Aisha tiene un problema de escritura: su villano es un mago oscuro invencible y su protagonista es un inútil "príncipe azul".
Frustrada, intenta eliminar la novela, pero el destino tiene otros planes.
Es violentamente succionada dentro de su propio ordenador.
Ahora, Aisha está atrapada en el mundo de fantasía que creó. ¿Será que logrará derrotar al villano? Te invito a descubrirlo.
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Capitulo:18
AISHA:
—¿Tus padres están vivos?
Pregunto mientras pienso si alguna vez mencioné a los padres del villano... Creo que no.
—¿Por qué mis padres no estarían vivos?
—No lo sé... Solo pensaba...
—Usted tiene unos pensamientos extraños señorita Aisha.
—Si supiera.
Susurro mirando los bellos paisajes que nos ofrece este mundo, si tuviera un celular aquí me tiraría fotos en cada esquina.
Al caer la noche nos detenemos en una pequeña posada y me bajo del enorme caballo sintiendo todo el cuerpo adolorido.
—Por cierto ¿Cuántos días de viajes son?
—Cinco, pero descuida, aquí compraremos un carruaje para que vayas más cómoda, es notable que no estás acostumbrada a montar caballo.
—Un carruaje suena como el cielo ahora mismo.
Admito soltando un suspiro de alivio mientras intento estirar mis piernas entumecidas.
Mis músculos protestan con cada movimiento, nunca imaginé que escribir sobre "largas cabalgatas bajo la luna" doliera tanto en la vida real.
Damián me observa con una sombra de diversión en sus ojos, aunque intenta disimularlo bajo su habitual máscara de severidad y hielo.
A los pocos minutos entramos en la posada... El lugar es acogedor, con aroma a madera quemada y estofado llenando el aire.
Miro como Lucas se encarga de hablar con el posadero mientras Damián me guía hacia una mesa apartada en el rincón más alejado y solitario.
—Quédate aquí y no llames la atención.
Me ordena en voz baja y solo arrugo el ceño.
—Iré a asegurar las habitaciones.
Lo observo alejarse con sus movimientos fluidos casi felinos, a pesar de la pesada armadura.
Me quedo pensando en su pregunta: ¿Por qué mis padres no estarían vivos? Me siento estúpida como autora, omití tantos detalles... Simplemente, asumí que, como villano debía tener un pasado trágico y solitario, pero aquí está él, hablando de una madre y una mansión como si fuera lo más normal del mundo.
Cierro los ojos por unos segundos y mejor quedo a esperar hasta que él llegue.
Cuándo Damián regresa se sienta frente a mí y se quita los guanteletes de metal con un suspiro de cansancio dejando al descubierto sus manos: grandes, curtidas y llenas de pequeñas cicatrices que cuentan historias que yo nunca me detuve a escribir.
—Mañana descansaremos más.
Dice él observando cómo intento masajearme los muslos discretamente.
—Pero no podemos bajar la guardia, Bartolomé es un cobarde, pero los cobardes suelen ser los más peligrosos cuando se sienten acorralados.
—Lo sé.
Respondo, suspirando.
—Es solo que... todavía estoy procesando lo de tus padres, en mi cabeza los villanos siempre son huérfanos con pasados traumáticos, es casi un requisito del género.
Él arquea una ceja claramente confundido por mis términos de escritora.
—Pues lamento decepcionar tu "género", pero mis padres están muy vivos, son tercos, orgullosos y mi madre probablemente te obligará a probarte todos los vestidos de la casa en cuanto te vea y también te obligará a que pasemos tiempos juntos y a solas.
No puedo evitar sonreír ante la imagen... Un villano con una madre entrometida, definitivamente la realidad le está ganando la partida a mi ficción.
Damián se queda en silencio un momento. Mira a su alrededor para asegurarse de que Lucas y los demás soldados están lo suficientemente lejos, y luego busca algo en el interior de su túnica.
—Encontré esto en la Cámara de la Inscripción, cerca de donde el príncipe invasor cayó.
Dice dejando un objeto sobre la mesa.
Es una pieza extraña, parece un pequeño medallón de metal oscuro, pero en su centro tiene incrustada una piedra que no brilla, sino que parece absorber la luz de las velas de la posada, es fría, casi negra, pero tiene unas vetas doradas que palpitan muy débilmente... Es como si tuviera pulso.
Acerco mi mano, fascinada.
—¿Qué es?
Susurro.
—No lo sé, los magos de Theodore intentaron tomarlo antes de que yo llegara a él, pero la piedra quemaba a cualquiera que no tuviera una afinidad específica, sin embargo, cuando yo lo toqué... no sentí nada, solo un vacío.
Miro el objeto con el corazón acelerado.
Repaso mentalmente cada capítulo, cada descripción de las ruinas del río Yuna que escribí en mi habitación, frente a mi computadora.
—Damián... yo nunca escribí sobre este objeto... No creo que haya estado en el guion, solo el orbe era lo único importante en esa cámara.
—Pues aquí lo tienes.
Él lo desliza por la mesa hacia mí.
—Tómalo.
—¿Yo? ¿Por qué me lo das a mí? Es una reliquia de las ruinas, podría ser peligroso.
—Porque tú eres la única que parece entender este mundo de una manera que yo no puedo.
Su voz baja de tono, volviéndose más grave.
—Si no lo creaste tú, entonces es algo que este mundo generó por sí solo, y si alguien debe tener algo tan impredecible, prefiero que seas tú, quizás... quizás te ayude a encontrar el camino de regreso, o a crear uno nuevo aquí.
Dice sin dejar de mirarme y tomo el objeto con dedos temblorosos, en el momento en que mi piel roza el metal frío, las vetas doradas de la piedra se iluminan con una intensidad cegadora por un microsegundo.
Siento una descarga eléctrica recorrer mi brazo, pero no duele... Es como un susurro en la nuca, una sensación de reconocimiento.
—Se iluminó.
Dice Damián, entrecerrando los ojos pensativo.
—Contigo reacciona.
—Se siente... caliente ahora.
Murmuro cerrando el puño sobre el extraño medallón.
—Es como si supiera quién soy.
Damián me mira fijamente, y por un momento la máscara de guerrero desaparece, hay una duda genuina en su rostro, una curiosidad que lo hace ver mucho más humano.
—Aisha, si ese objeto es capaz de cambiar las reglas de tu propia historia... ten cuidado. No sabemos qué precio cobra este mundo por alterar el destino.
Guardo el objeto en mi bolsillo sintiendo su peso constante contra mi pierna.
—Ya alteré el destino desde el momento en que aparecí en tu tienda de campaña Damián, supongo que ahora solo nos queda ver hacia dónde nos lleva este nuevo camino.
Me tiene bien atrapada esta novela y me encanta pero me da ansiedad esperar capítulos nuevo pero me emocióna cuando veo que actualizaste espero más capítulos
Ahora estaré pensando si esta envenenada o no 🫠😣