Katy es una joven de 19 años que vivió en un orfanato hasta los 18. Actualmente trabaja como mesera, y conoce a Sebastian, un CEO millonario, mientras le servía a él y a sus amigos en una mesa.
Sin saberlo, Sebastian había hecho una apuesta con sus amigos para conquistarla y lograr que formara parte de su mundo de riquezas durante seis meses. Katy se entrega a la relación y termina embarazándose.
El día que planeaba contar que estaba embarazada, descubre la existencia de la apuesta…
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Capítulo 6
Katy
Llego a la ciudad al amanecer, el autobús para frente a una tienda, no hay estación de autobuses en la ciudad, es realmente una ciudad pequeña, con solo una avenida principal donde se encuentra todo el comercio local... le pregunto al conductor del autobús si sabe dónde puedo encontrar un hotel... me dice que solo hay una posada en la ciudad, está al final de la avenida y el nombre de la propietaria es Rose... empiezo a bajar por la avenida en dirección a la posada, mi estómago gruñe y recuerdo que no como desde ayer al almuerzo... necesito acordarme de alimentarme mejor, pues ahora cargo otra vida conmigo... necesito buscar un médico para hacer mi control prenatal también... empezar a pensar en mi bebé como algo real...
Llego a la posada... está abierta a pesar de ser muy temprano, así como el restaurante al lado... entro y toco la campanilla y luego una señora gordita y canosa viene a atenderme... con una sonrisa en el rostro, se presenta como Rose, la propietaria... el lugar es bien sencillo, pero limpio y acogedor... pregunto si tiene habitación disponible y ella confirma que sí... explico que estoy viajando desde anoche y necesito una habitación por tiempo indeterminado... Rose me recibe de una forma encantadora y mis ojos se llenan de lágrimas, estoy muy sensible con todo lo que ha pasado —mi hija, antes de mostrarte la habitación, déjame que tomes tu mochila y vamos aquí al restaurante de al lado para que desayunes, porque tienes cara de hambre— concuerdo con Rose y vamos en dirección al restaurante —este restaurante es de nuestra familia también, en la posada trabajamos mi hija Anne May y yo, y en el restaurante mi marido Joe es el cocinero... yo ayudo por la mañana hasta la hora del almuerzo y tenemos a Mac que trabaja después del colegio y a Jane que trabaja por la mañana y por la tarde, pero ya está al final del embarazo así que vamos a tener que arreglárnoslas sin ella por un tiempo— me explica Rose...
El restaurante era encantador, con olor a comida casera... Rose me presenta a Joe, un señor moreno con cabellos canosos, gorro de cocinero y un delantal blanquísimo cubriendo la enorme barriga... así como su esposa con una sonrisa en el rostro corre a preparar mi desayuno... diez minutos después una chica con una barriga de unos 8 meses de embarazo trae a la mesa huevos revueltos con bacon, zumo de naranja, tostadas, té, y un tazón con yogur y cereal... mi boca se llena de agua y rápidamente empiezo a comer... Rose se sienta conmigo con una taza de café y con un tono dulce me pregunta qué me hizo venir a una ciudad como Dreamsville...
Respiro hondo y cuento... cuento todo, al final tanto Rose como yo tenemos los ojos llenos de lágrimas... entonces Rose me sorprende con una pregunta —y ¿cuál es tu sueño, mi querida, qué deseas hacer con tu vida, para ti y para tu bebé? Para que nunca más tengas que pasar por esto— Pienso un poco y explico —lo único que sé hacer es servir mesas y coser... ¡ah! y dibujo muy bien también! Modestia aparte hago dibujos de vestidos lindos y consigo coserlos después incluso a mano— y ¿ya has pensado en hacer vestidos para vender?— Hasta ya pensé, pero siempre tuve que trabajar para mantenerme y no sobraba para comprar tela para confeccionar los vestidos... y después cuando tenía el dinero Sebastian tomaba todo el tiempo que me sobraba y eso fue quedando en segundo plano— cuando toco el nombre de Sebastian siento una punzada en el pecho y no consigo evitar el llanto... cómo duele recordar y hablar de él... espero que un día este dolor pase, pues necesito estar bien por mi bebé...
Rose me mira con ternura y me hace una propuesta —Kate, ¿por qué no me ayudas aquí en el restaurante por la mañana hasta las 15 horas, el horario en que disminuye el movimiento...? el salario es modesto pero no vas a necesitar gastar en alimentación ni en vivienda y así te sobrará tiempo para coser tus lindos vestidos, y voy a poder dar la licencia de maternidad a Jane y así que ella vuelva después de 4 meses ya tendrás una colección de vestidos y podrás, quién sabe, abrir tu propia tienda de vestidos lindos... Tengo una habitación pequeña en el fondo de la pensión, la hicimos para que Anne May viviera allí en cuanto se casó con Jack... es pequeña pero bien arregladita... ahora Jack y Anne ya tienen su propia casa, consiguieron comprarla con el dinero que él gana en el taller mecánico que el padre le pasó, entonces la habitación está libre... me vas a hacer un favor dejándola bien cuidada y con eso me ayudas en el restaurante y organizas tu vida para cuando este bebé lindo llegue... ¿qué me dices?
Me emociono mucho y acepto, claro... no resisto y abrazo apretadamente a Rose, esa mujer tan dulce que la vida colocó en mi camino después de esa decepción tan grande que sufrí... estoy muy agradecida, mucho mismo por la vida estar dándome una nueva oportunidad de recomenzar...
Compro un chip de celular nuevo y llamo a Ana, ella atiende desesperada y me cuenta que Sebastian primero la llamó para tener noticias y después fue allá no creyendo que ella no sabía nada... Resumiendo, expliqué todo lo que pasó, y pedí que no contara nada sobre mi paradero... pedí también que recibiera mi salario en la cafetería que iba a abrir una cuenta con el nombre de soltera de mi madre para que ella me depositara... conté también sobre Rose y todo lo que ella ha hecho por mí sin siquiera conocerme... Ana se emociona mucho y promete hacer lo que pedí, dijo también que puedo contar con ella para todo... agradezco, prometo dar noticias y me despido con un beso...
Rose me lleva a conocer la habitación y es increíble... nunca tuve un rincón solo mío... por tantos años en el orfanato dividiendo el cuarto con 10 chicas, después en el apartamento con Ana dividíamos el mismo cuarto, pues era lo que conseguíamos pagar, y después con Sebastian... corto la línea de pensamiento, pues no quiero pensar en él, quiero olvidar que él existe... examino la habitación con la mirada llena de esperanza... tiene una cocina y sala conjugada con una cocina toda con armario blanquito y una encimera de mármol, una barra con banquetas la separa de la sala... en la sala hay un sofá de esquina con una tv de 39 pulgadas en la pared una cortina florida que alegra el ambiente blanco... tiene un baño todo de azulejos azul-claro con una bañera pequeña pero acogedora... el cuarto tiene una cama de matrimonio, un armario de 6 puertas espejado y un tocador antiguo con banqueta y espejo... me encanta todo... es todo muy sencillo pero hecho con mucho cariño de una madre para una hija... y de nuevo mis ojos se llenan de lágrimas, pero de felicidad y esperanza de que tal vez pueda conseguir sola cuidar de mi bebé...