Liora reencarna en un mundo mágico con una nueva oportunidad para vivir y solo busca ser feliz.
***
El mundo mágico tiene muchas historias, todas conectadas pero independientes.
NovelToon tiene autorización de LunaDeMandala para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Confesión
De regreso a la posada. Ya era de noche cuando llegaron. El pasillo estaba silencioso, la luz tenue de los faroles iluminaba apenas las paredes. Eamon se despidió para ir a su cuarto.
Eamon: Mañana continuamos. Descansen.
Liora: Buenas noches, Eamon.
El Rey: Descansa.
La puerta de la habitación de ellos se cerró. El aire se volvió distinto. Más denso. Más íntimo. Más… decisivo.
Liora caminó unos pasos hacia la cama… pero se detuvo. Respiró hondo.
Liora: Su Majestad… necesito hablar con usted.
El Rey la miró inmediatamente, preocupado.
Rey: ¿Ha pasado algo? ¿Descubriste algo en el templo?
Liora negó. Con una pequeña sonrisa triste.
Liora: No es sobre el templo. Es sobre nosotros.
El Rey sintió un pequeño vuelco en el estómago.
Algo entre miedo… y esperanza… y confusión.
Rey: ¿Nosotros?
Liora se acercó despacio.
No coqueteaba.
No jugaba.
No provocaba.
Era Liora…
la Liora real.
Sin máscaras.
Sin bromas.
Sin actuación.
Liora: Quiero dejar algo claro esta noche… porque no quiero hacerle daño. Ni quiero incomodarlo. Ni repetir errores del pasado.
El Rey se irguió, serio.
Rey: Liora… ¿qué intentas decir?
Ella respiró una vez más, profunda, valiente.
Liora: Si usted no siente nada por mí… si le molesta cómo soy… si mis actos le han incomodado o sobrepasado límites… dígamelo ahora. Y pararé. Lo juro. No volveré a tocarlo, ni a provocarlo, ni a cruzar ninguna línea.
El Rey la miró… completamente sorprendido. Como si nunca hubiera esperado escuchar eso.
Liora bajó un poco la mirada.
Liora: Sé lo que es tener encima a alguien que quiere algo que tú no puedes dar. Sé lo que es sentirse perseguido, presionado… y no quiero ser eso para nadie. Menos para usted.
El Rey dio un paso hacia ella. Inconsciente. Instintivo. Como si su cuerpo respondiera antes que su mente.
Rey (en voz baja): Liora…
Pero ella levantó la mano para detenerlo, sin dureza… solo con cuidado.
Liora: Déjeme terminar. Si usted no me corresponde… si solo soy su espía… su aliada… su responsabilidad… Entonces esta noche lo dejo. Dejo el juego. Dejo las bromas. Dejo de intentar algo que usted no quiere. Y seguimos adelante como compañeros. Sin más.
Levanta la mirada. Firme. Verdadera.
Liora: Pero necesito que sea sincero. Completamente sincero. Porque yo lo seré. Yo sí siento cosas por usted. Y necesito saber… si estoy sola en esto.
el Rey respiró tan profundo como si fuera la primera vez que respiraba en toda su vida.
El silencio entre ambos se volvió casi palpable.
El Rey tardó en hablar.
Miró a Liora largo rato, con el ceño fruncido… no de enojo, sino de algo más complejo.
Algo que él mismo no sabía manejar.
Finalmente, respiró hondo.
Rey (con voz baja, cuidada): Liora… tú eres… maravillosa.
Liora parpadeó, sorprendida por el inicio.
El Rey continuó, eligiendo las palabras como si temiera herirla.
Rey: Eres inteligente, audaz, valiente… y… hermosa. Muy hermosa.
Liora sintió un cálido pinchazo en el pecho.
Lo escuchaba con una mezcla de esperanza… y miedo.
Rey: Nada de lo que has hecho me ha incomodado. No me has faltado el respeto. No has cruzado límites dañinos. Eres… luminosa.
Liora tragó saliva, tratando de sostener la mirada.
Rey: Pero… yo… ahora mismo… no estoy buscando una esposa.
La palabra cayó como un peso suave, pero pesado.. no hirió. Pero sí dejó un eco triste.
Liora bajó la mirada, conteniendo una pequeña sonrisa triste.
Liora: Entiendo. De verdad.
Él negó rápido, dando un paso hacia ella.
Rey: No es porque no seas suficiente. No porque no te valore. No porque no seas… todo lo que cualquiera podría desear.
Liora levantó la mano suavemente y lo interrumpió con ternura.
Liora: No tiene que explicarlo más, Su Majestad. Lo entiendo. De verdad que sí.
Rey: No quiero que pienses que… que tus gestos me molestaron.
Liora: ¿Ninguno?
Rey (muy sincero): Ninguno.
Ella sonrió, pero no con picardía. Con cariño. Como alguien que suelta algo, no porque quiera… sino porque respeta al otro.
Liora: Entonces… me disculpo si le generé alguna confusión. Nunca quise ser una carga para usted. Ni presionarlo.
Rey (rápido, casi dolido): No lo has hecho. No eres una carga. Jamás lo serías.
Liora asintió con una dulzura triste.
Liora: Lo sé. Pero también siento… que usted no me quiere de la forma en que yo… en que yo podría quererlo.
Un silencio suave, lleno de comprensión, se extendió entre ellos.
El Rey abrió los labios como si buscara palabras… pero no las encontró.
Porque él aún no sabía lo que sentía.
No podía nombrarlo.
No podía asumirlo.
No podía corresponderle… no todavía.
No así.
Y Liora lo entendió antes que él mismo.
Ella dio un pequeño paso atrás. Ni frío. Ni distante.
Solo… respetuoso.
Liora (sonriendo suavemente): Está bien. No está obligado a sentir lo mismo.
El Rey la miró, con una expresión que mezclaba alivio… y algo parecido a pérdida.
Rey: Liora…
Liora alzó una mano, pidiendo calma, con ternura sincera.
Liora: Estoy bien, Su Majestad. Lo prometo. Solo necesitaba saberlo. Para no seguir cruzando una línea que usted no quiere cruzar.
Ella respiró hondo.
Liora: A partir de hoy… seré su aliada. Su espía. Su compañera en la misión. Nada más.
La sonrisa que acompañó esas palabras era verdadera…pero escondía un pequeño dolor que ella, como siempre, se guardó para sí misma.
Rey (inquieto, casi impulsivo): Liora… yo no dije que..
Liora lo miró con amabilidad infinita.
Liora: Lo sé. Pero a veces, Su Majestad… lo no dicho pesa más que lo que se dice.
El Rey se quedó sin palabras. Completamente. Y por primera vez… ella fue la que se dio vuelta para ir a su cama… no huyendo, sino aceptando. Aceptando con el corazón en calma.. Aunque doliera un poco.
Ojalá en el ducado encuentre alguien de otro reino que la invite a conocerlo 😏
😂🤣😂🤣😂 Estos dos hombres ya tienen canas verdes /Grievance//Grievance/