El Alfa Enamoró Al Amigo Del Protagonista

POV Jacob

Después de una mañana humillante y frustrante en el trabajo, me encontraba en mi apartamento, dando vueltas en círculos, intentando calmarme. A vergüenza y la ira se arremolinaban en mi interior. Pensé en lo que Sarah y el señor Williams me habían dicho. No podía dejar de sentir que todo eso era culpa de Edric, por haberme dejado atrapado en ese enredo emocional y físico.

Finalmente, no pude contenerme más. Agarré mi teléfono y marqué el número de Edric con dedos temblorosos. Después de unos pocos tonos, la voz familiar de Edric respondió.

-¿Jacob?¿Qué pasa?- Preguntó Edric, con una nota de preocupación en su voz.

-Ven a mmi apartamento, ahora. Necesitamos hablar.- Intenté mantener la voz firme, aunque mi corazón latía con fuerza.

Edric titubeó un momento antes de responder.

-Está bien, estaré allí en unos minutos.-

Colgué el teléfono y comencé a pasearme por la sala, tratando de calmarme y ordenar mis pensamientos. Me repetía a mí mismo que tenía que mantener la compostura, pero la rabia y la decepción seguían burbujeando en mi interior.

Unos veinte minutos después, sonó el timbre de mi pueta. Abrí la puerta con brusquedad y me encontré con Edric, que me miraba con una mezcla de preocupación y curiosidad.

Edric preguntó que pasaba, entrando al apartamento y cerrando la puerta detrás de él.

No dije nada al principio, simplemente me quedé mirando a Edric con una mezcla de emociones en mi rostro. Lugo, sin previo aviso, levanté la mano y le di una cachetada a Edric en la mejilla, haciendo que el alfa retrocediera un paso, sorprendido.

-¡¿Qué demonios, Jacob?!- Exclamó Edric, llevándose una mano a la mejilla.

-¡No te hagas el tonto!- Grité, con la voz temblando de rabia. -¡Me has dejado cubierto con tu maldito aroma y hoy en el trabajo me sentí terriblemente humillado por tu culpa!-

Edric se quedó en silencio, observándome mientras intentaba calmarme, respirando con dificultad.

-No entiendo…- Empezó Edric, pero lo interrumpí.

-¿No entiendes?- Sacudí la cabeza, frustrado. -Todos en la oficina piensan que tengo un alfa porque estoy cubierto con tu aroma, ¿no pudiste ser siquiera sutil?¡Me tuve que ir a casa porque mis compañeros no podían soportarlo! La miradas…-

Edric bajó la mirada, avergonzado.

-Lo siento, Jacob. No pude evitarlo, me sentí tan celoso que deseé marcarte, para que hasta un beta pudiera sentir mi aroma en ti.- Edric levantó la mirada, su voz llena de remordimiento. -No quería hacerte daño, pero te metiste con ese beta…-

Me quedé inmóvil, asimilando las palabras de Edric. El silencio entre nosotros se hizo pesado, lleno de emociones no dichas.

-Edric…- Edric me interrumpió.

-Jacon, te lo ruego, dame una oportunidad para corregir mis errores.- Continuó Edric. -Empecemos por conocernos mejor, como tu dijiste. Quiero demostrarte que esto es más que solo sexo para mí. Por favor, dame esa oportunidad.

Observé a Edric por un momento antes de asentir levemente, sintiendo mis ojos llorosos.

-Está bien…- Respondí en voz baja, avergonzado y con mis mejillas rojas, sintiendo un cambio abrupto en lo que sentía. Aun sentía la ira y la decepción, pero mezcladas con una pequeña chispa de esperanza.

Edric se acercó y sin previó aviso, me besó tiernamente, como nunca lo había hecho antes. Fue un beso lleno de promesas y arrepentimiento, un beso que decía más de lo que las palabras podían expresar.

Sentí una oleada de emociones atravesarme, pero antes de que pudiera responder el beso, Edric se apartó suavemente.

-Hata pronto, Jacob.- Dijo Edric, con una mirada llena de determinación y arrepentimiento.

Edric se dirigió hacia la puerta y salió del apartamento, dejándome solo con mis pensamientos y emociones encontradas.

Me dejé caer en el sofá, sintiéndome agotado pero un poco más esperanzado. Sabía que sería un camino difícil, pero quizás había una posibilidad de que todo esto pudiera llevar a algo más significativo.