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Olivo

Olivo

Status: En proceso
Genre:Dominación / Juego del gato y el ratón / Síndrome de Estocolmo / Amor-odio / Mundo de fantasía / Edad media
Popularitas:28.9k
Nilai: 5
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Octavo libro de la saga colores.

Lady Pepper Jones terminará raptada por un misterio rufián de poca paciencia y expresión dura, prisionera y en manos del desconocido, no tendrá más remedio que ser la presa del lobo, mientras que Roquer, lidiará con su determinación de cumplir con su venganza y la flaqueza de tener a una hermosa señorita a su merced.

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19. El barón y su secreto

...PEPPER:...

La mansión era sencilla, de madera pulida y tonos cobre. Había visto algunas así en la capital, así que no me sentía muy impresionada por la estancia.

Roquer echó un vistazo al solitario vestíbulo. No tenía remedio, era un salvaje, mal educado, hablar con personas sin golpearlas no era su fuerte, pero si el dueño de la mansión sabía cosas sobre mi padre, entonces los golpes serían la única opción para que hablara.

Maldición, ya me estaba pareciendo a Roquer.

Parecía un niño pequeño, tocando los jarrones, pasando sus manos por la pared, curioseando las pinturas y rincones, entramos en un umbral.

Había un salón con chimenea, sillones, alfombras todas de tonos terracota.

— Es un salón de té — Dije y Roquer detalló los sillones ornamentados.

— Lo sé — Fingió no estar impresionado — No está mal, pero tampoco es algo de otro mundo.

Algún día, lo llevaría al palacio.

Aún me dolía la entrepierna, no me dejó recuperarme del todo, Roquer necesitaba lecciones de como tratarme, yo era una señorita delicada y necesitaba un trato suave que él no parecía conocer.

Al menos lo estaba intentando con los besos.

Me había tomado contra ese árbol y el suelo como todo un salvaje, aún sentía el picor de la hierba contra mi mejilla, su agarre firme en mis caderas, en mi trasero.

La dureza abriéndose paso por mi interior ansioso.

Lo disfruté mucho, al recordarlo volvía a estar necesitada.

Me sonrojé.

— ¿Por qué tienes las mejillas rojas?

Se aproximó y retrocedí.

— Nada, el lugar ésta cálido.

Me evaluó, lo creía capaz de tomarme aquí sin importar si estábamos en una mansión ajena. Lo detendría, no iba a permitir que lo hiciera cuando se le antojara, en cualquier lugar, hasta donde sabía solo las habitaciones matrimoniales eran para eso, no éramos animales para andar haciendo el amor en cualquier parte y a plena luz del día, expuestos a que nos vieran o escucharan.

Este hombre no hacía el amor, él tomaba primitivamente, era puro placer y lujuria, todo lo que se consideraba pecado entre nobles.

Me enseñaron que la mujer solo podía quedarse quieta, dejar al esposo cumplir con sus deberes, no podía haber placer porque era un pecado, la mujer estaba hecha para concebir, no para dejarse llevar por ese tipo de cosas.

Ni siquiera estábamos casados.

Fui deshonrada sin bendición matrimonial.

¿Qué sería de nosotros? No era momento para pensar en el futuro.

— Necesito algo que me distraiga de querer tomarte a cada minuto — Dijo y se alejó.

Solté un suspiro.

Salimos del salón.

Roquer me empujó al notar las sirvientas, llevaban bandeja, nos nos divisaron, estaban muy ocupadas cuidando los pasos para no caer y volcar la comida.

— Esa comida huele exquisito.

— Dijiste que nada de robar — Le recordé.

— No hemos comido nada decente — Me lanzó una mirada — Tal vez al lord de esta casa le agrade invitarnos un almuerzo.

— Eso no pasará, mucho menos cuando golpeaste al mayordomo y nos metimos sin permiso — Me crucé de brazos.

— Tranquila, seremos bien recibimos.

Eso no sonaba bien.

Seguimos a las sirvientas.

Observé a todas partes, asustada de que nos pillaran.

Me seguía pareciendo una locura.

La sirvienta entraron por dos puertas y nos escondimos detrás de una columna.

Roquer se acercó a las puertas, lo seguí con prisa.

Había un lord sentado, comiendo en el extremo de una larga mesa, no había nadie más.

Una sirvienta que se hallaba sirviendo vino soltó un grito al ver a Roquer.

El lord elevó su mirada y se tensó.

— No hay necesidad de tanto escándalo — Dijo Roquer y me sentí muy apenada por nuestro comportamiento.

Mi padre me hubiese dado una bofetada ante tal falta de respeto.

El lord se levantó — ¿Quiénes son ustedes? ¿Cómo rayos entraron aquí?

Era pelirrojo, con algunas canas y tenía pecas, su rostro estaba arrugado, era un hombre que parecía de la edad de mi padre.

— No se levante — Roquer hizo un gesto.

La sirvienta temblaba como gelatina.

— ¡Alberto! — Gritó, seguramente el mayordomo — ¡Alberto! — Observó hacia la sirvienta — ¡Busca al mayordomo!

La mujer salió corriendo, la dejé pasar.

— ¿Quiénes son ustedes? — Siseó y Roquer avanzó.

El lord retrocedió.

Él se detuvo.

— Mi lord, venimos de paso — Dije, haciendo una reverencia y me observó — No le haremos nada, solo queremos hablar con usted.

— ¿Quiénes son? ¿Con qué derecho entrar aquí a interrumpir mi almuerzo? ¡Ésta mansión no es un maldito refugio para andrajosos! ¡Los sacaré a patadas de aquí!

Así se sentía ser inferior que un noble, despreciado solo por tener ropas sencillas y apariencias sucias. De nada importó mi gesto de cortesía, si llevara mi ropa fina y joyas la historia sería diferente.

— Si quiere seguir sin un rasguño, le sugiero aligerar su tono — Dijo Roquer, tomando una manzana de la mesa, le dió un mordisco.

— ¡Bastardo abusivo, largo de mi casa!

Me aproximé, con un poco de recato.

— Usted conoce al duque Jones, no nos vamos de aquí hasta que nos diga que sabe de él...

El lord cayó sobre la silla y se estrujo la sien.

— No puede ser... No de nuevo — Jadeó y nos observó — ¿Trabajan para el criminal lord Leandro Mercier? ¿No tiene suficiente? ¡Ya hizo lo que tenía que hacer, no soportaré otro ataque, los mandaré a apresar malditos infelices!

— No trabajo para nadie, pero conozco al duque Jones y se que usted también, no intente negarlo — Dijo Roquer, con postura intimidante.

— ¿Quiénes son ustedes? — Siseó, apretando sus puños sobre la mesa — No tengo porque mencionar nada a dos desconocido que entraron sin permiso a mi propiedad.

— Vaya, quiere hacer las cosas difíciles...

— Basta, mi guardaespaldas es un poco tosco — Corté y Roquer me lanzó una mirada — Se toma muy a pecho su juramento de defenderme, mi lord, disculpe sus mañas, fue un asesino a sueldo en el pasado... No conoce de modales.

Roquer frunció el ceño.

El lord me evaluó — ¿Quién es usted?

— Venimos de muy lejos, planeaba llegar a la capital, pero en el camino fui objeto de robo de un grupo de maleantes — Dije, manteniendo una postura neutral — Soy lady Mari Bolmor, tengo negocios con el duque, planeaba traerle telas de Hilaria, necesito alguien que le pase una carta sobre lo sucedido y como usted lo conoce, lo creo apropiado que me ayude.

Roquer se quedó en silencio.

El lord me evaluó — No eres de Hilaria, tu acento y tu apariencia no corresponde a la calidez de ese reino.

— No dije que lo fuera.

— Eres muy joven para ser una lady con negocios, las mujeres no llevan las riendas en esas áreas.

— Yo sí — Gruñí y volvió a observarme — Mi padre no tenía más hijos, así que tuve que encargarme.

— Debió buscarte un esposo como es lo acostumbrado.

— ¿Va a ayudarme o a cuestionar mi vida?

— No conozco el apellido que me diste, todos los nobles conocen a las demás familias nobles del reino, es imposible que un apellido se nos escape — Estrechó sus ojos — Eres una mentirosa y lo que sea que busquen aquí, les sugiero que lo dejen de lado.

Observé a Roquer, él tomó un tenedor y se lanzó sobre el lord, sostuvo la punta cerca de su ojo.

El lord gritó, tratando de zafarse, abriendo sus ojos como platos.

— ¡Suelteme infeliz! — Gruñó, jadeando.

— ¡Dígame lo que sabe del duque!

— ¿Qué rayos quiere que le diga?

— ¡Si lord Leandro Mercier estuvo aquí entonces usted conoce las fechorías del duque! — Gruñó Roquer, acercando más el tenedor.

— ¡Sabía que trabajan para él! — El lord gritó, Roquer apretó más — Basta... Por favor...

— No trabajamos para lord Leandro Mercier, pero tenemos una misma causa en común, hundir al duque por sus delitos — Siseó Roquer — Así que te conviene colaborar con nosotros o perderás ambos ojos.

— Por favor... — Su voz se debilitó.

Roquer lo soltó.

El lord empezó a toser, perdiendo la respiración, llevando la mano al pecho.

— Ni siquiera le apreté el pescuezo, es un exagerado — Dijo Roquer, haciendo un gesto.

— Maldito... No entiendes... Si muero por tu causa... No puedo recibir emociones fuertes — Comentó, aferrándose a la silla y me desconcerté.

Roquer soltó un resoplido.

La sirvienta entró corriendo.

— ¡El mayordomo está inconsciente!

— Pepper — Dijo Roquer, intentando advertirme de que se pondría violento.

El lord observó hacia mí.

— Espere, déjenos a solas, no moleste nadie, atiendan al mayordomo — Ordenó a la sirvienta.

— Pero, mi lord...

— Hazlo.

La sirvienta hizo una reverencia y se marchó del comedor a prisa.

— Muy inteligente de su parte permanecer sereno — Dijo Roquer.

— ¿Quién eres tú? — Me preguntó el lord.

— Aquí no harás las preguntas tú...

El lord le lanzó una mirada a Roquer.

— Se lo preguntaba a la joven.

— ¿Quién es usted? — Pregunté al lord — Escuché que mencionó al duque en los jardines, el que lord Leandro Mercier lo haya venido a visitar significa que tiene mucho que explicar sobre su relación con mi padre.

— Soy el barón Pepper — Dijo y me estremecí.

— ¿Se burla de nosotros? ¿Cómo va a tener el mismo nombre que ella? — Siseó Roquer.

— No es un nombre, es mi apellido, ella es la hija del duque — Dijo, deduciendo tan fácil que me sentí muy desconcertada, se levantó de la silla — Lo que significa que usted es el hombre que la capturó — El lord me tomó del brazo, alejándome de Roquer — No se le acerque ¿Bajo qué tipo de amenazas la está manipulando?

Roquer se enfureció — Maldito, no la toque.

Me zafé del agarre del barón — ¿Cómo es qué supo que soy la hija del duque? Jamás lo he visto en mi vida.

— Te conocí de bebé.

— ¿Era amigo de mi padre? — Pregunté y se quedó observandome — Es una enorme casualidad que usted lleve un apellido que yo tengo como nombre.

— Siéntate — Me pidió.

— No... Exijo una respuesta.

— Por favor, haga lo que pido — Señaló la silla.

Roquer siguió sosteniendo el tenedor.

Hice un gesto hacia él, me senté, el hizo lo mismo, el barón lo evaluó con desconfianza.

— Vivía en la capital, era parte del consejo real, tuve que dejar esa vida atrás cuando la reina Vanessa me amenazó, ella quería mi cabeza — Dijo, sirviendo vino para mí y para Roquer — Conocí a tu padre, por supuesto.

— ¿Qué sabe de él?

— No sé de él de hace años, lamentablemente no teníamos una buena relación.

— Más razón para revelar los secretos que guarda — Intervino Roquer, bebiendo un poco.

— Envidié su éxito, pero más un manto de oro que poseía.

— Mi padre no posee un manto de oro — Negué con la cabeza.

— No, ya no, yo se lo robé cuando no quiso venderlo y vine a esta propiedad huyendo.

— Vaya, un lord ladrón — Se burló Roquer — Nadie se queja de eso.

— Intenté impresionar a la reina con el manto de oro años después, pero recibí una amenaza, la reina se divirtió haciéndome correr de su salón.

— ¿Qué hay de mi padre? ¿Se enteró del robo? — Exigí al ver que se desviaba del tema.

— Por supuesto que sí, vino hasta acá a reclamarlo devuelta — Me evaluó — Pero cambió de opinión rápidamente y me dejó conservarlo.

— Mi padre no es de dejar las cosas sin hacer pagar.

— Cierto, pero en ese momento cargaba con una bebé recién nacida que no paraba de llorar y él se interesó por la pequeña, me ofreció el manto a cambio de que le diera a la niña — Dijo, con expresión de pena.

— ¿Por qué mi padre querría una bebé?

Roquer se tensó, comprendiendo algo que yo no alcanzaba a entender.

— Su esposa había muerto días atrás en un parto y no solo eso, su hijo también nació muerto, así que el duque estaba dolido y decidí darle lo que pedía, hicimos un acuerdo, le entregué a la bebé y me quedé con el manto — Dijo el lord, mi respiración falló, esto no podía estar pasando.

— Esa bebé...

— Eras tú, solo le puse como condición a tu padre que llevaras mi apellido como nombre.

Me quedé sin asimilar nada.

— ¿Entonces quién rayos soy?

— Eres mi sobrina — Dijo, observando mi rostro — Tienes los rasgos de los Pepper, no de los de tu padre, aunque él es un poco pelirrojo jamás podría igualar nuestro color de cabello, el tono de la piel y las pecas.

Roquer maldijo — Maldito, no finja preocupación, usted la cambió por un manto.

— No se meta en este asunto — Gruñó el lord — La señorita es una Pepper aunque lleve el apellido Jones, de no ser por mí, el duque no habría tenido herederos.

— ¿Por qué? — Jadeé, sentía mi corazón muy acelerado, tenía la mirada ida, la respiración me estaba fallando — ¿Por qué me vendió por oro?

— Mi hermana falleció en el parto, tu padre jamás se hizo cargo, era un simple granjero que jamás apareció y nadie sabía sobre la deshonra, te iba a conservar como una criada de los sirvientes, lamentablemente no podía darte apellido sin sufrir un escándalo, así que el duque me ofreció una oportunidad para ti, de ser una Jones, vivir entre lujos y un buen título, ese era mejor destino para ti.

Sollocé, temblando, queriendo que fuese una pesadilla.

El lord tomó mi mano.

— Ahora puedes volver... Si deseas puedes quedarte aquí...

Me sacudí de su agarre.

1
Ana Parra
Ay 🙈 Roquer tu no escarmientas lo que tienes de grande lo tienes de impulsivo y bruto, deja que el desenlace de los hechos se den x por si solos; lo que debes hacer es buscar a Maude , lord Leandro y deja de ser tan gruñón e iracundo porque así tu mismo vas alejar a Pepper .
San Aguirre
❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹
Mariannys Benítez 🇻🇪
un poco llorón ese baron
Mariannys Benítez 🇻🇪
hombre orgulloso no acepta a esta enamorado
Olga Ortiz
encantada con esta novela
Olga Ortiz
que bueno que Roquer otro eso, ya sabe por dónde empezar para recuperar a Pepper y salvar a Maude
Marcela Lopez
está buenísima
Yise
Excelente, maravillosa jugada /Joyful//Joyful//Joyful//Joyful/q buen espectáculo el q dio Roquer pa terminar ayudando. Después de todo no sos tan malo bb Eres noble de corazón así no lo veás ni lo creás/Chuckle//Chuckle//Chuckle//Chuckle/
Paola Gonzalez
ME ENCANTA
Daiana Ibarra
regalanos otro capítulo porfa
San Aguirre: x2 ☺️☺️☺️
total 1 replies
𝓔𝓶𝓪𝓷𝓭𝓮𝓻 🖤
jajajaja 😅Al barón le llovió sobre mojado 🤣🤣🤣
Mariannys Benítez 🇻🇪
ojalá deje de ser tonta y no se deje casar con cualquiera
San Aguirre
🥺🥺🥺
San Aguirre
❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹
Ana Parra
Bueno Pepper ahora si vas a saber hasta donde llega la maldad del duque
Marcela Lopez
pobre Pepper espero que se reencuentren nuevamente
Paola Martiz
excelente historia igual de buena que las otras felicidades autora 👏👏👏👌
Daiana Ibarra
ay espero acuse a serpiente autora regalanos otro capítulo
johanna lisset urdaneta
excelente
Limaesfra🍾🥂🌟
que diga que fue la serpiente quien la raptó
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