Obsesión, Maltrato Y Sufrimiento

— Que sucede?, por qué dijiste eso? quien era? era Mateo? — me pregunta Fernando

— Me llamó el de bienes raíces para decirme que la casa se había vendido, que ni bien me fui de su oficina un hombre llegó y la compró, estaba muy emocionada hasta que dijo que él hombre que la compró dijo que esa casa era importante para él y ahí me di cuenta que era Mateo el que la había comprado, después me quiso vender una casa muy insistente y ahí deduje que Mateo aún seguía ahí y que estaba escuchando la conversación, por eso dije eso de que reconsideraba la idea de irme a vivir contigo y ahí salto tu primo enojado diciendo que ni se me ocurriera, que si yo quería que él me dejara tranquila que me mantuviera lejos de ti. Entiendes que tú primo jamás me dejara en paz? estuvo toda la mañana siguiéndome Fernando, estamos divorciados pero aún así no me deja tranquila, yo ya no puedo seguir así, estoy cansada ya — le digo con desgano, ya harta de todo esto

— Voy a hablar con mi tío, él no puede meterse en tu vida, él tiene prohibido acercarse a ti hasta que nazca el bebé, y luego supervisado por alguien puede venir a ver a su hijo, tú tranquila yo solucionare esto — me dice él alterado

— Ya déjalo, por más cosas que hagan él no se dará por vencido, él está obsesionado y hará hasta lo imposible por estar cerca mío. Por favor vete Fernando, no quiero que Mateo me vea contigo — le digo levantándome del sofá

— Samara no, por favor, yo solucionare esto, pero no me alejes de tu lado, te lo suplico — me dice desesperado tomando de mis manos

— Lo siento Fer no tengo opción, le temo mucho a Mateo y no quiero provocarlo con nada, por favor vete y no regreses — le digo girándome y subiendo a mi habitación

Me acuesto en la cama, me dolían los pies a horrores y la cabeza sentía que se me iba a estallar, así permaneci por un rato hasta que me quede dormida.

Me despierto, miro la hora del teléfono y son las 14hs, me levanto asustada por haberme dormido

"El almuerzo, me olvidé de preparar el almuerzo para mis hermanos" — digo saliendo de la habitación y bajando hasta la cocina

Al llegar no hay nadie, todo está limpio y hay un plato con comida sobre la mesa de la cocina, que de seguro lo dejaron para mí,

"será que Yuri o Yago cocinaron?" — me preguntó a mi misma

Meto el plato de comida en el microondas y lo caliento, luego de unos minutos me siento a comer aquí mismo en la cocina

Al terminar lavo el plato y los cubiertos que utilice y vuelvo a mi habitación, el dolor de cabeza aún persiste y ya casi no lo aguanto, no he preguntado que puedo tomar que no le haga daño al bebe, me tocará ir a la clínica y de paso averigüo por alguna psicóloga

Me cambio de ropa y una vez lista salgo de la casa y comienzo a caminar, pero como a tres cuadras de la casa comencé a marearme y tuve que parar unos segundos y sostenerme de la pared por qué sentía que mi visión se distorsionaba

"Que me está pasando?" — me digo a mi misma mientras me sostengo de la pared

— Que sucede? te sientes mal? el bebé está bien? — escucho a Mateo hablar detrás de mi

— Ma...Mateo — alcanzó a decir antes de desmayarme

( .... )

Mateo ...

— SAMARA — grito al verla desvanecerse en mis brazos

Enseguida la tomo en mis brazos y la subo al auto para llevarla hasta la clínica

Conduzco lo más rápido posible hasta llegar, entro con ella en mis brazos y pido un médico urgente

— Que le sucedió ? — me pregunta el médico que llegó a auxiliarla

— No lo sé, iba caminando y de pronto se paró, se sostuvo de la pared y luego se desmayo — le explicó al médico lo que ví

— Bien, usted es familiar ? — me pregunta

— Si, soy su esposo Mateo Reed — le respondo

— Bien señor Reed, espere mientras la atendemos — me dice el médico y luego se va con Samara

Me siento en uno de los bancos que había ahí y espero impaciente a que él médico salga

"Que le paso? ella estaba bien, por qué se desvaneció de repente?" — me preguntó a mi mismo desesperado de que algo le pase

Los minutos comienzan a pasar y yo me desespero más, "por qué tardan tanto?"

Una hora después al fin sale el médico que se la llevó

— Señor Reed, su esposa se encuentra bien, ella por casualidad sufre de nervios, estrés o pánico? — me pregunta y yo quedó en silencio unos minutos , todo esto que le está pasando es por mi culpa ?

— No, no lo sé, no me he dado cuenta si está pasando por algo así — le digo al médico

— Bueno señor Reed debe controlarla un poco más, en su estado de embarazo ella necesita estar lo más tranquila posible, mucho estrés podría provocarle un parto prematuro y es muy riesgoso en este momento, podría perder al bebé — me dice el médico y yo entro en pánico, si algo le llega a pasar al bebé o a ella por mi culpa, no me lo perdonaría jamás

— De acuerdo doctor, puedo pasar a verla ? — le pregunto ansioso

— Si, ella aún está inconsciente, Pero pronto despertara, sígame — me dice y yo lo sigo hasta donde pasaron a Samara

Al llegar a la puerta de la habitación el médico se despide y yo entro, me siento a su lado, le tomo la mano y con la otra acaricio su vientre hablándole a mi bebé

— Lo siento tanto bebé, mi intención no era ocasionarle esto a tu mami, perdóname, si algo te pasará por mi culpa no me lo perdonaría, los amo, a ti y a mami y pronto estaremos juntos como una familia — le digo a mi hijo mientras acaricio el vientre de Samara

Un rato después Samara se despierta, me observa pero no dice nada

— Cómo te sientes? — le pregunto para saber

— Bien — es lo único que responde sin mirarme

— Sami lo siento, se que todo es mi culpa, que estás aquí por mi culpa — le digo volviendo a tomar su mano

Ella sigue seria, sin mirarme y sin responderme y eso me altera, solo quiero que me sonría como le sonríe a Fernando, por qué no me sonrie una vez al menos ?

— Sami — le digo para que me mire pero ella no me ve — Por favor mi amor mírame — le vuelvo a decir y ella voltea a verme, pero no dice nada — Te amo Samara y me enloquece verte con alguien más, no puedo controlar mis celos enfermizos, te amo y aunque estemos divorciados tu sigues siendo mía — le confieso

— Yo no te amo, y jamás volveré contigo Mateo, antes prefiero suicidarme a volver contigo — me dice y eso me enoja pero me calmo enseguida

— No voy a permitir que estés con nadie que no sea yo Samara, sácate eso de la cabeza — le digo serio

— Si me quedo sola y no estoy con nadie, me dejarás tranquila ? solo quiero un poco de paz en mi vida Mateo — me dice y yo le sonrió

— Claro que te dejaré tranquila mi amor, siempre y cuando permanezcas sola y te mantengas lejos de Fernando — le digo en un tono tranquilo

— Con Fernando no tengo nada, solo somos amigos, nada más — me dice y le vuelvo a repetir

— Solo mantente lejos de Fernando Samara, por qué a ti y al bebé no les haré nada, pero a él lo haré desaparecer si sigue intentando quedarse con lo que es mio — le digo ahora en un tono serio

— Está bien, solo no cometas más locuras Mateo, deja a tu primo tranquilo, me mantendré lejos de él, lo prometo — me dice desesperada y me fastidia que este defendiendo al idiota de Fernando

— Ya sabes entonces lo que tienes que hacer, también te irás a la casa que compré para ti y el bebé, tendrás una cocinera y una empleada para que limpie la casa, tu solo debes descansar y estar tranquila — le digo serio

— Está bien, está bien lo haré — dice comenzando a llorar

— Por qué lloras? no te he hecho nada, no he dicho nada para que llores — le pregunto confundido, es más estoy tratando de estar lo más tranquilo posible con ella para no alterarla

— Lo siento — dice sin mirarme y temblando

— Sam, por qué tiemblas? no te estoy haciendo nada, trato de que estés lo más tranquila posible, no quiero que nada malo le pase al bebé — le pregunto asustado

Me levanto de la silla para abrazarla y veo que se cubre la cara con ambos brazos como en defensa - "pensó que le iba a pegar?" -

Justo en ese momento entra el médico, yo me vuelvo a sentar y la vuelvo a tomar de la mano

— Buenas tardes señora Reed, veo que ya ha despertado, como se siente ? — le pregunta el médico

— Yo no soy.... — Samara le iba a decir que ella no era mi esposa, pero le apreté, la mano para que callara — Me siento bien doctor, ya me puedo ir? — pregunta agachando la mirada

— Si señora Reed ya puede retirarse, debe cuidarse de los nervios y el estrés, eso puede ser peligroso para su estado, trate de estar tranquila hasta qué llegue a término con el embarazo — le dice él médico explicándole

— Está bien doctor — solo dice Samara

— Bien, los dejo entonces, cualquier cosa vuelves — dice el médico para después salir

— Vamos mi amor, te llevo a tu casa — le digo ayudándola a bajar de la cama

Ella se deja ayudar pero no dice nada, cuando apoya los pies en el piso veo que se tambalea un poco, enseguida la cargó en mis brazos y la saco de la clínica así

Ella sigue sin decir nada, llegamos al auto, la ayudo a subir y le abrochó el cinturón y luego me subo yo

En todo el camino hasta su casa ella permaneció callada, no entendía porque no decía nada, porque no me discutía o me peleaba como lo hizo hoy por teléfono

— Sam, segura que estás bien? — le pregunto

— Si, lo estoy, no te preocupes — dice sin mirarme

— Descansa está noche, mañana prepara tus cosas, vendré a buscarte después del medio día para llevarte a la nueva casa — le digo mientras continúo conduciendo

— De acuerdo — solo dice y yo la miro, por qué dice que si a todo? por qué no se queja o protesta por algo?

Pero lo dejaría así, ya tendremos más tiempo de aclarar las cosas, ahora solo quiero que descanse y esté tranquila, no quiero que se vuelva a descomponer por mi culpa, se que se estresa demasiado cuando yo estoy cerca, por eso le daré su espacio hoy para que descanse y mañana la buscaré para llevarla a la nueva casa.