esperar que mi suegro terminará su llamada telefónica

Cuando colgó me dedico una mirada de total confusión, lo primero que hizo fue preguntarme si su hija estaba bien, se podía notar la preocupación a flor de piel, es un buen padre no puedo negarlo, de hecho es un buen tipo, me agrada el y su esposa me caen bien

- Yerik? Que haces aquí? Le pasó algo a mi hija? - pregunto con angustia.

- Tranquilo Mijael, Calina está bien, no vengo a hablarte de ella, sino de tu otra hija, de Larissa - dije haciendo una mueca de desagrado al recordar a esa mujer

- Larissa? Que ocurre con ella?

- Mira Mijaíl soy un hombre que solo advierte una vez, no acostumbro a dar segundas oportunidades ni tampoco acostumbró a perdonar, sólo por esta vez haré la excepción, mantén a tu hija lejos de mi y sobre todo de mi esposa o juro por lo más sagrado que la mataré y te la enviaré en un cajón de manzanas - dije y el hombre abrió tan grande los ojos que creí que se le saldrían de lugar

- Otra vez está causándole problemas a su hermana? - fue lo que dijo mientras se frotaba la cien

- Exactamente, además intento meterse en mi cama, puede que al principio me negué a aceptar a Calina pero hoy en día es una de las personas que más quiero y no voy a permitir que nada ni nadie la lastimé, estoy dispuesta a dar mi vida por ella cómo también a quitársela a quién sea, entiendes? Así que si no quieres llorar la perdida de tu hijita Larissa manténla bien alejada de mi mujer.... Ah con Calina estaremos unos días afuera

- Me ocuparé de eso ahora mismo Yerik y me alegra saber que mi hija sea Alguien importante en tu vida y sobre todo que la cuidarás

- De eso no debes de preocuparte Mijaíl, nos vemos, saluda a tu esposa de mi parte - nos dimos un fuerte apretón de manos y salí más relajado de la empresa

Hablé con mis padres los cuáles estaban felices de pasar tiempo con Alina, sobre todo mamá, la cuál está más que encantada con Calina la adora, hace unos días me confesó que es la mujer que tanto le había pedido a Dios para mí, en resumen la nuera perfecta, según ella y tiene razón mi rubia es más que perfecta.

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( Larissa )

Después de haber Sido votada como basura, volví a mi mansión, subí las escaleras en puntillas de pies, lo último que quería era escuchar los sermones de mi padre, al llegar a la habitación busqué con que curar mis heridas, las cuales ardían como el demonio, me observé en el espejo, me veía fatal, mis lágrimas comenzaron a salir sin control, no lloraba de dolor, sino de bronca, era la primera vez que me rechazaba un hombre de esa manera, jamás pensé ser tratada como basura, maldita Calina esto era su culpa.

Me di un largo baño, luego hice mi rutina de skincare, me puse mi pijama de seda color bordo y me acosté mañana planeo dormir todo el día, necesito recargar fuerzas, para ir en contra de la insípida de Calina

Estaba durmiendo de maravillas, cuando alguien tocó la puerta de mi habitación con fuerza, me tape más con el edredón, pero volvieron a tocar

- NO MOLESTEN!! - Grite a la vez que arrojé un almohadón contra la puerta

- Levántate Larissa, tienes media hora para prepararte, hoy comienzas a trabajar - la voz de mi padre retumbó en toda la habitación

- Está loco, no iré - protesté aún tapada hasta la cabeza con mi suave edredón el cuál no tardo en desaparecer

- Media hora Larissa, ni más ni menos o te saco a las rastras… - la voz de mi padre sonaba autoritaria jamás lo había escuchado de esta manera, había pensado que era mentira eso de enviarme a trabajar, que clase de padre es?

Molesta me levanté a prepararme, me vestí como una súper modelo, soy la hija del dueño de la empresa, podríamos decir que soy la dueña por lo que debo de verme súper glamorosa, solo espero que mi padre me dé un empleo que este a mi nivel, como vicepresidenta de la empresa o algo similar, no creo que sea tan desgraciado de darme el trabajo de servir cafés como ayer me dijo o no se lo perdonaré jamás

Al Bajar él solo me observo y sonrió, después de desayunar fuimos a la empresa, todas las empleadas me miraban de arriba a abajo con evidente envidia Mientras que los hombres me observaban embobados, amo causar ese efecto en los hombres.

- Y bien papá cuál es mi oficina - pregunte con arrogancia

- No necesitas oficina Larissa para el trabajo que vas desempeñar aquí - dijo mi padre quitándose el saco a la vez que se sentaba en su silla de presidente

- No entiendo - Pregunté nerviosa, en ese momento alguien tocó la puerta.

- Me mando a llamar señor Belkin - una mujer de unos cuarenta años entro a la oficina escaneando me dé arriba abajo

- Así es Gutierrez, ella es mi hija Larissa y desde hoy trabajara en la empresa, como tú asistente - dijo mi padre y la mujer lo miro espantada no entendía el porque

- Pero señor usted desea que su hija trabaje - mi padre no la dejo terminar de hablar

- Creo que fui muy claro Gutiérrez.. Y Larissa espero no recibir ninguna queja, apartir de este momento debes de obedecer a Gutiérrez en todo, ella es tu jefa de ahora en adelante

- Pero papá no entiendo cual es mi oficio? Seré la vicepresidenta? O tal vez tú asistente? - pregunte esperanzada, aunque no se porque algo me decía que fuera el trabajo que me tocará no sería para nada bueno

- Gutiérrez te dará las órdenes, ahora ve con ella, tengo asuntos importantes que atender

Salí junto a la tal Gutiérrez la cuál me observaba entre asombrada y con lastima, bajamos unos pisos y llegamos a una pequeña oficina o eso parecía, ella me volvió a observar de arriba a abajo, no sé que problema tiene con mi ropa de diseñador y mis zapatos de diez centímetros de alto

- Le daré otro tipo de ropa - dijo algo nerviosa

- Disculpa? Se puede saber que tiene mi ropa? - pregunte de mala manera está empleadita empezaba a molestarme

- Es que señorita, no es acordé para su trabajo

- Puedes ser más específica, pedazo de inútil - escupí con furia, con que me siguiera molestando haría que papá la ponga de patitas en la calle

- Señorita su padre ha ordenado que usted se encargué de la limpieza de las oficinas - dijo todo rapidito y yo solté una carcajada

- Por favor que estas diciendo imbécil, soy la dueña cómo voy a limpiar... Deja de decir pavadas y dime cuál es mi oficina

- Señorita es la verdad usted debe de comenzar a limpiar los baños y oficinas libres

No la termine de escuchar, salí como alma que se la lleva el diablo a la oficina de mi padre, entre sin tocar, no me importa si está ocupado o no, como puede hacerme una cosa así? ¿Humillarme de esta manera? Lo odio

Entré y él estaba conversando con mi madre, me pareció raro, ya que ella nunca fue de venir a la empresa ni cuando estaba sana

- Cómo puedes hacerme una cosa así? Enviarme a limpiar? Cómo si fuera una simple empleada? Acaso olvidaste que soy tu hija? - dije y tire todo lo que tenía en sobre su escritorio

- Larissa que son esos modales? - pregunto mi madre

- Te odió, eres el peor padre del mundo, siempre has querido más a la idiota de Calina que a mí - grité y una fuerte bofetada me hizo girar la cara, mi madre me había golpeado

- No le hables de esa manera a tú padre, después de todo lo que ha hecho por ti, siempre te ha malcriado más a ti que a tu hermana y este es el resultado

- Que te hice? ? Puedes ser tan insensible de enviarme a limpiar baños? Dime qué te hice para que me humilles de esta manera

- SUFICIENTE!! - grito mi padre golpeando el escritorio - Ayer vino a verme Yerik y me contó que mi fina hija se le desnudo en su oficina, esos los modales que te hemos enseñado?, no tienes respecto ni por ti misma ni por tu hermana, con tu madre estábamos hablando y acabamos de tomar una decisión - dijo mi padre firme

- Que decisión? - Pregunté con aburrimiento

- Te irás un tiempo con tu tía Imelda a Eslovenia, aquí no puedes seguir, ya me lo advirtió el esposo de tú hermana

- Qué? Claro que no, no me iré a ese lugar - comencé a suplicarles pero parecían no escucharme

Me desesperé de tan sólo pensar en mi tía Imelda, es una mujer de unos cincuenta años totalmente antigua, que ni radio usa, además en ese pequeño pueblo ni internet tienen, que se supone que haré allí? Mis lágrimas caían sin control y hasta me arrodille pidiéndole a mis padres que no me enviaran allí pero según ellos debía de aprender la lección

Unas horas después estaba arriba de un avión con destino al final de mi vida, ni siquiera pude llamar a Jonás para que me ayudara,mi padre no sólo que me quito el teléfono sino que me puso dos gorilas para que me vigilen todo el tiempo, maldita Calina me gano una vez más.