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Isabella Y La Luz Del Reino

Isabella Y La Luz Del Reino

Status: Terminada
Genre:Aventura / Completas / Magia / Viaje a un mundo de fantasía / Mundo de fantasía / Mundo mágico
Popularitas:4.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Rosario z

En un reino lejano y mágico llamado Lumaria, vive una valiente princesa llamada Isabella, que siente una conexión especial con la naturaleza y las criaturas mágicas que habitan el bosque encantado que rodea su castillo. Un día, mientras explora el bosque, se encuentra con Luna, un hada madrina que le revela que ha sido elegida para una misión crucial: salvar al reino de la oscuridad que amenaza con consumirlo.

Con determinación, Isabella acepta el desafío y se embarca en una aventura llena de peligros y maravillas. A lo largo de su viaje, se encuentra con seres mágicos como duendes traviesos, unicornios majestuosos y dragones. Además, conoce a Alejandro, un joven mago que se convierte en su leal compañero de viaje. Juntos, enfrentan la malvada bruja Morgana, quien ha sumido a Lumaria en la oscuridad con sus hechizos malignos.

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Capítulo 2: La Puerta del Bosque

El sendero serpenteaba a través de árboles altos y frondosos, cada uno de ellos parecía susurrar secretos antiguos mientras Isabella y Clara avanzaban con cautela. La luz del sol se desvanecía lentamente, y la atmósfera se tornaba más densa, llenándose de un aire místico que las envolvía.

—Isabella, ¿estás segura de que esto es lo correcto? —preguntó Clara, mirando a su alrededor con nerviosismo. Las sombras se alargaban a su alrededor, creando formas inquietantes.

—Debemos seguir. Luna dijo que esta es la dirección correcta. Si encontramos la Puerta del Bosque, tal vez podamos descubrir cómo combatir a Morgana —respondió Isabella, apretando su mano con determinación.

—Sí, pero... ¿y si nos encontramos con algo peligroso? —Clara hizo una pausa, observando los arbustos que parecían moverse con la brisa—. Estoy empezando a pensar que quizás deberíamos haber regresado al castillo.

Isabella se detuvo y miró a su amiga, notando la preocupación en su rostro.

—Clara, recuerda que estamos juntas en esto. Si alguna vez nos encontramos en problemas, podemos apoyarnos mutuamente. Confía en mí —dijo Isabella con una sonrisa tranquilizadora.

Clara asintió, aunque todavía parecía un poco nerviosa. Continuaron caminando, y el susurro del bosque se volvió más fuerte, como si estuviera animándolas a seguir adelante.

De repente, un brillo tenue apareció a lo lejos, iluminando un área del bosque. Isabella sintió que su corazón latía más rápido.

—¿Ves eso? —preguntó, señalando hacia la luz.

—Sí, pero no estoy segura de si deberíamos acercarnos —Clara respondió, su voz aún temerosa.

—No podemos darle la espalda a la esperanza. Vamos a ver qué es —Isabella tomó la mano de Clara y comenzaron a caminar hacia la luz.

Al acercarse, se dieron cuenta de que la luz provenía de un círculo de piedras antiguas, cubiertas de musgo y flores silvestres. En el centro del círculo, había una puerta de madera tallada, decorada con intrincados grabados de hojas y flores.

—Esto... esto debe ser la Puerta del Bosque —dijo Isabella, asombrada.

—Es hermosa —respondió Clara, acercándose con cautela—. Pero, ¿cómo sabemos que es segura?

Isabella se acercó a la puerta, tocando la superficie de la madera con sus dedos. En ese instante, los grabados comenzaron a brillar suavemente.

—¿Ves eso? —dijo Isabella—. Creo que está respondiendo a nuestra presencia.

Clara miró el brillo con asombro, pero todavía se sentía insegura.

—Tal vez deberíamos esperar a Luna. Ella parece saber más sobre esto —sugirió Clara.

—No podemos esperar. La oscuridad se está extendiendo, y no sabemos cuánto tiempo tenemos —Isabella respiró hondo—. Voy a intentarlo.

Se acercó a la puerta y, con un leve empujón, la empujó hacia adentro. La puerta se abrió lentamente, revelando un pasaje oscuro que parecía extenderse infinitamente.

—Isabella, no estoy segura de que esto sea una buena idea —Clara dijo, retrocediendo un paso.

—Confía en mí, Clara. Debemos entrar. Juntas, somos más fuertes —Isabella hizo una pausa y luego añadió—. Si no lo hacemos, nunca sabremos lo que hay al otro lado.

Clara miró hacia la puerta abierta, luego a Isabella. Finalmente, asintió, aunque su expresión seguía siendo de inquietud.

—Está bien. Pero si algo va mal, prometeme que volveremos —dijo Clara, con la voz temblando ligeramente.

—Lo prometo —respondió Isabella, y juntas cruzaron el umbral.

El pasaje era oscuro y fresco, y a medida que avanzaban, el sonido del susurro del bosque se desvaneció, dejando un silencio pesado a su alrededor. Isabella iluminó el camino con su mano, y poco a poco, comenzaron a ver destellos de luz a medida que avanzaban.

—¿Qué es esto? —preguntó Clara, mirando a su alrededor—. Es como si estuviéramos en otro mundo.

—Parece que el bosque tiene secretos ocultos —respondió Isabella, sintiendo una mezcla de asombro y miedo.

Al final del pasaje, se encontraron en un claro que resplandecía en tonos dorados y plateados. En el centro, había un lago cristalino que reflejaba el cielo estrellado, a pesar de que aún era de día.

—Es hermoso... —susurró Clara, acercándose al borde del lago.

De repente, una figura emergió del agua. Era un hombre joven, con cabello oscuro y ojos brillantes. Se movía con gracia, como si estuviera danzando en el agua.

—Bienvenidas, viajantes —dijo el joven, su voz resonando en el aire como una melodía—. Soy Elys, el guardián de este lago. ¿Qué las trae a este lugar sagrado?

Isabella se sintió atraída por su presencia, pero también un poco desconcertada.

—Estamos buscando la Puerta del Bosque y el Corazón de la Magia. Necesitamos ayuda —dijo Isabella, sintiendo que debía ser honesta.

Elys sonrió, pero su mirada se tornó seria.

—El Corazón de la Magia es un artefacto poderoso, y solo aquellos que están destinados a encontrarlo pueden hacerlo. Deben demostrar su valía.

—¿Y cómo podemos demostrar nuestra valía? —preguntó Clara, mirándolo con curiosidad.

—Cada uno de ustedes debe enfrentar un desafío personal. Solo así podrán avanzar —respondió Elys, con un tono de voz suave pero firme.

Isabella sintió un nudo en el estómago. La idea de enfrentar un desafío la llenaba de inquietud.

—¿Qué tipo de desafíos? —preguntó, tratando de mantener la calma.

Elys se acercó al borde del lago, señalando el agua.

—Cada uno de ustedes debe sumergirse en el lago y enfrentar lo que más teme. Solo al hacerlo, podrán encontrar su fuerza interior y la verdad que llevan consigo.

Clara dio un paso atrás, claramente asustada.

—No quiero hacerlo. No sé si estoy lista para enfrentar mis miedos —dijo, su voz temblando.

—Clara, recuerda por qué estamos aquí. Si queremos salvar nuestro hogar, debemos ser valientes —Isabella la animó.

—Pero... ¿y si no puedo? —Clara preguntó, su mirada llena de inseguridad.

—Siempre puedes, Clara. Yo estaré contigo, y te prometo que no te dejaré caer. Juntas enfrentaremos esto —Isabella tomó la mano de su amiga, dándole confianza.

Elys observó con atención, sonriendo al ver la unión entre las dos amigas.

—La amistad es una fuerza poderosa. Si están listas, pueden comenzar.

Isabella respiró hondo y miró el lago. Las aguas eran tranquilas, pero sabía que se ocultaban sus propios temores.

—Vamos, Clara. Solo un paso a la vez —dijo Isabella, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

Ambas se acercaron al borde del lago y, con un último vistazo entre sí, se sumergieron en el agua al mismo tiempo.

El agua era fría, pero a medida que se sumergían, sintieron una oleada de energía. De repente, la oscuridad los envolvió, y cada una se encontró en un lugar diferente, enfrentando sus propios miedos.

Isabella se halló en un bosque sombrío, donde los árboles eran altos y retorcidos. A su alrededor, las sombras parecían moverse, y la voz de Morgana resonó en el aire.

—¿De verdad crees que puedes salvar a Lumaria? —la voz de la bruja era burlona—. Eres solo una niña, y jamás podrás derrotarme.

Isabella sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero recordó las palabras de Luna. Debía ser valiente.

—No soy solo una niña. Soy una princesa, y tengo el poder de la luz en mí —respondió Isabella, con firmeza.

Las sombras se acercaron, formando figuras aterradoras. Isabella cerró los ojos y respiró hondo.

—¡No! —gritó, levantando su mano. Una luz brillante emanó de su ser, iluminando el bosque y disipando las sombras.

Cuando abrió los ojos, las sombras habían desaparecido, y se encontró de nuevo en el lago, junto a Clara.

—¿Lo lograste? —preguntó Clara, con los ojos llenos de asombro.

—Sí, pero ahora es tu turno. Tienes que enfrentar lo que más temes —dijo Isabella, dándole una sonrisa alentadora.

Clara asintió, pero su expresión era de duda.

—No sé si puedo... —murmuró, mirando el agua.

—Recuerda que no estás sola. Estoy contigo —Isabella le tomó la mano.

Clara respiró hondo y se sumergió de nuevo en el agua. El frío la envolvió, y de repente se encontró en una habitación oscura.

—¿Clara? —llamó, sintiendo el pánico apoderarse de ella.

—¿Qué quieres, Clara? —una voz familiar resonó en la oscuridad.

Clara giró y vio la figura de su madre, que la miraba con tristeza.

—No eres suficiente. Siempre has sido un fracaso —la voz le dolía como una herida abierta.

—¡No! —gritó Clara, sintiendo que su corazón se rompía—. ¡No es cierto! Soy más fuerte de lo que piensas.

Las sombras comenzaron a cerrarse alrededor de ella, pero Clara recordó la luz que Isabella había mostrado. Cerró los ojos y se concentró.

—¡Soy valiente! ¡Soy capaz! —gritó, y una luz brillante emanó de su interior, iluminando el espacio oscuro y disipando las sombras.

Cuando Clara abrió los ojos, se encontraba de nuevo en el lago, con Isabella a su lado.

—Lo hiciste, Clara. ¡Eres increíble! —Isabella la abrazó con fuerza.

Clara sonrió, sintiendo una nueva confianza florecer en su interior.

—Lo logramos juntas —dijo Clara, sintiendo que el miedo se desvanecía.

Elys apareció frente a ellas, sonriendo con aprobación.

—Han demostrado su valía y enfrentado sus miedos. Ahora son dignas de buscar el Corazón de la Magia. La puerta se abrirá para ustedes.

Isabella y Clara se miraron, sintiendo una mezcla de asombro y determinación.

—¿Qué debemos hacer ahora? —preguntó Isabella.

Elys señaló el lago con un gesto.

—Regresen a la Puerta del Bosque y sigan el camino que se les revelará. El Corazón de la Magia las espera, pero deben estar preparadas para enfrentar a Morgana.

Ambas amigas asintieron, sintiendo que la verdadera aventura apenas comenzaba. Con un último vistazo al lago mágico y al guardián que les había guiado, se dieron la vuelta y comenzaron su camino de regreso hacia la puerta.

—Esto es solo el comienzo, Clara. Juntas, podemos enfrentar cualquier desafío —dijo Isabella, llena de confianza.

—Sí, juntas somos más fuertes —respondió Clara, con una sonrisa brillante en el rostro.

Mientras caminaban, el sendero se iluminaba a su paso, y el bosque parecía susurrar palabras de aliento. La luz del reino estaba en sus manos, y sabían que estaban destinadas a cumplir su misión.

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Elena De Cuadros
excelente historia muy buena
Margarita Castillo Lopez
bonito trabajo, pero muy repetitivo
Lucia Rosalba Garcia Mercado
está novela me tiene muy emocionada esperandoo nuevos capitulos
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