Par De Reyes

...💕👑NOTA DE AUTORA👑💕...

...Hola, queridos lectores ...

... Dejemos esto aqui para ver si nos da suerte el conejito, tengamos más likes, comentarios y subamos más en popularidad 💕💕💕🐰🐰🐰...

...Los amito 💕👑🐰...

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Ese mismo día Zoe comenzó con su entrenamiento físico, para sorpresa de todos incluso de la misma Sira, Tristán decidió iniciar personalmente con el entrenamiento, su futura reina luna era demasiado confiada, por lo que tenía que darle unas cuantas lecciones, tal vez no cambiaría eso de ella, pero si aprendería a defenderse para que no vuelvan a tomarla de sorpresa como aquella chica, que resultó ser la pareja destinada del futuro rey supremo.

- Sabes, no quiero- Dijo Zoe asustada, Tristán arqueo las cejas- Es que das miedo, ¿Me vas golpear fuerte? – Preguntó de nuevo, dirigió su mirada a los gemelos, ellos habían dejado sus actividades solo para estar presentes, aunque Tristán se los prohibió ellos se negaron a obedecerlo.

- Solo quiero ver que tanto avanzaste en la manada luna roja, no tengas miedo, aunque por la manera en que casi mueres hoy, me imagino que no aprendiste nada sobre defensa- Dijo algo molesto, Zoe puso los ojos en blanco.

- Si aprendí, solo que no espere que Skylar me atacara así, se veía tan buena chica, parece una muñequita con su cabello rubio- Dijo emocionada, Tristán se lamentó de solo escucharlo.

- ¿Por qué no te han marcado los gemelos? – Pregunto fijando su mirada en su cuello, ella se cubrió con sus manos y dirigió de nuevo la mirada a ellos.

- Por qué me va a doler- Soltó desanimada, Tristán soltó una leve risa y dirigió la mirada al par de reyes, podía sentir el aroma de los gemelos en ella, además de que también planearon en dividirse las actividades para pasar tiempo con ella, era obvio que ellos eran muy cercanos, por lo que a estas alturas ya debieron marcarla.

- Ok, no me meteré en eso- Dijo resignado, solo tenía que encargarse de entrenarla bien para que pudiera defenderse- Ataca – Dijo tomando posición de combate, Zoe suspiró, no quería pelear contra Tristán, incluso sus clones le tenían miedo, aunque ellos dijeran que es respeto. - ¡Hazlo, Zoe! - Ordeno, Zoe frunció el ceño, se lanzó al ataque contra Tristán, tenía que entrenar era parte de sus deberes como futura reina luna, quería ser de ayuda para sus gemelos, ser una gran reina que pudiera defenderse y defender.

Los gemelos observaron el enfrentamiento, Zoe atacaba con sus puños, pero estos no le hacían ni el más mínimo daño a Tristán, es más parecía que la que salía dañada era ella misma, Sira y los trillizos también se percataron de eso, incluso Tristán lo notó, pero también notó que ella mantenía su defensa alta, a la espera de un ataque sorpresa, eso era algo de halagar en ella, era un diamante en bruto que solo tenían que pulir, sería una digna reina luna.

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Idali no se apartaba de Skylar, el médico la reviso y le realizo una transfusión de sangre, la herida de inmediato comenzó a cicatrizar, era lo que ella necesitaba, jalo una silla y se sentó al lado de ella, era mitad vampiro era obvio que se alimentara de sangre, pero ¿Qué era su otra mitad?  ¿Humana? Tal vez, aun así, no le importaba, ella era su mate, la había buscado por largos años y la aceptaba tal como era, solo esperaba que ella lo aceptara, por la forma en la que la conoció pudo notar que no era una simple damisela en peligro, se sabía defender y tal vez si no hubiera estado ahí, los gemelos habrían acabado con su vida, Kaeli no se equivocó, ella estaría con los gemelos, su mate, su preciada pareja.

Skylar abrió de nuevo sus ojos, se sentía con más energía, incluso ya no sentía ese agonizante dolor en su vientre, se sentó en la cama y miró su brazo, tenía un equipo de transfusión de sangre conectado a ella, era por eso que se sentía demasiado bien, dirigió su mirada al hombre que estaba a su lado, la miraba con tanta intensidad, pero había cierta ternura en esos dorados, él dijo que era su pareja, no podía ser cierto eso, ella no podía estar destinada a un lobo.

- Hola- Dijo con su ronca voz, ella frunció el ceño- Me llamo Idali- Agregó, estaba nervioso, quería que ella lo aceptara, pero esa mirada que le dedicaba decía todo lo contrario.

- Tengo que irme de aquí- Trato de levantarse de la cama, pero Idali se acercó para detenerla- No me toques, saco de pulgas- Le ordeno molesta, Idali suspiró y la soltó.

- Aún estás débil, debes recuperarte – Le dijo con suavidad, Skylar suspiró y se sentó de nuevo en la cama.

- Escucha, no quiero ser tu pareja- Soltó con molestia, Idali suspiro con tristeza- Carajo, si se enteran que soy la pareja de un pulgoso me van a matar…- Dijo desesperada.

- Matare a quien quiera hacerte daño – Hablo Idali con firmeza, Skylar le dirigió la mirada, ese hombre parecía que no bromeaba con lo que decía, el corazón de Skylar comenzó a acelerarse sentía algo extraño en ella, no entendía que era, pero en el fondo le decía que podía confiar en él- Te prometo, que no dejare que nadie te lastime, te protegeré, por favor, dame una oportunidad, no me rechaces – Suplico, se puso de rodillas junto a ella y rozo sus dedos con los de ella, Skylar jadeo al sentir ese roce.

- No sabes con quien te estás metiendo…- Soltó Skylar molesta, no podía creerle, solo era un chico y por la forma en la que vestía se daba cuenta que era un lobo criado en cuna de oro, además de que estaba en ese palacio con los príncipes gemelos.

- Los que te quieren dañar, no saben con quien se están metiendo…- Dijo con una tierna sonrisa- Déjame protegerte- Susurro, Skylar suspiró al ver la sinceridad en su rostro.

- Skylar- Dijo, Idali arqueo las cejas- Me llamo Skylar – Agregó, Idali asintió emocionado- Escucha pulgoso, eso no significa que te voy a aceptar, solo me quiero recuperar e irme de aquí…tienes hasta entonces para conocerme y darte cuenta que no soy tu pareja ideal para ti- Le dijo con una sonrisa sarcástica al final de sus palabras, Idali sonrió con ternura, esa era una oportunidad, no la desaprovecharía por nada del mundo.

- Lo eres, incluso Jinx lo cree, eres nuestra pareja ideal, perfecta para nosotros- Dijo emocionado.

- ¿Jinx? – Preguntó confusa.

- Si, mi lobo, así se llama y muere por conocerte…te estuvimos buscando por años- Continuó, Skylar asintió, desvió su mirada no podía creer que su corazón se acelerara por esas tontas palabras, realmente ese chico parecía que fue criado en cuna de oro, tal vez con unos padres amorosos que le dieron todo, que cumplieron todos sus caprichos, suspiró, odiaba a ese tipo de personas que no tuvieron que luchar para vivir, pero extrañamente sentía que a él no podía odiarlo, eso no le gustaba, se tomaría su tiempo, se recuperaría por completo, analizaría la situación en ese palacio y cuando tuviera la oportunidad cumpliría con su deber, acabaría con los gemelos Greyson.

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Zoe llego a su recamara cansada después de un largo entrenamiento, realmente Tristán era muy estricto, pero más que molestarle le agrado, pues sentía que aprendería mucho en poco tiempo, quería que así fuera, eran tantos los deberes a su cargo, que necesitaba aprender lo más pronto posible y ser de ayuda para los gemelos, la puerta se abrió y entro Bryan, sonrió.

- ¿Y Aiden? – Preguntó, era raro verlos solos.

- Se quedó revisando algunas cosas con los trillizos- Se acercó a ella y comenzó a quitarle los tenis- Yo me adelante, para que no te sientas solas- La miro desde esa posición, Zoe asintió emocionada. – Sé que el entrenamiento es difícil, lo siento- Volvió a decir, miró sus manos tenía algunas heridas y estaban rojas.

- No importa, me divertí, además quiero aprender para poder protegerlos a ustedes- Dijo emocionada, Bryan soltó una leve risa, ella era demasiado tierna, aunque también tenía su carácter temerario, la cargo en brazos- ¿Qué haces? – Preguntó asustada.

- Hoy, yo te bañare, ternurita- Dijo con picardía y beso sus labioso, Zoe lo miró con su rostro rojo, pero emocionada por lo que estaba por pasar en el baño.

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Tristán llegó a su recamará necesitaba darse un baño, había sido un largo entrenamiento con Zoe, por fortuna la chica no se quejó como pensó, eso le agradaba, ella aprendería rápido y podría tal vez tomar algunos deberes como reina luna antes de su coronación, se quitó su playera dejando a la vista su perfecto torso y brazos musculosos, su teléfono comenzó a sonar, suspiro al ver de quien se trataba era una video llamada, dudaba en contestar, pero sabía que si no lo hacía ella estaría insistiendo por horas.

- ¿Qué quieres? – Preguntó con seriedad, mirando la pantalla donde aparecía aquella pelinegra de ojos grises oscuros, con sus labios pintados de rosa.

- ¿Así es como saludas a tu futura pareja? - Preguntó Aeliana con una gran sonrisa, Tristán suspiró con pesadez- ¿Qué haces? ¿Por qué no me has llamado? - Hablo al notar que él no diría nada.

- Estoy ocupado…Hay mucho que hacer aquí antes de la coronación de tus hermanos- Dijo mientras caminaba hacía el armario. Aeliana logró ver que estaba si playera, se mordió el labio inferior, quería ver un poco más, pero sabía que si se lo pedía el fácilmente colgaría la llamada, así que debía se cautelosa con lo que diría.

- ¿Por qué estás desnudo? – Preguntó tratando de sonar seria, Tristán puso los ojos en blanco y miro hacia la pantalla.

- No lo estoy- Contestó con molestia, ella estaba sería algo raro en ella.

- Pues claramente veo que, si lo estás, ¿Estás solo? Mira Tristán espero que no me estés engañando con alguna sexi guerrera, porque a ella solo le desfigurare su estúpido rostro, pero a ti te cortare el pe...- Amenazó.

- ¡Aeliana! - La interrumpió antes de que terminara- Carajo, eres una princesa y así es como hablas ¿Qué te pasa? – La regaño, Aeliana hizo todo su esfuerzo para no poner los ojos en blanco y no reírse, sabía que si lo hacía Tristán se daría cuenta de su juego. – Estoy solo, en mi recamará- Dijo entre dientes, giro la cámara y mostro toda la habitación para que ella observara que estaba solo, giro la cámara de nuevo a él.

- Tal vez…ya se fue y por eso estas desnudo- Dijo manteniendo seriedad, Tristán suspiro, coloco la cámara sobre un soporte y se alejó para que ella lo viera por completo, solo llevaba puesto sus jeans y sus tenis oscuros, Aeliana observo a detalle el cuerpo de ese hombre, era perfecto y ansiaba que realmente fuera su pareja destinada y aunque no, lo aceptaría como pareja elegida, era todo lo que ella necesitaba.

- ¿Ves? – Dijo molesto, se fijó en el rostro de Aeliana, ella no perdía detalle de lo que veía, maldijo por dentro, ella se había salido con la suya y ahí estaba él como idiota cumpliéndole sus caprichos- Princesita pervertida- Se acercó y tomo su teléfono. Aeliana comenzó a reír, podía notarse su rostro rojo por lo que acaba de disfrutar.

- ¿Quieres que yo también te muestre algo? – Preguntó coquetamente mientras colocaba su teléfono en un soporte y dejaba a la vista el lugar donde estaba, en su cama, con sus piernas cruzadas y vistiendo un pijama de dos piezas, comenzó a desabotonarse la parte superior de su pijama. Tristán ni siquiera parpadeaba, sabía que ella era capaz de desnudarse en frente de él, era demasiado atrevida, comenzó a reír. - ¿Qué pasa? – Preguntó deteniéndose.

- ¿Crees que tengo ganas de ver el cuerpo de niña de una princesita caprichosa? – Preguntó con diversión, Aeliana frunció el ceño- Vamos, princesita, al menos te faltan veinte centímetros para que me la pongas dura- Dijo con malicia, Aeliana mordió su labio inferior y tomo su teléfono, Tristán sonrió, finalmente logró calmarla. – A dormir, las niñas deben dormir al menos ocho horas- Se volvió a burlar, Aeliana suspiró.

- Mi cumpleaños es el próximo mes, ¿Vendrás? – Preguntó con una leve sonrisa, Tristán tomo seriedad, logro ver tristeza en aquellos grises.

- No – Respondió fríamente – Pero te llamare para desearte feliz cumpleaños y espero que encuentres pronto a tu pareja destinada- Agregó, Aeliana asintió desanimada, tratando de mantener su sonrisa.

- Tristán, ¿Me aceptarías como pareja elegida? – Preguntó de nuevo con una dulce sonrisa.

- Jamás- Respondió con sequedad, Aeliana asintió sin poder evitarlo sus lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas – Aeliana, no llores, por favor… - Dijo suavizando su mirada y su voz.

- Está bien, me rindo…espero encuentres a tu pareja pronto Tristán y seas muy feliz – Hablo con su voz entre cortada, no recordaba cómo sucedió, solo un día se dio cuenta que estaba enamorada de él y deseaba de todo corazón que fuera su pareja destinada, pero Tristán, siempre la trató como a una niña, la cuido como lo que era la princesa del país del norte, pero solo era eso, él no sentía nada por ella, ni siquiera el vínculo de parejas, así que debía dejar de aferrarse a él y dejarlo tener su vida, pues si él encontraba a su pareja destinada, eso la lastimaría mucho.

- Aeliana, yo…- Tristán suspiró, tenía un gran apreció por ella, la conoció desde que era una bebé y la cuido como si fuera su hermana pequeña, aunque no lo era, no podía negar que cuando creció y su cuerpo se desarrolló sintió atracción por ella, pero aun así no se dejó llevar por eso, por nada del mundo, le haría algo a ella, a la princesita, porque eso era para él, la princesita.

- Bye – Dijo colgando la llamada, Tristán bajo el teléfono y paso su mano con su cuello.

- Mierda… ¿Por qué tiene que ser una niña? – Soltó molesto mientras se dirigía al baño.

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...Palacio del país del rey de reyes del Norte....

Aeliana estaba en su recamará, había terminado su llamada con Tristán, le dolía mucho saber que él jamás la aceptaría como una pareja elegida, aunque deseaba ser su pareja destinada, había posibilidades que no fuera así, la puerta de su recamará se abrió y entro su madre, vistiendo un traje elegante color rojo, se acostó a su lado y acaricio su cabeza con ternura, ella siempre actuaba así cuando lloraba, no decía nada.

- Tristán no me quiere…- Dijo una vez que se tranquilizó, escuchó a su madre suspirar- Le dije que el próximo mes en mi cumpleaños y solo dijo que me llamara y me felicitara, que espera que encuentre a mi pareja destinada pronto- Volvió a decir, su madre solo escuchaba- ¡No es justo! También quiero un amor como el que tú y papá tienen – Se sentó en la cama y la miro, su madre se veía hermosa, su cabello estaba recogido en una coleta alta, su rostro estaba perfectamente maquillado, aunque no tanto, ella siempre ha sido hermosa con o sin maquillaje, sus labios resaltaban en un tono rosa un poco más fuerte que los de ella.

- Lo tendrás- Hablo su madre con ternura- Pero debes ser paciente, sabes, tu padre apareció cuando menos lo quería…tal vez te pase lo mismo- Dijo con una gran sonrisa Aitana, Aeliana suspiró, habían escuchado como se conocieron sus padres, no por ellos, sino por su abuela Andrea, ellos pocas veces hablaban de cómo se conocieron, pero tampoco era como si fuera importante, ellos se amaban demasiado, se daban cuenta con solo verlos, siempre acaramelados, daban envidia incluso sus compañeras del colegio sentían enviada y anhelaban tener una pareja tan guapo y sexi como su padre.

- Mamá, quiero ir a ver a los abuelos… ¿Puedo? – Pregunto tomando sus manos, Aitana suspiró.

- No – Dijo con una sonrisa- Tú quieres ir al palacio Greyson y ver a Tristán ¿Verdad? – Agregó, Aeliana suspiró, era difícil engañar a su madre, debió pedírselo a su padre, él fácilmente caía sus peticiones. – Está bien, ve, pero si descubres que Tristán no es tu pareja, regresaras de inmediato ¿Quedo claro? – Le advirtió, Aeliana asintió emocionada, no podía creer que su madre estuviera ayudándola en esos momentos.

- Si, mami, gracias, gracias- La abrazo con fuerza, Aitana rio y respondió en el abrazo, quería que su hija creciera y madurara, Aeliana había sido más mimada que ella, por lo que sabía que necesitaba cambiar eso y tal vez ir a Greyson sería una buena experiencia, además su hermanos estaban ahí, cuidarían de ella y no dudaba que también lo haría Tristán, a pesar de que no era su pareja destinada siempre estuvo cuidando de ella, tanto que incluso pensó que tal vez si estaban destinados, pero fue fácil para él irse y dejarla a ella ahí.

- Ni una palabra a tu padre, solo le diremos que extrañas a tus hermanos y pasaras una temporada con ellos… ¿Quedo claro? – Le advirtió al terminar el abrazo, sabía que si su amado Byron se enteraba el motivo del porque iba su princesa a Greyson no se lo permitiría era demasiado celoso con Aeliana, para él seguía siendo una pequeña niña.

- Te amo, mami, te amo, muchas gracias – Dijo abrazándola de nuevo, era su última oportunidad, en un mes cumpliría la mayoría de edad y si estaba cerca de Tristán podría descubrir si era su pareja o no, si lo era sería la mujer más feliz del mundo, pero si no lo era, entonces, tendría que renunciar a él por completo, después todo él ya le dijo que jamás la aceptaría como pareja elegida.