El Juego Del Destino

Elena y Carolina revisaron la agenda no tenían muchos pendientes, ya tenían programado otro evento para el sábado

Elena después de hacer unos pendientes se sentó y se quedó viendo la rosa, Carolina la observaba

Carolina: Elena ya no puedo más

Elena: ¿qué pasa?

Carolina: he estado esperando a que de ti salga contarme lo que pasa y nada

Elena: pero de que hablas

Carolina: Elena sé que algo no está bien, sé que algo te está pasando, siempre as podido confiar en mí

Elena se le quedó viendo

Elena: ¿y según tú que me pasa o porque estás tan segura que pasa algo?

Carolina: por qué crecimos juntas, te conozco

Elena no pudo más y soltó el llanto, el nudo en la garganta que la estaba ahogando

Elena: Es algo muy delicado, pero antes de contarte debes de prometerme que jamás dirás ni harás nada

Carolina: lo prometo amiga

Elena: Tenías razón, Patricio es un imbécil, todo es una mentira

Carolina: ¿todo?

Elena: si, nuestro matrimonio, nuestra luna de miel, todo lo invento, pero siempre estuve aquí, encerrada en la casa

Carolina: ¿y por qué no me dijiste, porque mentiste con él?

Elena: por qué tontamente firme un contrato pensando que era un viaje, tengo que estar casada con él por un año, hasta que su padre exprima lo más que pueda de los negocios de mi padre para pagar su deuda, tiene una deuda con un hombre, fingió que me amaba todo el tiempo

Carolina: ¿por qué no le pides ayuda a tus padres?

Elena: Mi padre no puede saber, Patricio me dijo que mi padre estaba muy grave, al casarnos yo prácticamente recibiría mi herencia, él le ayudo sin que yo supiera por qué ya tenía su plan, si mi padre sufre una impresión fuerte morirá, no puedo decirle nada y ni a mi madre le puedo preguntar por qué tampoco ella sabe, estoy atada de manos

Carolina: hay amiga, tenemos que hacer algo... espera y si nada de su matrimonio existe ¿cómo es que estás embarazada?

Elena: me violo el infeliz (lloro amargamente y Carolina con ella)

Carolina: Maldito cerdo

Leonardo y Paolo iban pasando por ahí y las vieron, algo malo pasaba, pero no las quisieron interrumpir, incluso le pidió a la asistente que no las interrumpiera

Carolina: Maldito perro, yo sabía que ese hombre no era perfecto, siempre me dio mala espina, ahí amiga por cuanto as tenido que pasar tu sólita, Sabes yo sospechaba, Lupita me dijo de tú desmayó es obvio que tú no eres enfermiza, te la pasabas más triste, y también me contó que nunca salieron de viaje, yo comencé a unir el rompecabezas, pero no creí que esto fuera tan grave, también tu reacción ante el embarazo amiga

Elena: Ayer le dije que estaba embarazada, el infeliz me dijo que no era de él, que sabrá Dios con cuantos me he metido

Carolina: no sabes como lo odio, si tú quieres podemos buscar una clínica donde interrumpan el embarazo

Elena: No, el bebé no tiene la culpa de nada, no es nada de como planee mi futuro, pero jamás podría quitarle la vida a un inocente

Carolina: entiendo, sabes que cuentas conmigo y algo tenemos que hacer, ya no estas sola

Elena: quiero trabajar, al menos 6 meses tardaría para reunir una cantidad decente para poder ayudar a mi padre con su medicina, tengo que buscar el momento adecuado para hablar con él, Patricio me tiene amenazada, cualquier cosa que haga su padre va a provocar que mi padre muera, así que por lo pronto no puedo hacer nada más que fingir que me tiene atada

Carolina: Maldito loco, pero ya le tocará la hora de pagar, Sobre Leonardo mi reacción de ahorita solo fue para juntar más evidencia de que algo estaba pasando, vi como rodante los ojos cuando te hable de Patricio, en realidad no tengo problema con que tú y Leonardo

Elena: Pero Leonardo y yo nada, solo le di el café que traía para ti...

Carolina: y él te dio una rosa ¿por qué?

Elena: ni yo sé por qué... no entiendo tal vez solo quiso ser cortés o no sé, pero estoy segura de que por lo que piensas no es

Carolina: ¿y si fuera?

Elena: hay por Dios, en estas alturas yo no lo creo, pero si existiera la mínima posibilidad de que fuera así jamás podría arruinarle la vida, no vez que no puedo ni con la mía

Carolina: hay amiga, es que quisiera cambiar tu tristeza por felicidad, no me gusta verte así

Elena: pues al menos 1 año de calvario aún me queda

Carolina: pues ese año y los que sean te voy a acompañar, va a ser muy difícil para mí toparme a Patricio y no partirle la cara

Elena: no, tienes que cumplir tu promesa, piensa en mi padre

Carolina: Lamento mucho lo que pasaste amiga, Lamento mucho que te Violara

Elena: aún no puedo sacar ese momento de mi cabeza, me dejo peor que a un animal, no sé que paso de mí, perdí el conocimiento, hasta el día siguiente desperté, mi cuerpo lleno de marcas y moretones, me dolía todo

Carolina lloraba al igual que su amiga, escuchar todo lo que le había pasado era algo muy fuerte, no podía soportar la idea de que su amiga sufriera tanto, después de platicar y tranquilizarse a Elena le llego la notificación a la tableta, Leonardo la solicitaba en la oficina de él

Elena: ¿vamos?

Carolina: no, ve tú yo iré con Paolo a su oficina para que me dé los detalles del evento

Elena: está bien, te veo aquí