EL DIVORCIO. Finge Amarme Por 3 Meses

Señor Williams, usted no es el heredero— palabras que está procesando Alexander lentamente

La señora Williams, está atenta a la reacción de su hijo. —¿Es una maldita broma, cierto?— Alexander lo fulmina con la mirada

—señor, su padre antes de morir, mandó a llamarme, dónde me ordenó inmediatamente, redactar un documento, dónde le deja su herencia a la señora Valentina Williams

Alexander se coloca de pies, Valentina está perpleja.

—¡¡Eso no es posible!!— Alexander señala al abogado, está muy furioso

—señor abogado, debe haber un error, el señor...— la señora Williams interviene

—asi fue, soy testiga de la decisión que tomo mi difunto esposo

—¿Acaso todos están en mi contra?— Bufo Alexander, y le arrebata el documento al abogado

—esa es solo la copia— informo el abogado, por si Alexander se atreve a romper —sus bienes pasan a la señora Valentina, así como también la constructora que usted maneja señor Williams, usted podrá continuar con su puesto de jefe, pero la señora Valentina, es la que firmara cualquier contrato de trabajo o todo lo que se requiere en papeleos referente a la constructora

—¡Esto es mentira!— Alexander voltea a mirar a su madre

—hijo baja tu voz, tu padre recién murió, tengamos respeto

—¿Cómo puedes decirme eso madre? ¡Ustedes no están teniendo respeto por mi, al dejarle todos los bienes a esa— palabras dirigidas a Valentina

La señora Williams se coloca de pie.

—¡Esa es tu esposa! Y no me voy a permitir que le faltes más el respeto, estoy al tanto de la situación de ambos, y como el señor abogado sabe que tiene que hacer oídos sordos, se perfectamente que tienes una amante y que todo esté tiempo, has desprecio el amor de Valentina

—¡Yo soy tu hijo! ¡Debes estar de mi parte!— la señora Williams, abofeteo a su hijo, aunque eso le partió el alma, no puede aplaudirle sus errores

—¡Dios! No por favor mamá Williams, no es necesario llegar a este punto, por favor abogado déjenos solos— Valentina está aterrada, y nerviosa

—vendre luego porque usted debe firmar lo más pronto posible, un permiso— el abogado se marcha

Alexander camina de un lado a otro. —mamá Williams, ¿Cómo es posible?

—querida se que estás sorprendida, pero... Mi amado esposo tuvo sus razones para hacerlo, sabe perfectamente que se iba a morir, él hizo lo correcto y yo estoy de acuerdo, si le dejaba todos los bienes a nuestro hijo, sabía que iba a perder el control, me refiero a tu amante Alexander, ¿Cómo pudiste?

—¡No pienso discutir contigo madre! ¡Jamás me habías puesto una mano encima! Y tú Valentina, felicidades, el chistesito de los tres meses te salió perfecto, mira que ser ahora una mujer millonaria te dará muchos beneficios, creo que con más razón, puedes irte con Felipe y así dejarme en paz— Alexander camina hacia la salida

—¡Alexander no te puedes ir!— le reprende su madre

—¡¡Te recuerdo que soy un adulto!! Y con todo respeto te diré esto ¡No te metas en mis asuntos!— Alenxader se marcha antes de cometer un error más

—¿Valentina dime a qué se refiere Alex, con eso de los tres meses? ¿Y quién es Felipe

—te lo diré todo mamá Williams, pero no te alteres por favor

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Alexander Williams, muy frustrado, sale en busca de Lore, necesita que alguien lo escuche, al llegar a su edificio, sube inmediatamente.

No tolera que Valentina tenga ahora todo lo que a él le pertenece, ya que también sea esforzado por mantener la constructora y hacerla crecer.

Al entrar al apartamento, las luces están apagadas, piensa que la mujer no está, suspira, y se sienta en el mueble, saca su celular móvil para marcarle.

—¡Si, si más!— un gemido alertador para Alexander

Siente su sangre hirviendo, el guarda su celular móvil y se acerca a pasos silenciosos a la habitación de su novia.

—¡Estás muy rica!— se oye el sonido de la cama dando contra la pared

—¡No pares!— la súplica de placer de su novia Lore, lo tiene sin palabras, aunque está perdiendo el control, quiere verla con sus propios ojos, abre la puerta lentamente, y para su sorpresa, su mejor amigo Milán, se está cogiendo a Lore como un demente

Alexander, aplaude y sonríe con sarcasmos.

El miedo invadió, a Milán y a Lore —no pero... Sigan por favor, excelente show que están haciendo, Lore no sabía esa faceta de ti

—¡Cariño!— se envuelve ella en la sabana

—¿Qué dijiste?— sonríe malicioso Alexander

—no, no es lo que parece— dijo ella asustada, y Alexander agarra la lámpara de la mesita de noche y la lanza contra la pared haciendo trizas el objetivo de valor, perdió el control

—amigo, ella fue la que me busco— se victimiza Milán

—¡Cállate maldito!— lo agarra Alexander del cuello y lo hace levantar de la cama

—¡¡no Alex por favor!!— súplica Lore para que no peleé, pero es imposible que Alexander pueda controlar, es justo lo que necesitaba para desahogar su rabia, porque empezó a golpear a Milán, puño tras puño, que ni le dió tiempo a Milán de defenderse, porque ese es un defecto de Alexander, si pelea, lo hace hasta ver sangre, y con lo enojado que está, sabiendo que le dieron su herencia a su esposa, y que su novia, la mujer por la que lo iba a dejar todo le ha sido infiel, descarga toda su irá con Milán

Lore se asusta al verlo como una bestia, se coloca de pie y busca su bata, rápidamente.

—¡Lo vas a matar!— grito ella, y esos gritos los están escuchando sus vecinos

Pero Alexander, no para, el continúa golpeándolo.

—¡Déjalo!— grito Lore con todas sus fuerzas

Tocan la puerta, y Lore corre por ayuda, al abrirla, se asombra al ver a Valentina.

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Les deseo una linda noche.