¿Cuál es el significado del amor? está historia es la prueba de un amor verdadero, un amor propio, un amor sincero...
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La primera semana
Sebastián.
Fue una junta larga y estresante, tengo que ir a Estados Unidos a ver la producción personalmente y porque tanto atraso con los pedidos, detesto dejar a mi Leilani, pero la siguiente semana ya oficialmente trabajará conmigo así que ella viajará conmigo cada que sea necesario.
En la noche fui a despedirme de ella, sus sonrisa y el hecho de que está vez estaremos en contacto me consuela.
Fueron días largos, jamás pensé desesperarme tanto, realmente ya quería ver a mi bonita.
En unas horas más la volveré a ver, estoy en un vuelo de regreso, llegó a mi departamento a darme un baño y cambiarme para la oficina. Por la hora ella ya debe estar esperándome en la oficina.
Subí a mi coche y conduje hasta llegar al estacionamiento subterráneo, subo al elevador hacia él último piso, al llegar veo a mis 5 nuevos empleados, debo admitir que tengo un aura fría y dominante y mi bonita se ve tan profesional, fuerte y sexy.
-Buenos días muchachos, primero que nada bienvenidos, supongo que ya han dado el recorrido por la empresa, ahora necesito que vayan con el jefe asignado y se pongan al corriente, tenemos mucho trabajo por hacer, sin más por el momento, tengan un buen día.-Dije serio.
Leilani me siguió a paso veloz, no podía voltear la a ver y tratarla diferente acá. Llegamos a mi oficina, le entregué una agenda nueva, y la agenda que mi secretaria venía manejando para traspasar todo, le entregué un celular con todos los contactos de la empresa, ella empezó a anotar todo lo que necesitaba del día, no sé si me estoy excediendo, pero la estoy tratando como a todos mis asistentes que eh tenido.
Ella entendió todo a la primera, era muy hábil, comenzamos muy bien, vamos a ver cuánto aguantas así, discúlpame bonita pero trabajo es trabajo.
Leilani
Me dispongo a bañarme y luego a cambiarme, que emoción, decidí usar algo cómodo y elegante, me puse unos pantalones de mezclilla blancos, una camiseta de tirantes negra y un blazer blanco, en conjunto con unos tacones con plataforma negros; era algo sencillo así que está vez decidí enfocarme en el maquillaje y mi cabello, quedó algo así.
Sentía que podía comerme el mundo hoy mismo.
Subí a mi coche, conduje hasta el estacionamiento subterráneo y subo al ascensor hasta la recepción, ahí amablemente nos dan la bienvenida y empiezan con el tour de la empresa, todo es tan maravilloso, tantas cosas que se pueden crear aquí, al terminar el tour ví que estábamos en el último piso, esperábamos al jefe, de repente se abren las puertas del elevador y de ahí sale él, tan imponente, serio y frío.
Da un discurso de bienvenida y lo sigo a su oficina, ni un hola salió de su boca o ya regresé, el solo me dió todos sus pendientes y aunque se que es mi trabajo, ¿no era su prometida? cómo sea me puse a hacer todo lo que pidió, si nos comportariamos como jefe-empleada así será, no tengo problema con ello.
Fue un día muy largo, no voy a negarlo, termine mi jornada Me despedí de Wendy, Karen, Samuel y Rodrigo, nos llevaremos muy bien ya que somos los más chicos y los nuevos.
Subí a mi auto y conduje hasta mi edificio, entre a mi departamento, me quite la ropa y me di un baño y después en mi cama con una camiseta y ropa interior me quedé dormida.
Eran las 3 de la mañana, mi teléfono sonó, era Sebastián...
-¿Qué quieres? Son las 3 de la mañana, estaba durmiendo muy bien.-Dije molesta, odio que me despierten, mi sueño es sagrado y después de eun largo día lo único que quería era dormir.
-Abre la puerta-
-Espera un momento, ya voy-colgue el teléfono, me pare de mi cama y abrí la puerta.
Ahí estaba él, con el mismo traje que en la mañana. ¿Apenas había llegado de la oficina?.
-Pasa- El entro, al cerrar la puerta el me dijo:
-Perdón por interrumpir tu sueño bonita, solo quería verte y ...- En ese momento él me besó, después de despegarse de mis labios fuimos a mi cuarto, el se dió una ducha mientras yo esperaba acostada en la cama, la verdad me sentía agotada, no creo poder tener algo hoy, aunque lo extraño; mientras pensaba los ojos me pesaban más y más, de un momento a otro siento como él entra a la cama y me abraza, me doy la vuelta y lo abrazo como un oso y nos quedamos dormidos.
Debo admitir que cuando él dormía conmigo me sentía más descansada, me desperté a las 6:00am, decidí dejar dormido a Sebas, ahora veo que trabaja muy duro, preparé el desayuno y un jugo de naranja, también, empecé a alistar mi ropa y encontré la llave del departamento de Sebastián y fui por un traje, se lo deje listo en mi habitación, entre a bañarme, yo sentía como el agua me revitaliza, tengo los ojos cerrados, cuando siento que me agarran de la cintura, me doy la vuelta y me cruzo con la mirada seductora de Sebastián, debo admitir que si mi matrimonio será de duchas juntos todas las mañanas, seré muy pero muy feliz.
El me beso y sentí como él recorría cada parte de mi cuerpo con sus manos, estar con él era increíble, él era un hombre maravilloso en muchos sentidos, me atraía esa seriedad y capacidad para los negocios y también me encantaba ese hombre tierno, cálido y hogareño, y ni como dejar afuera lo ardiente y horny.
Después de terminar esa ducha tan relajante, me fui a cambiar y a maquillar.
Baje a servir el desayuno, cuando el se terminó de cambiar, me alcanzó y desayunamos a gusto.
Al salir del departamento y llegar al estacionamiento, volvimos a una rutina de jefe y empleada, la realidad es que Sebastián prácticamente se había mudado a mi departamento, el dormía todas las noches conmigo, de hecho tuve que traer parte de su ropa a mi departamento. Y sin contar que casi todos los días teníamos encuentros muy encendidos, por está razón decidí hacer una cita con él ginecólogo ya que en el transcurso de la semana había consumido una pastilla de emergencia y parches, pero necesitaba algo menos complicado y más seguro.
Pedí permiso en la empresa para entrar tarde la siguiente semana, esperando que me la aceptaran, pero tenía que pasar mi reporte por Sebastián y no quería que hiciera muchas preguntas incómodas.
Ahora solo me quedaba esperar, definitivamente fue una semana agotadora, es cierto que Sebastián como jefe era un mounstro, casi siempre estaba estresado, era muy exigente, y aunque por suerte yo cometía muy pocos errores por tener un carácter similar al de Sebastián, mis pobres compañeros no les había ido tan bien.