Liana, una joven que descubre que es la última descendiente de una antigua línea de guardianes de ángeles. Su vida cambia drásticamente cuando una serie de misteriosos eventos la lleva a ser reclutada por una organización secreta encargada de mantener el equilibrio entre los mundos humanos y celestiales.
A medida que Liana profundiza en su nuevo rol, comienza a desentrañar secretos oscuros sobre su familia y la verdadera naturaleza de su poder. Un ángel caído, caudillo de una rebelión celestial, amenaza con desatar el caos en ambos mundos, y Liana debe enfrentarse a él antes de que sea demasiado tarde.
Mientras navega por traiciones, alianzas inesperadas y su propio conflicto interno, Liana descubre que nada es lo que parece. Cada revelación acerca de su pasado revela un nuevo giro en la trama, desafiando sus creencias y forzándola a confrontar la verdad sobre su identidad y el destino que le espera.b
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Capitulo 19: El Amuleto Perdido
El sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte, bañando la ciudad en un resplandor dorado. A medida que los primeros rayos de luz iluminaban las calles, Liana y Valen avanzaban hacia el antiguo distrito, el corazón de una trama de leyendas y secretos. La jornada prometía ser una de las más peligrosas, pero también la más crucial. Habían descubierto, en el libro ancestral, una referencia a un amuleto perdido, un artefacto que podía ser la clave para desbloquear el poder necesario para enfrentarse a los Ángeles Caídos.
—No puedo creer que el amuleto esté en un lugar como este —murmuró Liana, observando los edificios desmoronados a su alrededor. Cada rincón parecía estar impregnado de una historia olvidada, de promesas rotas y sueños desvanecidos.
Valen caminaba a su lado, su expresión tan enigmática como siempre. Sus ojos verdes se movían de un lado a otro, analizando cada detalle del entorno con una precisión casi instintiva.
—Las leyendas siempre tienen una base en la realidad —dijo Valen, su voz grave cortando el silencio—. Aunque el lugar parece desolado, el amuleto debería estar aquí, escondido a plena vista.
Liana frunció el ceño mientras estudiaba un antiguo mapa que habían obtenido del libro. La ubicación descrita parecía ser un viejo edificio en el centro del distrito, conocido en tiempos antiguos por su relación con la magia prohibida. El amuleto, según los textos, había sido sellado allí para protegerlo de aquellos que deseaban usarlo para fines oscuros.
—Según esto, el amuleto debería estar en una cámara oculta dentro del edificio —dijo Liana, señalando un símbolo extraño en el mapa—. Pero no tengo ni idea de cómo llegaremos a él.
Valen se detuvo frente a un edificio en particular, que parecía ser el punto de partida correcto. Las paredes estaban cubiertas de enredaderas, y el edificio tenía un aspecto de abandono que le daba un aire siniestro.
—Este es el lugar —afirmó Valen, sus ojos examinando la entrada cubierta de polvo—. Pero no será fácil. La cámara oculta estará protegida por trampas y hechizos que han sido activados para proteger el amuleto.
Liana asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad que llevaba. El amuleto no solo era crucial para su misión, sino que también representaba una conexión con los eventos pasados que habían moldeado su mundo.
Valen empujó la puerta principal, que se abrió con un chirrido bajo, revelando un vestíbulo polvoriento. El aire estaba cargado de una energía antigua, y la luz que se filtraba a través de las ventanas rotas proyectaba sombras inquietantes sobre las paredes.
—Debemos proceder con cuidado —advirtió Valen, sacando una pequeña esfera de cristal de su bolso. La esfera comenzó a emitir una luz suave, revelando runas antiguas grabadas en el suelo.
—Estas runas deben ser una de las protecciones —comentó Liana, observando las inscripciones con atención. Sabía que romperlas podría activar una trampa peligrosa.
Valen hizo un gesto hacia una esquina de la habitación, donde un antiguo tapiz colgaba de la pared. Con un movimiento hábil, lo retiró, revelando una serie de símbolos ocultos.
—Aquí —dijo Valen—. Este es el primer paso para encontrar la cámara. Hay que alinear estos símbolos en el orden correcto.
Liana se acercó y comenzó a trabajar junto a Valen. La tarea requería precisión y paciencia, cada símbolo debiendo ser movido cuidadosamente para desbloquear la siguiente etapa. El silencio se hizo denso mientras ambos se concentraban en su tarea, el único sonido era el murmullo de la esfera de cristal y el roce de los movimientos.
Después de varios intentos fallidos y conjeturas, el tapiz se movió, revelando una puerta secreta oculta detrás de una pared. Liana sintió una mezcla de alivio y anticipación mientras Valen la empujaba lentamente, dejando entrar una ráfaga de aire fresco y gélido.
La cámara que se reveló ante ellos estaba iluminada por una luz etérea, y en el centro, sobre un pedestal de piedra, descansaba el amuleto. Era un objeto antiguo y elegante, con un diseño intrincado que combinaba gemas de colores y metales preciosos. Su presencia era imponente, y parecía emitir una suave vibración que resonaba con el poder de siglos.
—Lo hemos encontrado —dijo Valen, su voz cargada de una mezcla de satisfacción y respeto.
Liana se acercó al pedestal, su mano extendiéndose hacia el amuleto. A medida que lo tocaba, una oleada de energía la envolvió, y una visión fugaz del pasado se desplegó ante sus ojos. Vio imágenes de batallas antiguas, de Guardianes y Ángeles Caídos luchando en una guerra que había definido el equilibrio del mundo.
—El amuleto está vinculado a la profecía —dijo Liana, asimilando las imágenes—. Debemos usarlo sabiamente.
Valen la observó, sus ojos llenos de una intensidad inusual. Había comprendido que la búsqueda del amuleto no solo había sido un desafío físico, sino también una prueba de su determinación y capacidad para enfrentar el destino.
—Ahora que lo tenemos, debemos irnos antes de que el hechizo de protección se reactivé —advirtió Valen, mientras ambos comenzaban a salir de la cámara oculta.
Mientras regresaban por el oscuro edificio, Liana no pudo evitar sentir una creciente sensación de esperanza. El amuleto era un paso crucial en su misión, pero también representaba un nuevo comienzo, una oportunidad para cambiar el curso de la historia.
La mañana estaba avanzando cuando salieron del edificio, el sol ya elevándose alto en el cielo. Con el amuleto en su posesión, Liana y Valen sabían que se acercaban a la siguiente fase de su búsqueda. Cada paso los acercaba más al enfrentamiento final, a la batalla que definiría el destino de su mundo.
Y mientras se alejaban del antiguo distrito, el amuleto oculto en la seguridad de su bolso, ambos sabían que su verdadera prueba apenas había comenzado.