Dos Nuevos Jefes Para Cass

Cassandra

Liam: Hice todo lo posible para respetarte y en cuanto a las cicatrices, eso fue preocupación pura y simplemente.

Theo: También quiero entender sobre eso, ¿qué te pasó?

- ¿Quién te lastimó?

Cass: No me gusta hablar de ese tema.

Liam: Confía en nosotros.

Respiré hondo, ponderé la idea y después de un tiempo terminé hablando.

Cass: Sufrí mucho con mi madre y cuando mi padre viajaba ella aprovechaba para pegarme más y generalmente en lugares menos a la vista, pero incluso cuando alguien la veía decía que me caí y me lastimé.

- Esta cicatriz aquí.

Dije levantándome y mostrando una debajo de los senos levantando mi camiseta.

Por alguna razón confío mucho en ellos, y aunque no fuera así, ¿qué harían con esta información? Nadie puede perjudicarme más y ponerme más en la mierda de lo que ya estoy.

Cass: Ella me quemó con la plancha caliente.

- Ella estaba moviendo la estufa de leña y yo había ido a buscar más madera para quemar, pero cuando volví por accidente tropecé y me caí, derribando todo. Entonces ella me llamó incompetente y varias otras cosas más y agarró la plancha que estaba en la estufa y me quemó aquí.

- Tenía solo 6 años y moría de miedo de lo que ella aún era capaz de hacerme.

- Ella decía que si yo contaba ella mataría a mi padre y después me mutilaría antes de matarme.

Theo: Ca.. Cassandra, eso es inadmisible, esa mujer es un monstruo.

Cass: Lo sé, además, nadie sabe más de eso que yo.

Liam: No existe justificación para eso, Cass, esa mujer es un monstruo y merece la cárcel como mínimo, porque mis ganas son hacerle mucho peor de lo que ella te hizo.

Cass: No.

- No puedes.

Theo: ¿Por qué no, pequeña?

- Ella necesita pagar por lo que hizo.

Cass: Le prometí a mi padre en su lecho de muerte que cuidaría de ella, aunque ella no lo mereciera, jamás la abandonaría.

- Fue por eso que pasé por todo y aguanté firme, hasta no poder aguantar más.

Liam: Alice, por el amor de Dios, una promesa no puede valer más que tu bienestar. Necesitas estar bien, necesitas cuidarte y amarte en primer lugar.

De repente el clima se puso pesado, vi a Theo encarar a Liam con una mirada indescifrable mientras yo también lo miraba sin entender nada.

Cass: ¿Quién es Alice?

Liam me miró asustado, se levantó y salió de allí sin siquiera terminar de cenar.

Miré a Theo en busca de respuestas pero él no parecía dispuesto a colaborar.

Theo: Terminé aquí, voy a mi cuarto.

- Buenas noches, Cass.

- Si necesitas algo, solo llámame.

Dijo dándome un beso en la frente y subiendo a su cuarto, lo que estoy segura fue única y exclusivamente para no contarme quién era esa chica.

Terminé de cenar, lavé todos los platos y arreglé todo, incluso teniendo que buscar dónde quedaba cada cosa, conseguí dejar todo organizado. Así que terminé subí a mi cuarto.

¿Es extraño estar llamando a un lugar de esta casa mío? Porque creo que lo es, y mucho.

Así que llegué al cuarto me cambié a mi pijama cómodo al cual yo amaba dormir y me acosté en la cama.

Tardé un poco en dormirme pensando, ando tan perdida con todo lo que estoy pasando. Pero solo el hecho de tener un techo para dormir ya tengo mucho que agradecer, aún más el techo siendo en este lugar y con este lujo todo.

¿Cómo puedo confiar tanto en dos personas que no conozco? Y además son mis jefes. ¿Y si ellos resuelven despedirme?

Mi celular paró de recibir llamadas de mi madre, pero en compensación mensajes era todo el tiempo.

Miré a un lado y agarré mi celular viendo que habían más y más mensajes de ella insultándome y traté de ignorar así como hice con las otras.

Terminé durmiéndome después de mucho pensar y reflexionar sobre lo que ellos dijeron.

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Me desperté en medio de la noche con mucha sed.

Cass: Demonios, debía haber traído una botella con agua al cuarto.

Me levanté aún somnolienta y salí del cuarto rumbo a la cocina, andando despacio con miedo de tropezar con algo. Pero no quise encender la luz para no despertar a nadie.

Llegando allí abajo fui hasta la nevera y agarré la botella de agua, después fui hasta el armario pero no encontraba los vasos de ninguna manera.

Liam: Puerta de arriba a la derecha.

Di un salto tan alto que casi me caí.

Miré en el mismo instante a la oscuridad de donde la voz vino y él se levantó, vino hasta mí y parado frente a mí, donde ahora yo podía verlo, estiró el brazo sin quitar los ojos de los míos, y agarró un vaso en el armario alto detrás de mí.

Mis ojos no se despegaron de los de él y aquello me dio una sensación extraña, muy extraña, pero también muy buena.

Luego él se alejó y me entregó el vaso.

Cass: G.. gracias.

Él volvió para el rincón oscuro sin decir ninguna palabra.

Cass: ¿Por qué estás ahí en el rincón?

Dije sirviéndome y bebiendo el agua.

Así que terminé y deposité el vaso en el fregadero, fui en su dirección y así que me aproximé vi que él estaba en un sillón que quedaba en el rincón entre la cocina y el inicio de la sala de estar.

Liam: Pensando solo.

Cass: ¿Pensando en qué?

Dije llegando más cerca.

Liam: En ti.

Dijo levantándose y quedando muy muy cerca de mí lo que me causó escalofríos por el cuerpo todo. Mi corazón parece que iba a saltar por la boca.

Cass: Y... y.... ¿en mí?

Liam: ¿Por qué estás tartamudeando?

Dijo pasando un mechón de mi cabello que estaba en mi rostro para detrás de mi oreja y pasando la mano por mi cuello.

Intenté mantener la voz lo más firme posible.

Cass: Yo solo no esperaba.

Él se sentó nuevamente.

Cass: ¿Quién es Alice, Liam?

Pregunté llegando más cerca y sentándome en el brazo del sillón. Ni yo sé el porqué de estar allí, yo solo quería estar cerca, no sé explicar. Y yo quedé realmente curiosa sobre la chica.

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