ATENCIÓN está historia contiene mucha violencia, si usted es sensible por favor no la lea... Demas está decir que está es una simple novela, No una historia real ...
... Samara una joven humilde y de buen corazón, se ve en la obligación de casarse con un ser frío y siniestro, solo por ayudar a su padre a costear los gastos de la enfermedad de su hermana ...
... Mateo es un hombre frío y cruel que odia el matrimonio, padece de una enfermedad mental que se revela al verse obligado a casarse con una mujer que aborrece por ser simple ...
Acompáñame a descubrir que pasará en la vida de estos dos personajes ....
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Cap 20 -Por favor baja el arma
Samara ...
Llegamos a mi casa y él se baja enseguida para abrirme la puerta, me ayuda a bajar y me acompaña hasta la puerta
— Bueno princesa, yo me tengo que despedir ya, no olvides descansar y recuerda que mañana paso por ti — me dice y yo solo asiento con la cabeza
Tengo mucho miedo de Mateo por eso accedo a todo lo que dice, los recuerdos de todas las veces que me golpeó y abuso de mi, siguen presente día a día y el pánico de volver a repetir todo eso me está atormentando
Por eso trato de no llevarle la contraria y evitar hacerlo enojar. El jamás me dejará ser feliz, pero con tal de estar tranquila soy capaz de quedarme sola toda la vida, debo resignarme a esta vida, ya no me queda más opciones, ni estando divorciados me dejara tranquila
— Está bien — solo respondo y me giro para entrar a la casa pero él me detiene, me gira de nuevo quedando frente a él y se agacha hasta la altura de mi vientre para luego besarlo
— Adiós mi príncipe, mañana vendré por ustedes — le dice al bebé, luego se levanta se acerca a darme un beso, le iba a girar la cabeza para esquivarlo pero preferí no hacerlo enojar
Después de que se despidió, volvió a subir a su auto y se fue
Una vez sola, mis lágrimas comienzan a salir nuevamente, todo esto que estaba viviendo, los nervios, el miedo, estoy traumada
A veces me dan ganas de terminar con mi vida y mi sufrimiento, pero pienso en mi hijo y lamentablemente solo me queda seguir aguantando toda esta tortura que estoy viviendo
Tal vez si me vuelvo sumisa a Mateo, él me deje tranquila y no se desquitará conmigo, debo obedecerlo y decirle que sí a todo
Tal vez después de que nazca el bebé, piense en terminar con mi vida, se que Mateo no lo hará sufrir al bebé, lo adora demasiado como para hacerlo sufrir, y se que no le hará faltar nada, mi hijo estará bien, pero yo ya no quiero vivir más así, debo poner punto final a todo esto.
Después de tranquilizarme un poco, seco mis lágrimas e ingresó a la casa, eran las 18 hs ya. Pero gran sorpresa me lleve al ver a Fernando en la sala esperando
— Por qué estabas con Mateo? — me pregunta levantándose del sofá y acercándose a mi
— Que haces aquí? creí haberte dicho en la mañana que no volvieras, no quiero que Mateo se enfade por saber que estás aquí — le digo asustada recordando las palabras de Mateo, que lo iba a hacer desaparecer sino se alejaba de mi
— Que te sucede Samara? eres masoquista? te gusta estar con él después de todo lo que te hizo? — me pregunta serio
— Tu no sabes lo que yo estoy sintiendo Fernando, le tengo temor a tu primo, cada vez que se me acerca el pánico me invade y solo accedo a hacer lo que pida con tal de no hacerlo molestar y que vuelva a golpearme. Yo no estaba con él por gusto, él se me aparece en todos lados, dime qué quieres que haga? — le digo comenzando a llorar de nuevo
Fernando se acerca y me abraza intentando tranquilizarme, pero es tanta la angustia que siento que se me hace imposible calmarme
— Te irás conmigo, estando en mi casa estarás segura y yo podré cuidarte y protegerte de él — me dice ahora tomando mis mejillas para que lo vea a los ojos
— Fernando debes alejarte de mi, Mateo me amenazó con matarte si no te alejabas de mi, no quiero que nada te pase por mi culpa, vete por favor — le suplico para que se vaya, si Mateo se llega a enterar de que está aquí, tengo miedo de su reacción, ya me lo dejo claro y se que habla con la verdad
— Samara, Mateo no puede hacerme nada, tu tranquila que yo me sé cuidar y quiero cuidarte a ti también, porque no me dejas cuidarte? — me dice sin soltarme las mejillas mirándome a los ojos
— Tengo miedo Fernando — le digo abrazandolo
— No lo tengas, yo voy a estar a tu lado cuidándote siempre. Te amo Samara y voy a luchar por tí ya sea hasta con Mateo — me dice acariciando mi cabello, le iba a decir que ya mañana no lo volvería a ver, ya que Mateo prácticamente me obligó a mudarme, pero preferí callar
Yo sé que si le digo hará hasta lo imposible por evitarlo, hasta enfrentarse con Mateo y no quiero que nada le suceda, no a él, yo sé que Mateo no miente y es capaz de cualquier atrocidad con tal de que no esté cerca mío y no puedo permitir que eso suceda
Me enamoré de Fernando ya hace bastante tiempo y si me tengo que alejar de él solo para protegerlo, lo haré, aunque eso signifique hundirme en el infierno nuevamente
— Vete Fernando, por favor, estoy cansada y me quiero acostar un rato, yo estaré bien aquí — le digo para no preocuparlo y para que se vaya antes de que Mateo se entere que está aquí, aunque si está vigilandome, lo verá salir, por Dios que no pase nada
— Está bien, me iré así descansas, te amo Sami — me dice dándome un suave beso en los labios y mi corazón se acelera solo con sentirlo
— También te amo Fer, pase lo que pase nunca lo olvides, mi corazón te pertenece — le digo abrazandolo nuevamente
— Adiós preciosa, te veo mañana — me dice para luego girarse y salir de la casa
Yo subo las escaleras y me voy a mi habitación a ponerme algo más cómodo y así bajar a preparar la cena
Al llegar a mi habitación cierro la puerta y cuando me estoy por desvestir, Mateo se me aparece por detrás y automáticamente comienzo a temblar, debe haber visto a Fernando salir
— Ma...Mateo, que...que haces aquí? — digo asustada sin poder moverme
— Samara Samara Samara, por qué complicas las cosas, dime? — me dice detrás de mi, sosteniendome los hombros
— De...de que ha...hablas? — digo agitada por el miedo, me cuesta respirar
— Por qué mierda permites que ese bastardo te bese? — me dice tirando de mi cabello para atrás, haciendo que mire hacía arriba y mis lágrimas comienzan a salir
— Q..q..que ? — digo llorando
— Piensas que no los ví ? estoy en tu habitación desde que entraste a la casa, he oído y visto todo lo que le has dicho, así que lo amas a él? — me dice enojado tirando más de mi cabello
— Ma... Mateo por favor, tu y yo estamos divorciados — le digo asustada
— Y QUE MIERDA ME IMPORTA, TU SIGUES SIENDO MIA SAMARA, TE LO ADVERTI, PERO PARECE QUE NO LO ENTIENDES — dice apretándome el cuello — prepara tus cosas, nos vamos ahora
— Mateo por favor, no lo hagas, no quiero irme de aquí, por favor déjame tranquila, yo ya no soy tuya, tienes que entenderlo — le digo llorando y temblando
Mateo me lleva contra la pared y me besa salvajemente causándome dolor y lastimandome el labio por la brutalidad del beso
— Prepara tus cosas — dice soltandome y yo temblando, camino hasta el closet, tomó una maleta y comienzo a guardar mi ropa
— Te espero en el auto, 5 minutos Samara o entraré por ti — me dice saliendo nuevamente por la ventana
Salgo de la habitación y bajó con cuidado, mis hermanos no están en la sala y mi padre aún no llega de la empresa, camino hasta la puerta y la abro, Pero cuando estoy saliendo llega Fernando y corre hacía mi para evitar que saliera
Mateo al verlo se baja del auto y se le viene encima y ambos comienzan a pelearse
— Entra adentro Samara – me dice Fernando
— Ni se te ocurra, sube al auto Samara, tu te irás conmigo ahora — dice Mateo
— No, vete adentro Sam, yo me encargo de él – me dice Fernando
— Sino subes en este instante juro que lo mato — dice Mateo sacando un arma y apuntandole a Fernando
— NOOOO, MATEO DETENTE, ME IRE CONTIGO, PERO POR FAVOR BAJA EL ARMA — grito asustada terminado de salir de la casa y caminando hasta Mateo — Vamos Mateo, no cometas una locura, vamos me iré contigo, vamos — le digo tirando de su brazo para llevarlo hacia el auto
— No Samara, no lo hagas, vete adentro, no te preocupes por mi yo me encargo, vuelve adentro — me dice Fernando desesperado intentando acercarse a mi
— Alejate de mi mujer o te mato — dice Mateo apuntandole y yo me desespero aún más
— Lo siento Fernando — le digo con tristeza girándome y caminando hasta el auto de Mateo y subiendo
Mateo sin dejar de apuntarle, camina también hasta el auto, sube y arranca, alejándonos de mi casa
Ya todo estaba perdido, ya no había vuelta atrás y mi infierno volvía a comenzar, o tal vez nunca se había terminado, solo estaba calmado.