Lian se enfrenta a la realidad en la que despierta como un anómalo, y deberá enfrentarse a las dificultades que su mundo le preparará; un mundo en el que la iglesia y la sociedad consideran a los anómalos como personas malditas, mientras el gobierno los ve como una amenaza.
¿Cómo superará Lian todos los desafíos por venir?
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Capítulo 17: ¡Inicia el rescate del señor David!
Ha transcurrido una hora desde que el convoy partió de la sede regional de Lamires. Dylan era quien estaba conduciendo el coche en el que íbamos, siendo el tercer vehículo del convoy, solo yendo por delante de nosotros los dos coches de la policía.
«Parece que esta será una misión muy fácil» pensé mientras veía los grandes campos de cultivo que estábamos atravesando; los campos de cultivos eran muy comunes en la región de Lamires, pues era la principal actividad económica de la región, al igual que la ganadería. Aunque la industria automotriz no era tan grande como la agricultura y la ganadería, también era algo destacado de la región, solo siendo superada por la región de Shtorm.
—Carolina... Mantente en alerta.
—Sí.
«¿En serio creerá que alguien puede atacar el convoy?... No creo que haya alguien tan tonto como para hacer eso»
Dylan por su parte se mantenía en alerta en todo momento, como si esperara el ataque de alguien.
—¿Crees que alguien puede atacar el convoy?... Parece que estás en demasiada alerta, Dylan.
—No lo sé con certeza, pero tengo el presentimiento de que la misión no será nada fácil.— exclamó con seriedad.
—Bien... Entonces, estaré en alerta por si acaso.
Aunque Dylan no me caía de la mejor manera, no podía negar que su experiencia era mucho mayor que la mía, y si algo no estaba bien para él, es porque realmente no estaba bien algo.
Transcurrieron un par de minutos más, y Dylan ordenó detener el convoy en medio de la nada. A los lados de la carretera solo se apreciaban grandes extensiones de hermosas praderas, y algunas pequeñas colinas eran visibles a la distancia.
—¿Por qué nos detenemos?
—Sentí la presencia de un anómalo.
—¡¿Qué?!... ¿En serio?... Yo no sentí nada.
—Estoy seguro. Aunque su presencia fue mínima... No dudo de mi detención de Kuxtal.
—...
—Separémonos... Tú irás en esa dirección y yo en aquella, ¿Entendido?
—Está bien.
—Inspecciona bien el área.
—Sí.
—Escuchen... La agente Carolina y yo revisaremos el área. Quiero que todos tengan los ojos bien abiertos... ¡¿Entendido?!
—¡Sí, señor!— exclamaron todos al unísono.
—Vamos.
Dylan se dirigió a la izquierda y yo a la derecha. El área que yo revisaría apenas tenía unos cuantos árboles.
—Aquí no hay... Revisaré desde la colina, así tengo una mejor vista con la ayuda de la altura.
Cuando llegue a la cima de la colina, lo único que pude apreciar fueron más extensiones de hermosas praderas, esto sin importar a que dirección mirara. Aunque a la distancia se podía observar un bosque, pero este se encontraba tan lejos, que no creí que Dylan pudiera sentir la presencia de un anómalo a una distancia tan larga.
—No, definitivamente no hay ningún anómalo en este lado.
«No quería dudar de las capacidades de mi compañero Dylan, pero tal vez no sean tan increíbles como pensaba» pensé mientras regresaba al convoy.
Entonces, me percaté de que había una firma de Kuxtal en la misma dirección a la que Dylan se dirigió. Segundos más tarde, una explosión se vio a la distancia, generándose una gran nube de polvo después de la explosión.
—¡¿Qué?!
«¿Qué sucedió?» pensé mientras me acercaba al lugar de la explosión.
Estando a solo dos metros de donde se originó la explosión, pude observar a Dylan parado en el centro del cráter que se había generado.
—¿Estás bien?
—Sí.
Una vez que la nube de polvo se había disipado, logré ver que Dylan realmente se encontraba bien.
—¿Qué sucedió, Dylan?
—Un anómalo... Logre verlo por un instante, pero desapareció de mi vista unos segundos después.
«¿Será él?»
—Creo que... Es Kevin.— exclamó mientras veía a esa persona.
—¡Eh!
«No pude detectarlo... Se ha vuelto bastante bueno ocultando su firma de Kuxtal»
—Cuanto tiempo ha pasado sin vernos, Kevin.— exclamó Dylan con una sonrisa maliciosa. —¿Ya te has recuperado de nuestro último encuentro?
Kevin simplemente permaneció en silencio en todo momento, y se limitó a observarnos desde donde se encontraba.
—Tu hermano quería ser quien te atrapará, pero creo que le quitaré la oportunidad de hacerlo.— exclamó Dylan mientras se preparaba para enfrentar a Kevin. —Carolina, aléjate unos metros.
«Así que lo enfrentará él solo»
Entonces, Dylan se movió a gran velocidad hacia Kevin, y este último esquivó el golpe al usar su salto espacial. Aunque ninguno de los dos parece estar peleando en serio.
Dylan es el agente de rango uno con mayor velocidad, incluso pudiendo ser el anómalo más rápido en el planeta. Además, puede generar esferas de Kuxtal, que al momento de impactar contra cualquier superficie, genera una explosión; la explosión que puede realizar la esfera depende de la cantidad de Kuxtal que Dylan utilice en la esfera, y esto se puede observar por el tamaño de la misma.
Al principio se podría creer que Kevin tenía cierta ventaja sobre Dylan, pero este último estaba cerrando la diferencia entre los dos por cada minuto que transcurría. En un inicio Kevin esquivaba los ataques de Dylan con facilidad, pero después tenía que detener el golpe que se dirigía hacia él para luego poder usar el salto espacial.
Durante unos minutos ambos se lanzaban y esquivaban los golpes del otro, hasta que Dylan logró herir a Kevin con una de sus esferas en el abdomen.
—Has mejorado bastante, Kevin... Pero aún sigues siendo inferior a tu hermano. No he ido con la intención de matarte y ya pude generarte una herida.
—Simplemente tuviste suerte.
—¡Hum!... Dime Kevin... ¿Vienes por el sujeto que estamos trasladando?— exclamó Dylan mientras miraba el convoy.
—Espero que nos encontremos en otro momento.— dijo Kevin con una ligera sonrisa en su rostro.
Después de haber dicho tales palabras, Kevin desapareció de nuestra vista y apareció en la distancia, justo en la dirección que había revisado hace poco tiempo atrás.
—Se dirige al bosque.
—¡Vamos!... ¡Debemos capturarlo ahora que está débil!
—No... Hay que dejarlo escapar.
—¡¿Qué?!
—Él simplemente estaba vigilando el convoy... Pero no iba a salvar al líder de Los libertarios por su cuenta. Tendrán un plan para liberar a su líder... Un plan en el que posiblemente usen lo mejor de su organización.
—¿Quieres atraparlos a todos, verdad?
—Sí. Así podríamos reducir su fuerza de combate drásticamente.
—Ya veo... Entonces... ¿Solicitó refuerzos?
—Sí.— dijo Dylan mientras se alejaba. —¡Vamos, Carolina!... ¡Hay que irnos!
Yo simplemente lo seguí hasta el convoy para después subirme en el coche en el que veníamos.
—¡Todos vuelvan a sus vehículos!... ¡Hay que irnos!
—Sí, señor.— respondieron todos al unísono a Dylan.
(Suspiro)
«Y yo pensaba que sería una misión fácil»
...4 HORAS DESPUÉS...
perspectiva de Lian:
Ahora mismo Sofía, Olivia y yo estábamos corriendo hacia el laboratorio. Ya que Kevin había regresado de su misión con una herida en el abdomen, y tuvo que ser llevado a la enfermería que se encontraba en el laboratorio.
—Bien, llegamos.— exclamó Sofía mientras entraba al laboratorio.
Cuando llegamos por fin a la enfermería, Kevin se encontraba acostado en una de las camas que habían en el lugar.
—¿Está durmiendo?— pregunté con algo de preocupación.
—Sí.— dijo Sofía mientras le tomaba el pulso.
—Solo fue una herida superficial... Su vida no corre peligro.— exclamó un doctor detrás de nosotros.
—Gracias por atenderlo.— exclamó Olivia.
—Ah, no es nada... Cómo dije, solo fue superficial, así que no hice mucho.
—¿cuánto lleva durmiendo?— preguntó Sofía mientras observaba a Kevin.
—Solo lleva una hora durmiendo... Parece que no había dormido desde hace un día... Por cierto, los líderes los esperan en la sala.
—Bien... Y gracias por todo.
El doctor simplemente asintió y pasó a retirarse del lugar.
—Vayamos, nos hablan los líderes.
—Sí.— respondimos al unísono Olivia y yo.
En la habitación ya se encontraban Asher, Sara, Izan, Donovan, Jessica, Akiro y Chloé. Todos se hallaban sentados.
—Ya estamos aquí.— dijo Sofía mientras cerraba la puerta de la habitación.
—Bien, tomen asiento.— exclamó el señor Izan. —Comencemos con la reunión.
—...Ahora sabemos que todo lo que venía escrito en la carta era cierto, bueno, casi todo... Solo estaba mal la información de los agentes que protegerían el convoy.— exclamó Sara.
—¿Qué le sucedió a Kevin?— preguntó Sofía.
—Los agentes de la DCA que acompañan el convoy no son simplemente del rango dos y tres...
—También iban agentes del rango uno en el convoy, ¿Verdad?— dijo Sofía mientras interrumpía al señor Izan.
—Sí.
—¿Quiénes eran los agentes?— preguntó Olivia con curiosidad.
—No lo sabemos, Kevin se quedó dormido antes de que pudiéramos preguntarle más al respecto.— exclamó Sara.
—Entonces, ¿El rescate del señor David se cancela?— preguntó Chloé.
—No, el rescate sigue en pie... Si el señor David entra en la fortaleza de Metel... Será casi imposible sacarlo de ahí. No podemos permitir que sea encerrado en ese lugar.— dijo Sara con seriedad.
—Pero... Kevin está herido... ¿Quién lo reemplazará?
—Yo lo haré.— respondió el señor Donovan a Chloé.
—¿Estás seguro? Aún no estarás recuperado del último enfrentamiento que tuviste.— exclamó Sara con cierta preocupación por el estado de Donovan.
—Es verdad, pero estoy en mejor condición que Kevin. Además, no hay nadie más que pueda sustituirlo en este lugar... Y ustedes dos no pueden ir.— dijo Donovan mientras veía a Sara y a Asher.
—Bien, tú reemplazarás a Kevin en la misión de rescate...
—¡No!... Yo iré. Yo puedo hacerlo.— exclamó Kevin mientras abría la puerta de la habitación.
Todos dirigimos nuestras miradas hacia la puerta en la que se encontraba Kevin.
—Aún no te ves completamente recuperado, Kevin.— dijo Asher.
—Solo con que descanse un par de horas más y estaré como nuevo.
(Suspiro)
—Está bien... Seguirás dentro de la misión... Kevin, ¿Quiénes son los agentes de rango uno que están cuidando el convoy?
Kevin permaneció en silencio por unos segundos para después comenzar a hablar.
—Es la agente Carolina. La chica que capturó al señor David... Y Dylan... El cazador de anómalos.
«Así que el cazador de anómalos está en el convoy»
Todos en la habitación pusieron sus rostros completamente serios al escuchar el segundo nombre, pues el cazador de anómalos era lo mejor de la DCA. El cazador de anómalos era realmente alguien peligroso, incluso más que el actual director general de la DCA.
—No importa si ese sujeto está en el convoy... Traeremos de regreso al señor David.— exclamó con determinación Olivia.
Los demás no dijeron nada, pero se podía ver en sus rostros que pensaban de la misma manera que Olivia.
—Entonces, todos los que participaran en la misión de rescate prepárense para irse de inmediato. Ahora que saben que iremos a rescatar al señor David, el convoy podría aumentar la velocidad con la que se mueven.— exclamó Asher.
Jessica, Akiro, Olivia, Izan y Kevin solo asintieron para después salir de la habitación y así prepararse antes de partir. Luego de unas dos horas, nos encontrábamos en el puerto, pues Kevin y los demás se marchaban. Todas las personas de la isla se habían reunido para despedirse y desearle suerte en la misión a Kevin y los demás.
Akiro fue el primero en despedirse y abordar el ferry; la segunda en abordar el ferry fue Jessica, quien se despidió con un fuerte abrazo de todos, a excepción de mí; luego se despidió Kevin de todos, y abordó el barco para así dormir un rato, pues necesitaba terminar de recuperarse; Olivia fue la penúltima en abordar el ferry; y el señor Izan terminó siendo el último que abordó el ferry, ya que debía asegurarse de que todo estaba en orden. Partiendo así por fin de la isla, en dirección a la región de Shān.
Sofía se miraba algo preocupada por la misión, por lo que trate de darle ánimos.
—Todo saldrá bien... En unos días regresarán con el señor David y todos los estaremos esperando aquí mismo.
—Sí.— dijo mientras se marchaba.
—¿A dónde vas?
—Nosotros también vamos a participar en el rescate del señor David.
—¡¿Eh?! ¿Qué quieres decir con eso?
—Tú solo sígueme.— exclamó con una pequeña sonrisa.
(Suspiro)
—Bien.
«¿Ahora qué planeas hacer, Sofía?»