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La Niña Del Capo

La Niña Del Capo

Status: Terminada
Genre:Mafia / Dominación / BDSM / Diferencia de edad / Completas
Popularitas:1.7M
Nilai: 4.8
nombre de autor: Yesenia Stefany Bello González

Stefano Messina es el nuevo Capo de la ´Ndrangueta, un cargo que nunca pensó que tendría. Para seguir siendo el jefe debe cumplir las reglas que le ha impuesto su hermano, siendo la más importante mantenerse alejado de Inés Guzmán. La dueña de sus fantasías más perversas.
¿Podrá hacerlo o caerá ante la dulzura de la única mujer que no puede tener?

NovelToon tiene autorización de Yesenia Stefany Bello González para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Consejo a medianoche

Stefano

Cuando termino con mi patético show de lamentación contra la pared entro a la oficina de Joseph, sin golpear. No tengo tiempo para ser educado.

Levanta las cejas cuando me ve y me enseña su sándwich a medio comer.

–No resuelvo problemas antes de tener el estómago lleno –masculla con la boca llena.

Me siento frente a él mientras miro la tabla de turnos pegada en la pared. Por lo que veo la única posibilidad que tiene Inés de salir con ese niñato es el próximo sábado en la noche, ya que el domingo no trabajan. Y en la semana no pueden porque sus clases comienzan a primera hora.

Sí, también tengo acceso a la cuenta del correo de su universidad.

–El próximo domingo quiero a Robert trabajando desde las cinco de la mañana en este lugar.

Vuelve a levantar una de sus cejas. –El domingo no abrimos, genio.

–Me importa una mierda. Quiero su trasero limpiando cada baldosa de este local. De lo contrario, lo quiero fuera de la planilla de sueldo del próximo mes.

–Robert es un excelente trabajador. Nunca ha llegado tarde. No voy a despedirlo.

–Lo harás –ordeno–. Si no está trabajando este domingo lo quiero fuera. Ofrécele una suma de dinero que no pueda rechazar, pero haz que suceda. Yo pago lo que pida.

–Es tu dinero supongo –dice antes de tragar el último pedazo de pan–. Pero un consejo, quizá podrías pedirle perdón a Inés y no vengarte de ese pobre muchacho –agrega sin poder evitar sonreír como el gato de Cheshire–. Las chicas hablan a mi alrededor, sin importar si estoy escuchando o no. Según lo que veo Inés tiene tus bolas en sus manos.

–Cuidado –replico molesto–. Tú preocúpate de mantener a Robert trabajando toda esta semana, pero sobre todo el domingo en la mañana.

–Como diga, socio cascarrabias. Tus deseos son órdenes para mí –dice poniéndose de pie y haciendo una reverencia exagerada antes de salir de la oficina y dejarme solo.

La oficina en cuestión tiene una pared de vidrio de esas que yo puedo ver todo lo que está pasando, pero las personas que están afuera no pueden verme mirando.

Ubico a Inés de inmediato. Está descansado sus codos sobre la barra mientras habla con los bartender, sobre todo con Robert, quien no deja de sonreírle y jugar con el cabello de mi chica.

Mía.

Tomo el notebook de Joseph y comienzo a fisgonear en la vida de Robert, buscando algo que pueda usar en su contra, pero maldigo cuando no encuentro nada interesante.

–Es un puto santo –mascullo molesto.

Suplente del Quarterback de su equipo en la Universidad, una liga menor, no de la NFL. Estudiante de Tecnología e Innovación Digital. Vive con su madre, quien quedó viuda hace dos años, y a la que ayuda económicamente. La única vez que estuvo en la cárcel fue por romperle la cara a un idiota que abusó de su hermana. Cosa que lo dejaría mejor ante los ojos de Inés, y no es lo que quiero.

Quiero destruirlo hasta que sea solo polvo sobre el suelo.

–Me ama –digo en voz alta porque necesito sentirme seguro.

Inés dijo que me ama. Tengo una gran ventaja en contra del niñato, pero no siento que sea suficiente.

Miro a la mujer que me tiene en este tumulto de emociones, que no puedo controlar, y sonrío cuando la veo saltando alrededor de una mesa al recibir su sueldo más las propinas.

Es preciosa. Y en este momento su extraordinaria belleza me hace sentir indigno de ella. Esa sensación aumenta cuando comienza a celebrar con su sobre en alto mientras Stephanie le entrega una escoba, cosa que la hace hacer el mohín más hermoso que he visto en toda mi vida.

Maldita sea, como quiero volver a besarla.

Cómo puede ser posible que Nessy, esa divertida niña, haya crecido en la mujer que estoy viendo. Cómo es posible que esa misma niña esté acabando con la poca cordura que me queda.

Necesito ayuda.

Tomo mi teléfono y llamo a Nancy.

Me contesta al quinto tono.

–¿Tienes una puta idea de qué hora es? –pregunta furiosa–. Si no me estás llamando para tener sexo, esto no vale la pena.

–Inés dijo que me ama –digo mientras mis ojos la siguen por todo el bar, ahora vacío de clientes.

–¿Y?

–¿Y? –repito sin entender–. ¿Qué mierda quiere decir y?

–¿Es que acaso te sorprende? –pregunta entre bostezos.

–¿Si me sorprende?

–Podríamos estar haciéndonos preguntas toda la noche, Stefano, pero no creo que lleguemos a algo.

Tomo un vaso limpio y lo lleno con whiskey.

–No sé por qué alguien como ella podría amarme.

–¿Eres idiota o qué?

–¿Qué me acabas de decir respecto a las preguntas?

La escucho maldecir y sonrío. Hacer enojar a Nancy es una de las cosas que me alegra el día.

–Eres un hombre atractivo, Stefano. Tienes un nivel socioeconómico más que aceptable. Y en la cama –Silva y yo sonrío–. Déjame decirte que eres uno de los mejores que he tenido. Y yo tengo una vasta experiencia en hombres y mujeres. Seguramente la chica quedó encandilada con tus movimientos.

–No hemos tenido sexo.

–¡¿Qué?! –pregunta en un grito–. ¿Estás en este estado por una mujer con la que ni siquiera te has acostado?

–Sí.

–Necesita ayuda, amigo –señala lo evidente.

–Por eso te estoy llamando.

–Sí, a las cuatro y media de la mañana.

–Nancy, por favor.

Suspira. –Mañana ven a la consulta y hablaremos, pero ahora déjame dormir o juro que te arrancaré las bolas.

–Sí, señora –digo y cuelgo.

Puede que cuando tuvimos sexo ella haya sido la sumisa, pero en la vida real es ella quién ha mandado siempre.

Me tomo el resto del whiskey en un trago y salgo de la oficina sin que nadie me vea.

Me apresuro a subir a mi auto.

Hay una mujer a la que debo seguir esta noche.

1
Nela Reyna
lo que más me gusta es que cuando anuncias un libro es porque ya esta terminado. gracias por eso
Nela Reyna
he leído hasta aquí xq tube que retroceder ya que no entendía de que hablaban Gabriel y solía y he leído hasta aquí. es una hermosa saga, enfocada en la realidad diaria. te felicito autora. eres la número uno. gracias
Juany May
excelente muy buenas toda s
Ana Beatriz Castañeda
muy bonita su historia me gustó mucho
gracias
solecito feliz
👏👏👏👏solo felicitarte escritora eres muy bueno en lo que haces me a encantado está historia de Ines y Stefano aún q me hiciste llorar en algunos capitulos pero es una realidad que se vive en todo el mundo ahora seguiré con las otras 👏👏💪💪🤗💕
solecito feliz
hay pobre Stefano que triste y que dolor siento también,me haz hecho llorar escritora😭
Susy
Excelente me encantó!!! Gracias por tan linda historia ♥️♥️♥️♥️
solecito feliz
que bueno que estés tratando el abuso de niños x mujer xq si existe pero no se habla de ello solo del abuso de los hombres ojalá lo pueda superar y darse cuenta Stefano
solecito feliz
excelente novela como las otras de tu trabajo felicidades a la escritora
Aldana Vallejos
Hermoso trabajo... me había olvidado que ya leí con esta tres veces 😂
Cómo siempre, enamorada de tus novelas.
Graciela Calcaterra
Lo siento autora pero no sigo ,La niñera del Capo y La mexicana del capo me parecieron excelentes, pero está no me gusta la siento muy perversa,nos encontramos en otra historia está con el masoquismo no me gusta!
solecito feliz
jajajajaj pobre Stefano le va a tocar sufrir pero también va a aprender con ella que el sentir placer no solo está en esa pieza especial va a aprender a amarla y cuidarla hasta de él
Jazmin Morales
no me acordaba que Estefanía era hija de ambos pensé que era diputada como Eva y theo
Rosita Mina Valencia
Gracias,autora. Muy buena historia. Felicidades
Rosita Mina Valencia
Ase me aguan los ojos. Pobrecitas
Rosita Mina Valencia
Sabía que ella lo cambiaría!!
Rosita Mina Valencia
por ella cambiará sus gustos sadomasoquista, lo presiento
Yesenia Lovera
excelente
Anonymous
Se supone que la nena tenga 8 años y Theo casi 11
ROSAURA MEDINA
yo he llorado ya varias veces con esta historia o novela refleja la realidad de millones de niños
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