 
                            La General vuelve al pasado decidida a cambiar el futuro de su reino..
El mundo mágico también incluye las novelas 
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para  Lilith
3) La identidad secreta del duque 
4) Revancha de época 
5) Una asistente de otra vida 
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora 
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi 
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa 
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
25)Secretos de una poción 
26) La venganza de Leia
** Todas novelas independientes **
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Pensamientos 2
los entrenamientos continuaban avanzando y Alexandra ya no sabia si odiaba mas las pruebas fisicas o las conversaciones con el duque, porque cada vez que estaban solos, él encontraba una nueva manera de hacerla perder la paciencia.
si estaban revisando mapas, él decia con tono distraido..
Duque: no te concentras, princesa, seguro estas pensando en mi otra vez.
si cruzaban espadas en el patio vacio, cuando ella fallaba un golpe..
Duque: ves? te desconcentras cada vez que me miras.
y si ella lo ignoraba, él se inclinaba apenas hacia su oído..
Duque: no sirve de nada fingir, ya se que estas interesada.
ella apretaba la mandibula, contaba hasta diez y respiraba hondo, pero cada palabra del duque parecia diseñada para provocarla..
Alexandra: debes tener el ego mas grande del imperio..
Duque: solo lo necesario.. aunque admito que tu reaccion lo alimenta bastante.
Alexandra: no estoy interesada en ti, Fairfax.
Duque: lo dices demasiado seguido.. ¿sabes lo que dicen? cuando alguien niega algo tantas veces…
ella casi le lanza la espada.
Alexandra: de verdad no entiendo como alguien puede soportarte.
Duque: tu lo haces.. y todos los dias. eso ya es algo.
Alexandra lo miro con rabia, pero tambien con ese cansancio resignado de quien sabe que discutir con él era inutil. el duque la observaba con esa sonrisa leve, confiada, como si disfrutara verla irritada, como si cada gesto de ella fuera un pequeño triunfo.
los días pasaban y seguian los entrenamientos y, entre estrategia y combate, el duque no perdia oportunidad para jugar con las palabras hasta hacer caer a Alexandra en sus trampas. no importaba cuan concentrada estuviera, siempre lograba que dijera algo que él torcia a su favor..
Alexandra: si mande a ordenar las cosas como tu lo hiciste..
Duque: asi que pensaste en mi.. lo sabia.
Alexandra: no era por eso, duque, hablaba del material del entrenamiento..
Duque: no importa el motivo.. lo importante es que pensaste en mi.
ella apretaba los puños, contaba hasta tres y trataba de seguir como si nada, pero el duque la observaba divertido, como si estudiara cada reaccion suya con detenimiento.
y lo peor era que lo hacia a proposito, con esa calma insolente que desesperaba a cualquiera. sabia exactamente que palabras usar para que Alexandra se sonrojara, desviara la mirada o se quedara sin respuesta.
Duque: te complicas demasiado para negar algo tan simple.. si ya admitieras que piensas en mi, dormiriamos tranquilos los dos.. o quizas no tranquilos.. pero..
Alexandra: no seas ridiculo
Duque: entonces lo negaras otra vez. perfecto, asi el juego continua.
ella quiso golpearlo con la empuñadura de la espada, pero se contuvo. el duque se rio apenas, complacido, porque lo que mas disfrutaba no era la negacion, sino ese instante en que Alexandra, sin quererlo, lo miraba de frente con los ojos brillando de furia y nervios… y él sabia que la habia hecho pensar en él una vez más.
una noche Alexandra se estaba bañando, el vapor llenaba la habitacion y ella disfrutaba del silencio despues de un dia agotador de entrenamiento. de repente, tocaron la puerta.
Alexandra: puede pasar..
pensando que era una de las doncellas.. pero, para su sorpresa, el duque entro sonriendo, con esa calma insolente que la hacia hervir.
Duque: vaya, princesa.. que valentia, no me esperaba que me dejaras entrar asi de fácil..
ella lo miro con los ojos como platos, tapandose con la toalla..
Alexandra: ¡sal de aqui inmediatamente, Fairfax! ¿como te atreves a entrar asi?
él levanto las manos en gesto de paz, aun sonriendo..
Duque: calma, calma.. toque antes de entrar, y me dijiste que pasara, he cumplido, ¿Por qué te enojas?
Alexandra: escucha bien.. nunca, nunca vuelvas a entrar a mi habitacion sin permiso, ¿me oiste?
Duque: lo oigo.. pero debes admitir que me sorprendiste… esperaba una princesa mucho mas cobarde..
Alexandra: ¡idiota!
mientras lo empujaba hacia la puerta..
Alexandra: ¡y cierra la puerta despues de salir!
el rio apenas, retrocediendo..
Duque: como quieras, princesa.. aunque debo decir… no me arrepiento de la sorpresa, fue… instructivo..
y desaparecio entre las sombras, dejandola temblando, furiosa y consciente de que otra vez, el duque habia ganado sin tocar una espada..
al dia siguiente Alexandra lo encontro desayunando en el comedor, con la misma calma insolente que la volvía loca. ella aun estaba furiosa por lo de la noche anterior y la sangre le hervía en las venas.
Duque: necesito revisar los presupuestos.. hay que ver que debemos comprar antes de que el rey de Aragon decida gastar tonterias..
Alexandra: yo buscare los documentos..
mientras intentaba mantener la compostura, aunque la rabia todavía le daba vueltas en el estomago.. él la miro con esa sonrisa que ya conocía tan bien..
Duque: princesa, tendras que acompañarme al imperio unos días..
Alexandra: ¿que? ¡yo no voy a ir!
Duque: si no vas, no puedo ayudarte con los presupuestos.. y si los presentamos fuera del plazo, el estupido rey de Aragon no te dará los fondos, y tus soldados no tendran ni espadas ni armas para el proximo entrenamiento
ella lo miro, incredula, intentando calmarse..
Alexandra: ¡es ridiculo! no puedo simplemente irme al imperio como si nada, hay responsabilidades aquí..
Duque: lo se, lo se… pero no es opcional, princesa.. piensa en tus hombres, en las defensas, en que todo tu esfuerzo no se vaya a la basura. acompañame, y prometo que no te aburriras.. y si quieres, podemos poner algunas condiciones, ¿quieres negociar tu salida?
Alexandra: condiciones… como cuales?
Duque: por ejemplo.. que no me mates antes de llegar, que no grites demasiado y que intentes no sonrojarte demasiado cuando te diga lo que pienso
Alexandra (susurro): maldito duque.. me estas volviendo loca.
Duque: es posible.. pero al menos esta vez es por el bien de Aragon.
ella se quedo en silencio un momento, la furia mezclada con la incredulidad. al final, solo pudo suspirar..
Alexandra: esta bien, pero si hago esto, tu prometes no volver a sorprenderme como la otra noche..
Duque: mmm bien..
Alexandra: lo de esa noche no se puede volver a repetir.
pero ella no se dio cuenta que el maestre y su primer oficial estaban justo detras de ella y escucharon su ultima frase..
Maestre.. ¿perdón? ¿a qué se refiere, General?
Alexandra sintió que la sangre le subía a la cara en un instante, las orejas le ardían y la garganta se le cerraba. buscó palabras, pero no encontró ninguna que sonara convincente.
el primer oficial la miro, sorprendido, pero contuvo una risa contenida.
Alexandra: maestre.. Ronald.. noo es lo que parece… yo… —su voz temblaba— yo…
el duque, que estaba bebiendo su té miraba la escena con esa sonrisa ladeada que la volvía loca, rio apenas, deleitándose con la verguenza de Alexandra. se levanto y se acercó, caminando despacio, disfrutando cada segundo del momento..
Duque: oh, princesa.. parece que alguien se puso demasiado roja… —susurró para que solo ella lo oyera— ¿ves? siempre supe que esa noche te dejaría sin palabras.
ella lo fulminó con la mirada, la mezcla de furia y humillación casi la hacía temblar. los soldados la miraban confundidos, y el maestre simplemente levantó una ceja, sin atreverse a comentar más.
Alexandra respiró hondo, tratando de recuperar la compostura, y apretó la mano alrededor de la espada en su cinturón.
[maldito duque un dia me las pagara]
Alexandra: Fairfax.. algún día te arrepentirás de disfrutar tanto con mi verguenza.
él solo rio suavemente, retrocediendo un paso..
Duque: me temo, princesa, que no… me temo que no.
y Alexandra, mientras sentía el calor en su rostro, comprendió que el duque no solo había visto todo aquella noche, sino que ahora, también disfrutaba recordárselo cada vez que podía.. además sus oficiales habían malentendido la situación..
[definitivamente lo matare]
 
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                    