Corazón Ajeno.

Dary.

Bueno es fin de mes, ya 3 meses trabajando en Harizon.

Sali a almorzar con mi Pekis, pues necesitaba darle el cheque, para que se lo lleve a la Señorita Pobre al orfanato y por estar conversando, se me paso el tiempo, tengo exactamente 10 minutos para correr desde la cafetería y llegar a la oficina y marcar la hora, jamás he llegado tarde y ahora debo llegar puntual.

Voy corriendo, Dios mío que divertido es correr... Esto no podía hacerlo antes de tener este corazón ajeno, dentro del pecho.

Lo malo es que los tacones de mis botas, no ayudan mucho y menos andar con esta falda un poco corta.

Pero como dice la Pekis, es necesario andar bien presentable, por si nos topamos con el amor de nuestras vidas.

Ay...por fin... ya casi llego al ascensor, Ya casi...

Llegué... si...aire, nesecito aire.

He corrido, pero ya estoy aquí, puyo el botón del ascensor, toda agitada y espero a que se abra.

Estoy allí tratando de bajarle a mi respiracion, haciendo ejercisios de relajación, cuando la puerta plateada se abre, yo con mi boca hecha un tubito de escape, pues estoy sacando el aire para quitarme el cansancio.

Cuando mis ojos se encuentran con los ojos mas lindos que he visto jamás, Yo me paralizo con mi boca hecha tubito.

La persona también se queda impactada al verme, creo que lo he impresionado, no cualquiera se encuentra un chica como yo haciendo ejercisios de respiración.

Lo peor de todo es que mi corazón, que trato de tranquilizar, de nuevo empieza a saltar literalmente dentro de mi.

Se que mi pecho no oculta el movimiento, mi respiración es exageradamente notable, y ya no es por haber corrido, mis manos empiezan a sudar y en mi estómago siento como un cosquilleo qué jamás en mi vida había sentido.

El hombre, discretamente lleva su mano al pecho y se presiona un poco el corazón.

Se ve muy tenso lo puedo notar, pero trata de disimular.

Luego aclara su vos como si le estuviera costando trabajo pronunciar palabras.

Pero al final lo logra.

—Que, ¿vas a entrar al ascensor, si o no?; porque no tengo todo el día, o ¿te vas a quedar a mirarme, por otra eternidad?; yo no tengo tiempo para esperarte.— Oir su voz me causo aún más descontrol, pero a pesar de la emoción que siento y de lo guapísimo que es este dios griego creado con cincel, no puedo dejar de molestarme por su forma tan arrogante de hablarme.

—Que tipo tan imbécil.—Le digo viendo sus cautivadores ojos, disimulando el embrujo qué me causa verlos.

—Tú... ¿me acabas de insultar?.—Me dice.

—Si y que, que nunca te han insultado en un ascensor.—Le digo y Él hombre agarra aún más fuerte su pecho.

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Ay y si le da el mimisky por mi culpa.

¡¡Ah, pero si es eso, que muera!!...

Por arrogante...

Aunque sería una verdadera lastima, que a este hombre, quien se lo tenga que comer, sean los gusanos y no Yo>>>

Dary que estas pensando...

Me digo yo misma en mi mente...

Pero es que esté desgraciado arrogante, me hace sentir algo extraño.

—No, nunca me han insultado en un ascensor y menos una intolerable mujer, alocada y sudorosa.—Me dice y quedo pensando en lo de sudorosa, si supiera este hombre de donde más estoy sudando, el solo puede mi cara y mis manos...

—Pues, estoy sudando porque he corrido como 5 cuadras, para llegar puntual a mi puesto de trabajo, y sabes que, ni se para que tengo que explicarte, la verdad, ir en el mismo ascensor con un hombre como tú, no será nada agradable, pero si espero más, perderé mis valiosos minutos, pues igual que tú, no tengo todo el día.

Y como tu, estás frente al puerta, te pediré que se hagas a un lado, voy a pasar.

"O quien te crees el dueño"...

Así que con permiso señor, hazte a un lado, así me das espacio de respirar...—Le digo al hombre y el muy grosero, no sé mueve ni un milímetro, así que yo marco el piso 28 qué es donde está contabilidad y paso hacia atrás y como si no tuviera espacio, me paso llevando al enorme hombre, pero por desgracia, no logré desequilibrarlo y menos moverlo ni un centímetro.

Me paro detrás de Él.

 Ahora por primera vez, veo lo negativo de que el ascensor por dentro sea como un espejo.

Puedo ver en el reflejo del espejo, los ojos del hombre clavados en los míos, y por Dios, mi corazón se va a salir de mi pecho.

Allí, donde estoy, una vez más empiezo a tratar de hacer ejercisios de respiración muy discretamente, inhalo y saco el aire por la boca, haciéndola tubito, muy sutil, para que el hombre no se de cuenta de lo que me pasa.

El tiene sus manos empuñadas, como si estuviera canalizando cierta energía.

Pero aún con lo que nos pasa, no dejamos de mirarnos, esto es más de lo que yo pueda soportar.

Solo deseo llegar al piso 28.

¡¡Y Bendita misericordia!!. llegué... si llegué al piso 28.

El ascensor se abre y yo salgo, pero a mi salida, lo miro de frente y le digo.

—Jamás en mi vida había conocido un hombre tan pedante, grosero y arrogante como tú, solo ruego al cielo, no volverte a ver en mi vida.—Cuando termine de hablar el hombre de nuevo se llevó su mano al pecho y suspiró, pero no dijo ni una sola palabra.

Yo salgo del ascensor y empiezo a correr hasta mi oficina, pues tengo que marcar.

Ahhh gracias al cielo, llegué llegué justo.

Ni un minuto más, ni uno menos.

Voy al baño, y me pongo un poco de agua en la cara para refrescarme, pues ese ogro me acaloró.

¡¡Ay santo niño de atoche!!

Como puede exustir un hombre tan guapo y tan desgraciadamente grosero a la vez.

Esos son mis pensamientos, en lo que estoy arreglando un poco mi cara y cabello pues la corrida me desarreglo, pero ya quede lista, linda como siempre.

Y sigo pensando en el hermoso espécimen, que encontré.

Es un maleducado...pero eso es lo de menos.

Lo que no entiendo es por qué mi corazón se puso así.

Será que Camila lo conoció, si eso debe ser.

El imbécil a de ser amigo de Camila, bueno Corazón ajeno, ya reaccioné bien con Bernardo que es un hombre educado amable y respetuoso.

Ya reaccione bien, con los adorables niños a los que ya amo.

Pero con este ogro, no eso si que no.

aunque sea guapo.

aunque sienta cosquillas en mi estómago.

con ese ogro noo, lo bueno es que ya no volveré a verlo.

Estoy sumergida en mis pensamientos, cuando mi móvil suena.

Es un mensaje de Bernardo.

Quiere que vaya a su oficina.

Salgo directo a la oficina de Bernardo, toco la puerta y espero.

Cuando la puerta se abre, entro con total confianza, pero doy dos pasos y me detengo.

Ay noooo.... ¿Por qué a mí?.

El hermoso y arrogante hombre está aquí. mi corazón ahora si va colapsar, siento mi palpitar demasiado acelerado.

El hombre y sus ojos de zafiro están fijos mi y Yo no se como ocultar, las emociones qué mi cuerpo muestra sin control alguno.

Aunque este hombre quizá padece del corazón, por que una vez más lleva su mano al pecho y se oprime.

—Ella es Dara, a quien le debemos que Harizon NJ Healht todavía sea rescatable, ella aparte que descubrió el desfalco de mi propio hijo, descubrió que el jefe de Contabilidad estaba por cometer otro fraude.

Aparte de eso, está ayudando a revisar todo el estado financiero del la Empresa, como verás es una persona muy importante.—Le dice Bernardo a don Ogro.

—¿Dijiste Dara?.—Le dice el hombre aun con su mano en el pecho y sus ojos clavados en los míos.

—Si Deemar, ella es Dara...—Le dice Bernardo y Yo no puedo creer.

Estoy frente al mismísimo viudo de Camila.

Con razón, mi corazón está así de alocado.

Ay noooo, esto si que noo, no, no, no.

No voy a correr a abrazar a este grosero.

 <>

—Dara, Él es Deemar Makris, El nuevo dueño de Esta Empresa...—Escucho a Bernado.

El nuevo dueño, noooo nooo puede ser...