Ziva es una escritora de romances, pero a pesar de ello, nunca ha tenido una relación en la vida real.
Vivir sola, sin sus padres, la volvió aún más cerrada al amor… o tal vez simplemente insensible.
Un día, uno de sus romances está a punto de convertirse en película, pero le piden a Ziva que agregue un personaje secundaria para darle más picante a la historia.
Un incidente cambia todo. Después de ayudar a una actriz famosa, entra en coma, dejando un signo de interrogación en lo más profundo de su conciencia.
Extrañamente, despierta y se encuentra dentro del romance que estaba escribiendo, convirtiéndose en la desgraciada figurante sobre la que había escrito esa noche.
Se encuentra en una situación extraña: transportada a la casa de ese personaje secundaria, viviendo una noche ardiente con el antagonista masculino.
¿Cómo terminará todo esto? Sigue la historia para descubrirlo…
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Capítulo 15
Priksa, observándolos partir, cerró inmediatamente la puerta del apartamento de Agnetta.
Entonces, la chica subió a la habitación de Agnetta, viendo que Agnetta ya estaba empezando a recuperar la conciencia.
"Agua", murmuró Agnetta en voz baja.
Priksa rápidamente le dio agua a Agnetta, que fue bien recibida por la dueña de la casa.
"Priksa, ¿cuándo volviste?", dijo Agnetta al ver a su amiga allí.
"Hace dos horas", dijo Priksa con rabia.
Agnetta se rió al oír el tono de voz irritado de Priska, e hizo una mueca al ver la mirada furiosa de la chica.
"Ya te he dicho que no vuelvas allí", dijo Priksa con rabia.
"Lo siento, pero siguen llamándome", dijo Agnetta en voz baja, y entonces intentó sentarse.
"Netta, ya no estás viviendo sola, vas a ser madre, ¿y si lo descubren y te golpean la barriga?", dijo Priksa frustrada.
"Eso no va a pasar, voy a proteger a mi bebé", dijo Agnetta.
"Estoy preocupada", dijo Priksa tristemente.
"Lo sé, pero estoy segura de que no me voy a lastimar, porque tú estás aquí", dijo Agnetta sonriendo.
"Hah, ¿qué más puedo hacer? Yo también tengo que ser una tía fuerte", dijo Priksa fingiendo estar enfurruñada.
"Es verdad... El futuro aegy estará muy orgulloso de tenerte como tía", dijo Agnetta riendo.
"Es verdad... Ah, sí, cuando te desmayaste, alguien te recogió, ¿lo sabías?", dijo Priksa informando.
"¿En serio? ¿Quién?", preguntó Agnetta.
"Se llama Gara, si no me equivoco", dijo Priksa encogiéndose de hombros descuidadamente.
"¿Gara quién? No lo conozco", preguntó Agnetta.
"Ese tipo, el espía de Silas", dijo Priksa irritada.
"¿En serio?", dijo Agnetta sorprendida.
"Sí, y ese Silas, él vino aquí hoy", dijo Priksa de nuevo.
"¿Cómo sabe de mi casa? ¿Y por qué no me di cuenta de que estaba siendo espiada?", murmuró Agnetta.
"Es fácil, Agnetta, quien tiene dinero, tiene muchas conexiones, recuerda eso", dijo Priksa.
"Es verdad", dijo Agnetta.
"Entonces, él sabe que mi matrimonio es falso", dijo Agnetta.
"Seguro... Él lo sabe", dijo Priksa riendo.
"¿Pero qué pasa con mi embarazo?", dijo Agnetta en pánico.
"Hah... ¿Por qué simplemente no le dices que estás llevando a su hijo?", dijo Priksa con rabia.
"No quiero, él es el bucin de Michael, en lugar de aceptar a este bebé, me va a intimidar", dijo Agnetta con miedo.
"Hah, es verdad", dijo Priksa.
"No importa no tener un padre, tú y yo somos suficientes para cuidarlo", dijo Priksa de nuevo.
"Entonces, ¿él ya sabe que estoy embarazada de su hijo?", dijo Agnetta con miedo.
"Probablemente no, porque todavía no has ido al hospital para verificar, ¿verdad?", preguntó Priksa y Agnetta asintió.
"Bien, él no lo sabe si es así", dijo Priksa de nuevo.
"Hah, es verdad, puedo estar un poco más tranquila por eso", dijo Agnetta riendo.
"Está bien, olvidemos a ese canalla de Silas, entonces vamos a hacer planes para esta semana", dijo Priska animada.
"Está bien, vamos a divertirnos", exclamó Agnetta.
Mientras tanto, un hombre estaba perdido en sus pensamientos en su habitación.
Él es Silas, el joven estaba mirando fijamente al cielo que era claramente visible en el balcón de su habitación.
"Ella está embarazada", murmuró Silas.
"Maldita sea, ¿por qué eyaculé dentro de ella?", dijo Silas con rabia.
Él no estaba listo para ser padre, y también amaba a otra mujer, Michelle.
"¿Qué hago?", murmuró Silas frustrado.
"¿Pero por qué ella no vino a mí y me dijo que estaba embarazada?", dijo Silas sorprendido.
¿No debería ser así? Incluso si Silas se negara más tarde, al menos la chica debería informarle.
"¿Será que la razón por la que hizo un matrimonio falso es para que yo no me dé cuenta de que está embarazada de mi hijo?", dijo Silas de nuevo.
Es verdad, si lo pensaba, la razón era esa, combinaba perfectamente con lo que él estaba confuso hasta ahora.
¿Pero por qué? ¿Por qué Agnetta quería esconder su embarazo de él, aunque fuera su hijo?
"¿Será que ella está dolida porque fue castigada por su familia por estar embarazada?", murmuró Silas.
¿Será que es así? Si es verdad, entonces todo esto es por su culpa.
"Maldita sea, ¿qué debería hacer?", murmuró Silas frustrado.
Mientras tanto, en una aldea remota, había una pequeña casa, en la cual había dos personas inconscientes.
Un hombre entró en la casa, y miró a las dos personas tristemente.
"¿Cuándo van a despertar? Echo de menos a mi hermana", murmuró el hombre.
Una semana después.
Agnetta y Priksa estaban listas para ir a la facultad, Priksa pasó una semana en el apartamento de su amiga.
Y Agnetta fue muy ayudada por la presencia de Priksa allí, porque durante más o menos una semana.
Agnetta continuó sintiendo náuseas y vómitos, el efecto de su embarazo, pero Agnetta nunca tuvo antojos durante este tiempo.
Sólo que había un poco de nostalgia, y quería ser abrazada por el hombre que, por desgracia, era el padre de su hijo.
"¿Nos vamos ahora?", preguntó Priksa.
"Sí", dijo Agnetta sonriendo.
Como tenían clase por la mañana, partieron a las 06:30, desayunarían en la cantina más tarde.
En realidad, Priksa le había dicho que desayunara antes, pero Agnetta dijo que si desayunaba más tarde, temía que vomitara de nuevo.
Además, no tenía hambre todavía, pero Agnetta ya había bebido un vaso de leche, para nutrir a su futuro bebé.
Fueron en el coche de Agnetta, y Priksa estaba conduciendo, la chica prohibió a Agnetta conducir el coche.
Con miedo de que algo le sucediera también a su embarazo, si hablaban sobre las heridas que recibió.
Estaban completamente curadas, aunque dejaran una pequeña cicatriz, afortunadamente podría desaparecer si usaba pomada regularmente.
Y para sus planes, sobre su marido imaginario, Agnetta no iba a anunciar su muerte.
Porque si lo pensaba de nuevo, sería más seguro también, para Agnetta y su futuro bebé.
Para que nadie la molestara también, o declarara su amor abiertamente más tarde.
Entonces Agnetta eligió dejar que la gente supiera sobre su matrimonio, pero ellas no sabían sobre su marido imaginario.
"¿Cómo crees que será su expresión?", murmuró Agnetta.
"Tal vez te feliciten", dijo Priksa riendo.
"¿Y por qué de repente dijiste que no querías divulgar la noticia de la muerte de tu marido imaginario?", preguntó Priksa.
Mientras tanto, la chica ya había preparado un buen guion para completar el final de la historia de Agnetta.
"Creo que es mejor así, entonces la gente no se acercará a mí abiertamente porque saben que estoy casada", explicó Agnetta riendo.
"De todos modos, estoy embarazada, y no es posible que haya un hombre que quiera estar conmigo", dijo Agnetta de nuevo.
Priksa se quedó pensativa, su amiga era muy superficial en sus pensamientos, aunque la chica era una madre soltera.
Priksa estaba segura de que todavía había muchas personas esperando para casarse con Agnetta más tarde.
'Hah, en realidad hay muchas personas esperando, pero mi amiga no es lo suficientemente sensible', pensó Priksa riendo.
