Jamás imaginé que la pantalla de mi móvil pudiera cambiar mi vida y mucho menos destruirla.
NovelToon tiene autorización de ariana mejia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Dos maneras de ver la misma noticia
No habían pasado ni dos horas desde que colgué con María cuando el teléfono volvió a sonar.
Era Elías.
Contesté con nervios. Pero antes de que pudiera decir una palabra, su voz emocionada estalló en la bocina.
—¡Corazón! ¿Es verdad?
Me quedé en silencio.
—¿Qué… qué cosa? —murmuré, sabiendo perfectamente a qué se refería.
—¡Que vas a tener un bebé! ¡Que quizá seas mamá! ¡Que podemos ser papás, amor!
Sentí un nudo en la garganta.
—Elías… no es seguro… es solo una posibilidad… los médicos no me han confirmado nada… es un tratamiento alternativo, no una decisión. Aún no me realizan los estudios, no puedo confirmar si es verdad o mentira.
Pero él no me escuchó. Ya se había dejado llevar por su emoción, por esa idea que de pronto le parecía perfecta.
—No importa, corazón. No importa cómo ni cuándo. ¡Lo vamos a tener! ¡Te juro que voy a ser el mejor papá! Ya me imagino todo… tú conmigo, nuestro bebé… una casa, los tres juntos. Nadie nos va a separar, todo sea para salvarte de esa cirugía.
Cerré los ojos, aguantando las lágrimas.
No porque fuera bonito… sino porque yo no me sentía así. No quería eso. No ahora. No así. No estoy lista para tener un bebé, aún soy muy joven.
—Elías… no estás entendiendo —intenté decir, pero él seguía.
—Mi mamá me lo dijo. Que hay riesgos. Que podría ser peligroso operarte. Y yo no voy a permitir que te pase nada. Si tener un bebé te salva, corazón… entonces lo hacemos. No hay nada qué pensar. Seremos los mejores padres para nuestro bebé, ya quiero tenerlo abrazarlo y estar los 3 unidos por el amor.
Me cubrí la boca. Sentí el pecho apretado.
Para él era tan simple.
Para mí… era todo lo contrario.
Esa tarde, mis papás vinieron al hospital. Mi mamá llegó seria, con los ojos hinchados de tanto llorar. Mi papá, que casi nunca decía nada, se sentó a mi lado, tomándome de la mano.
La doctora explicó todo de nuevo. Los niveles altos de prolactina, el riesgo de tumor, la posible cirugía y sus consecuencias. Y luego, la alternativa hormonal del embarazo. Todo es muy peligroso para tu salud.
Cuando terminó, el silencio en la habitación era abrumador.
—Yo no quiero operarme —susurré—. Pero tampoco sé si quiero… un bebé. Aún soy joven y no tengo carrera terminada.
Mi mamá rompió en llanto.
—Hija… lo que menos queremos es que te pase algo. La operación es peligrosa… ¿y si algo sale mal? ¿Y si te perdemos? No quiero perder a mi bebé—su voz se quebró—. Prefiero tener un nieto a quedarme sin hija, si es la única opción sin tanto riesgo tienes que hacerlo.
Mi papá asintió.
—Lo que decidas, lo vamos a apoyar… pero piénsalo, hija. Es tu vida. No queremos quedarnos sin mi princesa.
Cerré los ojos, sintiendo ese nudo que no me dejaba respirar.
Todos hablaban de lo que era mejor para ellos. Para Elías. Para María. Para mis papás. Y yo… ¿y yo qué? Nadie pensaba en mí opinión porque es mi salud, no la de ellos y yo no estaba preparada para tener un bebé en este momento.
Apenas era una chica rota, atrapada en una relación asfixiante, sin saber quién era ni qué quería para su vida. ¿Cómo se supone que debía traer a alguien al mundo en esas condiciones? Elías no sabe trabajar, que haremos con un bebé que es mucho gasto para ambos, la otra opción será ser madre soltera sin su ayuda, pero aún así no me gusta la idea de ser mamá por ahora.
Pero el miedo… el miedo a la cirugía, a perder la memoria, a morir… era peor. Olvidaría a Elías e incluso de quién soy, pero me daba miedo olvidarme de mi familia y de las personas que me aman y en especial de él.
Y por primera vez, sentí que mi futuro ya no me pertenecía. Estaba en manos de Elías, de su mamá y de mis padres. Mi vida dejo de ser mía y no entendí en qué momento dejo de serlo.
Que estaban decidiendo por mí.
Y yo, demasiado débil, demasiado cansada… solo seguía el juego. Para evitar que se enojaran conmigo.