REINA VIUDA

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ALONDRA.

Me parecio nefasto su comentario, siempre tan cruel y despiadado al hablar, como puede referirse así de una guerra, guerra que le quitó la vida a tantos inocentes incluyendo a mi padre que solo intento defenderme de un rufián con corona, muerdo mis labios para no gritarle lo que se merece el bastardo ya tendré tiempo de desquitarme y juro que pagará por todo el mal que me causado.

-       Levántate te llevaré a la cama, necesito que te pongas en posición fetal y abras muy bien las piernas ya sabes sin ningún sonido.

Fui guiada hasta una cama que era bastante suave quisiera dormir en ella, pero tal parece que eso no será posible pues mi tortura continua y tal como lo dijo me puse en posición fetal con las piernas lo más abiertas posible, al parecer le gusto pues aplaudió y sentí su lengua explorarme por completo. Me lamio y chupón, disfrutó a su antojo de mi cuerpo, lo podía escuchar susurrar cualquier cantidad de palabras obscenas al saborear pues según él era lo más exquisito que había probado.

-       Quieres probar dijo.

Pensé que me hablaba a mí, pero no fue así, sentí que se bajó de la cama y le dio paso a otra persona, él muy maldito me estaba compartiendo con otro hombre, no lo podia creer, seguía sin poder ver y la sola idea de que un desconocido estuviera explorando mi cuerpo y viéndome completamente desnuda me desquiciaba de la ira quería

matarlos a todos, pero en mi condición no podía hacer nada moriría en el mismo instante que quisiera atacarlos.

No sé exactamente cuántas personas hay en la habitación y que estaban haciendo pues el silencio era tomado muy en serio en este lugar, nadie además de Marcos decía nada, sabía que alguien más estaba en la habitación porque escuché sus pasos, pero no sabía a ciencia cierta quién más estaba en la habitación y que estaban pensando hacerme, solo podía aguantar en silencio, cosa que me tenia intranquila y ni hablar del dorlor que sentia por estar en esta posicion tan incomoda, rogaba a dios por que esto acabara.

 La persona que se apodera de mi  era más grande, pude percibirlo cuando subió a la cama, esta se hundió más de lo que se había hundido con Marcos, también sentí mucha más fuerza pues se aferró a mis piernas y sentí sus manos, eran más suaves parecía manos de mujer o así sentían., Mientras era devorada por el desconocido  escuche sonidos a mi alrededor, parecía el sonido que escuchaba cuando Marcos estaba sobre mi hace un momento, pero este sonido era más fuerte y agudo, no sabía que era, por más que intente no podía descifrarlo.

Mientras trataba de agudizar mi odio para escuchar mejor un cosquilleo me invadió y una sensación extraña se apoderó de mi cuerpo, no pude evitar morder el cojín para reprimir la sensación y unas fuertes ganas de orinar me invadieron. Que era eso que estaba experimentando, porque el desconocido me estaba haciendo sentir

algo tan raro, lo sentía chupar mi intimidad y mi respiración se aceleró a tal punto que me sentía al límite, era diferente a lo que sentí con Marcos, enterré mis uñas en la cama y me deje llevar de la fuerte oleada de sensaciones, el cosquilleo aumento y algo salió de mí, creo que me moje la cama pues el líquido no paraba de salir.

Me quedé sin aliento y respiraba con dificultad, que fue eso, porque me sentía así, que le pasó a mi cuerpo, tenía tantas preguntas, pero sé que no obtendré respuesta. El desconocido se levantó de la cama y me deje caer por completo mi cuerpo aún estaba reponiéndose de todo aquello, escuche pasos acercarse y alguien subió a la

cama.

-       Cómo te sientes Alondra, al parecer te gustó mucho mojaste la cama, qué se siente experimentar primero orgasmos.

-       Mi primer que, no pude evitar preguntar.

-       Tu primer orgasmo, acaso no sabes qué es, tus maestras no te lo dijeron lo que deberías sentir cuando estás con tu marido, bueno con un hombre porque al parecer conmigo no lo sentiste, dijo riéndose.

-        Quién me tocó Marcos, por qué permitiste que otra persona me tocara, acaso no te da miedo que hable y le diga a todo el mundo lo que me has hecho.

-        No, no me da miedo es más inténtalo de inmediato si quieres, sabes lo que te podrá pasar si abres la boca.

-       Dime quien más está en la habitación.

-       No y nunca lo sabrás quiero que te acostumbres a esto que de ahora en adelante cada vez que te llame vendrás de inmediato aquí y aras lo que te pida sin quejas, ahora levántate vamos a la habitación estoy cansado y quiero dormir y me imagino que tú querrás lo mismo.

-        Si, pero no puedo caminar mis piernas no responden.

-        Está bien, pediré que te cargue.

-        Quién está ahí acaso no piensas decírmelo.

-        Ya te dije que no, es mejor que no lo sepas y en el momento en que lo descubras deberás morir acaso quieres morir.

-       Por supuesto que no quiero morir.

-        Entonces calla, estabas mejor calladita, no sé por qué te deje volver a hablar.

Me quedé callada por mi propio bienestar, sin más alguien me cargo envuelta en una sábana, apreté los ojos para no ver nada, aunque seguía con la venda puesta no quiero arriesgarme, volvimos de nuevo a la habitación de Marcos. El desconocido me dejó sobre la cama sentí las sábanas cálidas y suaves escuché unos susurros muy bajos, no logré entender nada de lo que decían, escuché la puerta y luego a Marcos que me quitó la venda.

-       Esta noche dormirás aquí ya mañana podrás ir a tu habitación y todos en el palacio sabrán que hemos consumado el matrimonio y pasado nuestra primera noche juntos, esto se repetirá cada vez que yo así lo quiera hasta que quedes embarazada. Espero que tú sí puedas darme el heredero que tanto quiero y necesito, serás

recompensada muy bien si lo logras.