CERO AMOR CIEGO

Mientras Leonardo y Natalia seguían conversando llegaría alguien más a encender los celos del sexy ruso.

— Está bien bonita como sé que no vas a cambiar de opinión entonces vamos a ser amigos, vamos a conocernos y hacer muchos planes de amigos a y cuando te recuperes te presentaré a la manada verás que no somos tan malos.

— Eso me parece mucho mejor oye Leonardo aclárame algo porque Abram dijo que yo era tu novia de dónde saco eso?

— Bueno pues eres mi novia aunque tú no lo sepas lo que sucede es que ese imbécil llegó reclamando derechos como tu esposo y Heily le dijo que yo era tu novio y pues yo no la desmentí.

— Jajajaja me imagino su cara de asombro.

Toc, toc.

Adelante.

— Hola Naty me enteré por Heily que estabas aquí y vine a visitarte.

— Hola Marlon.

Marlon traía un ramo de flores y una tarjeta.

— Gracias están muy bonitas.

— Hola Leo no pensé que te la llevarás tan bien con la arquitecta Camelo.

— Hola Marlon sí así es ella es mí, hizo una pausa, mi amiga.

— Entiendo y cuéntame Natalia cómo fue que te accidentaste?

— Fue una imprudencia mía cruce la calle sin mirar a ningún lado.

— Naty sabes que si necesitas algo puedes contar conmigo.

— No es necesario Marlon para eso estoy yo aquí.

Marlon conocía muy bien a Leonardo y sabía que estaba muy celoso pero a él le gustaba jugar y lo pondría a prueba para corroborar sus sospechas desde la cena donde le pregunto si el tenía algo con Natalia Marlon supo que quien están muy interesado en ella era él.

— Naty recupérate pronto porque aún me debes la ida a karaoke muero por escuchar esa melodiosa voz.

Leonardo ya se había levantado de la cama y se sentó en el sofá estaba muy celoso.

— Jajaja bueno en realidad también espero recuperarme pronto ya que en unos días es la inauguración del club de Raush supongo que tú y Leonardo lo conocen, ahí trabajaré los fines de semana y aprovecharé para cantar.

— Muy bien entonces me pido un asiento en primera fila. Bueno Naty me voy cuídate y recuerda que me encantas espero pronto poder tener un lugar importante en mi vida.

Leonardo no aguanto más la coquetería de Marlon y salió de la habitación estaba furioso, al escuchar cerrar la puerta Marlon sonrió complacido era un hecho su jefe y amigo estaba enamorado de la arquitecta pero a él también le gustaba y también daría la pelea.

— Marlon yo he sido muy clara contigo, no me interesa tener nada con nadie en este momento, te aprecio y te respeto como amigo y compañero de trabajo pero hasta ahí y te agradecería que no insistieras si no tendré que tomar distancia.

— Tranquila Naty te entiendo igual no perderé la esperanza pero respetaré tu decisión y no insistiré gracias.

Leonardo habló con Antonella para recomendarle a Natalia y se fue a darse un baño y cambiarse de ropa mientras calmaba sus celos.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Natalia tuvo que quedarse en el hospital ocho días, en todo ese tiempo Leonardo estuvo con ella día y noche él trabajaba desde un computador en la clínica, y solo iba a la compañía a reuniones.

Abram todos los días le enviaba flores, chocolates, peluches y tarjetas a Natalia ya que los guardias de Leonardo no lo dejaban entrar, Pero Natalia todos los rechazaba.

Natalia recibió atención médica de Larissa Juan José y Antonella.

Durante su estadía en la clínica la familia de Leonardo la visitaba todos los días se turnaban para hacerlo Antón Kozlova y Daniela fueron a disculparse por el accidente ofreciéndole su ayuda en lo que fuera necesario.

Heily iba en las tardes a visitarla y Leonardo no la dejaba quedar pues el quería ser quien estuviera al cuidado de su huracán colombiano así la había bautizado Dasha y a él le gustó pues así la consideraba.

— Natalia estás muy bien hoy te daré de alta podrás regresar a tu casa eso sí aún debes cuidarte ocho días más.

— Gracias doctora Larissa.

— Para ti solo Larissa recuerda que ya somos familia. Leonardo miró a Natalia y le guiño el ojo y ella sonrió.

A la hora llegó Heily.

— Hola mi Naty ya estás lista para regresar a nuestro hogar.

— Si estoy ansiosa no le quejo me han tratado muy bien aquí pero no me gustan los hospitales.

— Naty tu sabes que tengo un viaje de 15 días de trabajo y no quiero dejarte sola así que contrataré una enfermera para qué te cuidé estos ocho días.

— No Heily tú sabes que nosotras no podemos hacer ese gasto ahorita tú estás ahorrando para lo de tus padres y yo pues tú conoces mi situación económica en este momento, no te preocupes vete tranquila yo me cuido sola voy a estar bien.

— Disculpen que las interrumpa señoritas, pero tú no vas a estar sola tú necesitas cuidados para recuperarte totalmente así que te llevaré a mi casa y cuidaré de ti.

— Leonardo no es necesario yo no quiero incomodar a nadie no se preocupen yo estaré bien.

— Nata acepta por favor así yo estaré más tranquila sé que vas a estar bien cuidada y en excelentes manos dijo Heily guiñándole el ojo.

— Si no aceptas a las buenas te voy a raptar y te llevaré igual a mi casa.

— Ja, ja, ja bueno está bien acepto.

— Bueno, Nata iré a firmar los papeles para tu salida.

Heily salió de la habitación dejando a Leonardo y a Natalia solos.

— Leonardo porque haces esto?

— Qué?

— Llevarme a tu casa.

— Porque quiero tenerte cerca y cuidarte hasta que estés bien, necesito a mi mejor arquitecta de vuelta en la compañía además que sin ti no ganaremos la licitación.

— mmm o sea que estás cuidado tus intereses.

— Más que eso estoy cuidando a la mujer que me encanta.

— Natalia sonrió ese hombre estaba decidido a conquistarla y no descansaría hasta lograrlo.

Horas más tarde Leonardo llamo a Omar para que los recogiera en la clínica, Heily fue hasta el apartamento por ropa y alguna cosas para Natalia, que luego llevaría hasta la casa de Leonardo.

Llegaron a la lujosa casa, Natalia estaba asombrada era una casa muy bonita no era una mansión,, pero si era una gran casa muy moderna con un diseño único lo que denotaba el buen gusto del arquitecto.

Leonardo no dejo caminar a Natalia sino que la cargo hasta llevarla adentro y la depósito con cuidado en un cómodo sofá en la sala Natalia se sentía avergonzada pues todos los escoltas de Leonardo y dos empleadas los estaban mirando.

Buenas tardes mi niño bienvenido.

Buenas tardes Nana Gracias mira te presento a nuestra invitada de honor Natalia Camelo.

Mucho gusto señorita soy Gloria la Nana de Leonardo.

El gusto es mío señora gloria.

Y ella es mi hija Tatiana también trabaja aquí y estará a sus órdenes.

— Un gusto conocerlas muchas gracias espero no darles muchas molestias.

— Señorita desea tomar algo?

— Si por favor algo de tomar tengo mucha sed.

— Ya le traigo algo dijo amablemente Tatiana que era una joven de unos 22 años aproximadamente muy bonita por cierto.

— Nana la habitación ya está lista?

— Si mi niño.

— Ok entonces llevaré mi huracán a descansar dile a Natalia que suba lo de la señorita y para mí un jugo de frutos rojos y unas galletas para los dos.

— Leo no es necesario que me cargues me da vergüenza.

— No señorita bonita tu déjate atender.

Leonardo la llevo hasta la lujosa habitación.

— Oye está casa es hermosa y está habitación es enorme.

— Gracias la diseñe pensando en mi futura esposa y en mis tres hijos.

— Pues de seguro le va a encantar es muy linda.

— Si ya se que le encantó.

— Natalia entendió la indirecta pero guardo silencio.

— Está es tu habitación?

— Sí.

— Huele a ti.

— Huelo feo?

— Jajaja no me encanta tu perfume huele delicioso dijo Natalia con una sonrisa mientras olía una bata que estaba sobre la cama.

— A mí también me encanta como hueles tú.

— Oye porque me trajiste a tu habitación no era necesario.

— Porque está es la habitación más grande de la casa y aquí estarás más cómoda.

Natalia tomaba aún medicamento para el dolor y eso le producía sueño así que como a las 6 de la tarde se quedó profundamente dormida y despertó a las diez de la noche, cuando abrió sus ojos vio a Leonardo dormido en el sillón ella se levantó con cuidado y fue hasta el.

Tocó su brazo con cuidado y lo empezó a despertar.

— Leo, Leo,

El abrió sus ojos y sin pensarlo la sento a ella en sus piernas. Ella se asusto

— Que haces?

— Perdón es que me asustaste.

— Oye que haces aquí dormido?

— Estaba cuidándote.

— No es necesario vete a descansar yo no te quería incomodar está es tu habitación puedes darme otra habitación.

Natalia aún estaba sentada en sus piernas así que él le acaricio suavemente el rostro.

— No me iré a ninguna otra habitación quiero estar aquí cerca de tí.

— Eres muy terco entonces ve a cambiarte y acuéstate en la cama finalmente la cama es enorme y podemos dormir los dos.

Leonardo sonrió, Natalia se levantó tomo agua y se volvió a acostar.

A los pocos minutos salió Leonardo del baño en un pantalón de pijama y sin camisa, Natalia trago grueso ese hombre de veía muy tentador...