Carolina de recién 18 años acostumbrada a trabajar desde los 15 años que envuelva en problemas y cansada de abusos acepta emigrar al extranjero con visa de trabajo por una buena propuesta tratando de huir de todo eso.
Al llegar allá poco tiempo le duro la libertad, fue llevada con engaños solo para saldar con ella un gran deuda ofreciéndola en matrimonio, para el hijo de un mafioso.
Quien la lleva era en realidad un vendedor de droga, adicto y jugador de mal alma que debia a muchas organizaciones por producto y su virginidad de ella ofresio como pago, ella descubre que fue el pago de la deuda de su padre y por eso se la llevaron con engaños.
Acompáñame a vivir cada sentimiento de Carolina y para los que pedían segunda parte de la novela "Sueños Rotos" aquí nos encontraremos con lo que paso después de muchos años y veremos a Celeste...
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DEJA QUE TE PROTEJA EL
Carolina comía ante la atenta mirada de Sebastián y el le dijo.
Sebastián: "Ahora el apuro es anunciar nuestro compromiso y la boda lo más rápido posible, para que nadie crea que se puede aún cobrar contigo, así como a mí me mantuvo quieto y a mi padre con tus fotos, lo mismo hizo con las demás mafias".
Carolina: "Tú de cuál eres".
Sebastián: "De la italiana que no es obvio por el apellido".
Carolina: "Y si nos casamos ¿ya no me tocan?, ¿como sé que es verdad lo de las demás mafias y no lo haces por casarte con la guapa Arequipeña".
Sebastián: "Claro que no te tocan porque soy el hijo del capo de la mafia Italiana, y en lo que el Doctor entra a evaluarte traeré una carpeta de mi oficina donde verás muchas cosas sobre ti".
Sebastián salió y ordeno al Doctor que evalúe a su novia el salió.
Doctor: "Ya te sientes mejor niña".
Carolina: "Si Doctor, y Sebastián es muy bueno, creo que si nos casamos pronto".
Doctor: "Niña estos oídos oyen de todo, y lo mejor que te puedo aconsejar es que dejes que te proteja Sebastián es un buen muchacho, no le gustan las injusticias, el matrimonio háganlo ya si es posible, escuche que te quieren los rusos y pueden venir por ti esa sanguijuela de Jesua te ofreció de garantía".
Carolina: "Hay doctor no me espante más, dígame ya me puedo parar quisiera darme un baño".
Doctor: "Le dire a Sebastián que ya te sientes mejor, solo déjame tomarte la presión y aquí te dejo mi tarjeta guárdala y puedes acudir a mí cuando quieras".
El doctor salió de la habitación y al rato entro Sebastián.
Sebastián: "Carolina mira esto, este tipo es el capo de la mafia rusa y estas las conversaciones con Jesua de hoy y él te ofrece a pago de su deuda como puedes ver, ese hombre Ruso es despiadado, tenemos que hacer algo ya yo no sabía que seguía ofreciéndote ya estás conmigo que le pasa a ese imbécil de Jesua, pero lo voy a hacer pagar por todo esto, puede comenzar una guerra sin cuartel solo por tenerte, Carolina por tu bien dame tus documentos y haré que preparen todo para casarnos hoy mismo, en casa de mi padre".
Carolina: "¡Hoy!... Si es lo mejor para evitar no caer en manos de alguien que me obligue a hacer cosas que no quiero entonces si, voltéese sacare mis documentos".
Sergio se volteó y ella sacó sus documentos.
Carolina: "Sergio prométame que me devolverá mis documentos, y ya debía de haber llamado a José seguro está muy preocupado, no sé si pueda tener mi celular conmigo siempre, no quiero que me lo quiten".
Sergio: "Carolina donde está tu celular, que más trajiste".
Carolina: "Mi celular está escondido, pero apagado, mi laptop también sé salvo del incendio porque la lleve al trabajo está en mi mochila".
Sebastián: "Ese celular felizmente viene apagado puede estar siendo rastreado o intervenido, sácalo te daré otro nuevo solo pasaré tus contactos y tu laptop la revisaré yo mismo, vendrán a peinarte arreglarte que mi padre ya alista todo en su mansión para la boda, será a las 8 pm, si te lleva mi padre del brazo será más el respeto que te tendrán, lo que si es de tradición que sea de civil y por iglesia así que también habrá un sacerdote, ¿quien es ese José? Y si te sabes su número puedes llamarlo desde mi celular en lo que te hago subir el otro celular con tus contactos".
Carolina: "José es como un tío cuando mi madrastra me echo de casa a vivir donde era la casita de mis abuelos él y su mamá la señora Jacinta me ayudaron mucho, pero ella falleció hace unos dos meses y él me apoyo mucho le daba mucha duda Jesua y al parecer si tenía razón".
Sebastián: "Toma llámalo debe estar preocupado".
Carolina le pregunto los códigos para llamar a Perú y él los marcó ella marco el número de José.
José: "¿Carolina?, hijita dime que llegaste bien y que estás en buen hogar con ese gringo loco y que todo era miedo mío".
Carolina: "José pasaron muchas cosas en el poquito tiempo que llevo aquí, pero no estoy con ese viejo loco, si lo ves por allá solo cuídate es un hombre malo, pero fui rescatada por Sebastián Tomandl trabajaré para él un tiempo es un joven bueno y no te preocupes estoy bien Sergio Tomand llego justo a tiempo".
José: "Ya sabia que algo se traía ese tipo, pero hijita que bueno que estés bien, llámame todos los días si puedes".
Carolina: "Lo prometo José, te quiero mucho, cuídate".
La llamada terminó en medio de llanto de Carolina que se arrepentía de haber viajado y confiado en el gringo, pero tenía la duda si él tuvo que ver en el incendio de su casa.
Carolina: "Usted puede averiguar si fue Jesua quién mando incendiar mi casita, era el único recuerdo de mis abuelos y mi madre que tenía y hasta mis ahorritos se quemaron me quede con la ropa del cuerpo".
Sebastián: "Si averiguare que paso, dame tu celular en un rato te traen otro seguro y con tus contactos, debo entender que la ropa que trajiste en esa maleta no es tuya la conseguiste solo para viajar rápido".
Carolina: "Es ropa de la señora Jacinta, pero no me cae tan mal ah y gracias por el celular y permitirme tener uno siempre".
Sebastián le dijo que se bajaría para dejarla que sé dé un baño que solo quedara en bata de las del baño porque ya estaban por venir a cambiarla y que en el celular estaría su número de el grabado como mi amor le recomendó que frente a todos lo trate cariñosa y no le diga usted.
El salió de la habitación y ella quedó sola, Fue al closet ya su ropa estaba ordenada busco unas bragas otro sujetador con faja donde cambio el dinero y pondría sus documentos en cuanto los trajeran, ya sabia que el celular no era necesario esconderlo".