La vida te puede dar buenos o malos momentos eso depende de las decisiones que tomes, todo los momentos malos y fracasos tiene un lado bueno, solo hay que analizar en silencio cada momento para encontrar las respuestas.
Eso paso con Luan Davenport y Reisel Martel después de pasar por momentos complicados, que tuvieron que tomar decisiones inesperadas sin saber que eso los llevaría por caminos inesperados.
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1. Sin respuestas
Ciudad Lancaster
En las oficinas del corporativo Davenport se encontraba Mich hablando con Luan.
Luan era el CEO del corporativo, un hombre de 32 años de edad, muy atractivo pero muy poco sociable.
-Luan tienes una empresa que sacar adelante, yo sé que todo esto aunque no lo digas te está ocasionando conflicto, pero por favor piensa las cosas.
Mientras Luan sostenía en sus manos un vaso con licor, del cual tomo un sorbo y luego agachó el rostro para acercar su frente al vaso.
-Basta Mich déjame solo por favor, ya te dije, te quedarás al frente de la empresa, sabes cómo funciona todo, me iré un tiempo.
-amigo por favor, no puedes irte así, que pasará con Zoe- comento Mich.
-Cuidaras de ella, porque se que la amas, y no dejaras que le pase nada malo. La decisión está tomada. Termino por decir Luan.
Mich solo miro a Luan y respiro profundo.
-¿A dónde irás?- pregunto Mich.
-no lo sé, en ese momento Luan observó su celular y lo observó por un instante, para después ponerse de pie, tomar su saco y salir de la oficina.
-Luan, Luan... - Mich grito, pero su amigo no giró, solo se escuchó el golpe cuando la puerta se cerró.
En ese momento entro la secretaria de Luan era una mujer de 40 años.
-Señor Mich, sabe a qué hora regresará el señor, no firmo los documentos para la inversión con Freshly foodie.
-no se ve bien el señor Luan, cree que se reponga señor Mich.
-No lo sé, espero que sea pronto, dame los documentos, yo los firmaré.
La mujer le entrego los documentos, -se los dejo para que los revise señor.
-Gracias en cuanto termine la llamo.
- claro señor, la mujer salió de la oficina.
El celular de Mich sonó, era Zoe la hermana menor de Luan.
-Hola Mich, Luan está contigo, ya que le marco desde anoche y no me contesta, estoy preocupada- comento Zoe.
-No Zoe, él se fue hace unos momentos y no se a donde haya ido- comento Mich con tristeza.
-Voy a ir a su apartamento quizá lo encuentre ahí.
-no lo creo Zoe, pero cualquier cosa ya sabes, llámame si necesitas algo.
-Gracias Mich, te llamaré. Zoe finalizó la llamada.
Mientras tanto Luan conducía su automóvil, y llegó a un apartamento, que se encontraba en la zona más exclusiva de la ciudad.
Ingreso al apartamento donde se sentó en él sofá y se cubrió el rostro con las manos, para después levantarse y tomar otra botella de licor y tomar de la misma, posteriormente la miro y la arrojo sobre el bar.
-¿De qué me sirve todo esto?, ¿de qué me sirve la maldita posición?, todo lo que tengo, ¿para qué? ¿Dímelo?, no fue suficiente, que hice mal, que, - gritaba Luan con desesperación.
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En la ciudad Somert
Reisel salía del asilo, donde dejaba a su abuela, la señora Siena, era una mujer de edad mayor de 70 años.
Reisel ya no podía cuidarla debido a que tenía que trabajar casi todo el día y su abuela le había pedido que la llevará ahí, con mucho dolor ella la dejo y salió con lágrimas en los ojos su abuela enfermaba seguido sabía que en cualquier momento podría pasar lo peor, era su única familia, pero no podía detenerse a llorar tenía que seguir adelante, porque las cosas no llegarían solas.
Reisel era una mujer de 29 años soltera, una mujer solitaria para su edad, no era una belleza, tampoco tenía curvas, pero era atractiva, su cuerpo era delgado, su pelo era castaño obscuro, su piel blanca, y sus ojos eran de un color café claro.
Su abuela se había esforzado en ayudarle para terminar la universidad, ya que ella también obtenía becas con sus calificaciones así fue como la termino.
Reisel había enviado su petición de trabajo al corporativo Davenport como secretaria, ya que se había anunciado la vacante, cuando caminaba hacia el departamento cayó una notificación a su teléfono.
Dónde le agradecían haber participado, pero le comunicaban que la vacante se había cancelado.
Reisel suspiro con desilusión.
-Vaya tenía la ilusión de cambiar de ciudad y darle una mejor vida a mi abuela.
-Rayos!!! que mala suerte, tendré que seguir buscando trabajo, pero algún día podré vivir en ciudad Lancaster.
Reisel Martel.
Luan Davenport.
Mich Robinson.
