Una alma tranquila puede llegar a oscurecerse después de perder a una de las personas que más se ama. Dusan Leonardi vive lidiando a diario aquel atormentado pasado que lo persigue, que llegó a desatar aquella bestia que intenta sobrepasar todos los límites, y que solo ella puede domar.
NovelToon tiene autorización de Zuly Torres para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
[19]: ¡No lo hagas, Dusan!
Me pongo de pie, girandome para no seguir viéndola.
—Dije que no me interesa inyectarme esa porquería, y si no hablaremos de algo que importe, me voy.
—Dusan, espera — agarra mi brazo—. Perdón si te molesté, solo bromeaba.
—Las bromas pesadas no me gustan, y más si sabes por lo que pasé.
—Oye, en realidad lo siento. Vamos, perdóname. Siéntate y hablemos de negocios.
—Prefiero dejar las cosas así, en este país no me siento bien.
—¿Dónde vas?
—Regresaré a México.
—Pero Dusan...
La ignoro, regresando a mi automóvil, marchandome de aquella mansión.
«Hiciste bien, Dusan». No debo dejarme llevar por la tentación, tengo que mostrarle a Esme que quiero cambiar por ella.
Por décima vez llamo a Esme, no sé si estará despierta siendo las 2 de la mañana, pero necesito por lo menos escuchar su voz.
—¿Dusan? — nurmuro si abrir la llamada—. ¿Ya viste la hora que es?
—Lo siento si te desperté — muestro una sonrisa de labios cerrados—. Regresaré a México cuando amanezca, lo haré por ti.
—¿Y quieres que llore por eso?
—Perdóname, prometo no volver a realizar algo sin platicarlo contigo — suspiro—. Lo único que quiero es que sepas que te quiero, que eres la mujer que amo, y que por ti me niego a caer en tentaciones. ¿Sigues ahí?
—Yo también te quiero... te quiero mucho que quisiera nunca discutir contigo.
—Entonces, ¿me perdonas?
—Ay, Dusan. ¿Y cómo sé que no volverás a hacer una estupidez?
—Lo juro por el amor que siento por ti.
Escucho un suspiro al otro lado de la llamada.
—Buenas noches, Dusan.
—Buenas noches, niña, sueña con los angelitos — niego al instante—. Acabo de acordarme del imbécil de tu hermano.
—Vuelves a llamarlo así y te parto la cara — rio.
—Como sea, sueña conmigo. La amor, Srta. Howard.
—Y yo lo amo, Sr. Leonardi.
HORAS DESPUÉS...
De lo ansioso que estoy, siento que las horas han volado y ahora ya me encuentro frente a la puerta del departamento de Esme. Toco el timbre, pero no obtengo respuesta. Insisto por segunda vez, tocando el timbre, pero Esme continúa sin abrir la puerta.
Tantas cosas pasando por mi cabeza me hacen tumbar la puerta con una patada, ingresando al interior donde todas las cosas del departamento están destrozadas; no hay cosa alguna que esté en buen estado.
—¡Esme! — reviso todas las habitaciones, pero Esme no está. Su celular está en una esquina, y en el mismo celular se reflejan unas fotos donde su rostro está cargado de moretones, golpes, y su nariz de sangre—. Esme...
Una llamada entra a mi celular, tratándose de Haley.
—¡Hello, Dusan! Creí que no contestarias, ¿viste lo que le sucedió a Esme? Uy, es fue horroroso, ¿no?
—Tú la tienes, ¿no es así? — deja escapar una risa—. ¡¿Dónde está Esme, maldita hija de puta?!
—Justo frente a mí. Pobre, si la vieras, se ve muy mal...
—¡Entrégame a Esme!
—Vamos, Dusan, ¿enserio crees que las cosas son tan sencillas? Todo tiene un precio en esta vida, mi cielo.
—¿Qué es lo que quieres?
—Ya sabes los planes que tengo con la nueva droga, y adivina qué, ayer se le dió la estocada final. Me siento tan feliz porque por fin, luego de tantos días, tengo una nueva droga en mi poder. Pero también has de saber que no tengo quien sea la persona de prueba para saber qué tan efectiva es. Sé mi objeto de prueba y de esa forma librare a tu novio, ¿qué opinas?
—¡No lo hagas, Dusan! ¡No se te ocurra aceptar! — escucho los gritos de Esme al otro lado del celular, erizando completamente mi piel.
—Vamos, Dusan, ¿escucharás las palabras de tu novia? O tu vida o la de ella, tú decides.
—No la lastimen... — una lágrima se escurre en mi mejilla—. Haré lo que me pides, pero no lastimen a Esme.