Logan

Estoy corriendo desesperado por el bosque de Fontainebleau, aquí en la región de Francia, cerca de París.

Estoy huyendo, pues mi padre, jefe de la mafia francesa Olivier Roy, prácticamente me vendió a un hombre homosexual mayor que yo de la mafia de Inglaterra, yo tenía apenas dieciocho años.

Mi padre Olivier se indignó cuando supo de mi condición de homosexual, y tomó las debidas providencias según palabras de él mismo, él me está vendiendo para que me convierta en hombre.

No entiendo esa psicología de mi padre, él intenta aplicar la psicología inversa en mí, pero veo que actúa de manera equivocada, mientras yo corro por los montes yo pienso en eso.

Mi padre tendría más éxito si me obligase a casarme con alguna hija de algún aliado de la mafia francesa.

Cansado, paro para descansar y ese fue mi error, siento una estocada en mis espaldas cuando voy a decidir qué camino en el bosque de Fontainebleau debo seguir.

Me desmayo al instante y creo que permanezco horas así y cuando despierto, me veo amarrado a una cama en un cuarto desconocido, creo que es en la mansión sede de la mafia francesa, esa mansión perteneciente a la familia Roy tiene muchos cuartos y varios de esos cuartos yo no conozco.

Intento mover mis pies y percibo que ellos también están amarrados a la cama.

¿Qué mi padre Olivier pretende hacer conmigo? Yo me siento muy mal, pues no me gusta y nunca me gustó estar amarrado, sin alternativas, pues la voluntad de vomitar me sube, cierro mis ojos y respiro hondo. Hago esa maniobra por varias veces hasta calmarme, hasta que la puerta se abre y mi padre entra en el cuarto acompañado de un hombre, la primera cosa que noto es que el hombre es fuerte y robusto, su piel es bronceada de sol, sus ojos de un verde impresionante, yo nunca había visto ojos tan verdes así, sus labios carnosos y sabrosos, sus cabellos a la altura del hombro son castaños, él me mira y sonríe de lado y sin querer un movimiento involuntario yo miro para la parte baja de su cintura y percibo el tamaño de su, digámoslo así, pasamanos.

Mi padre se aproxima de la cama y siendo irónico mira para mí y afirma:

— Chico, me has dado un trabajo enorme para capturarte, tu error fue parar para descansar, más si no fuese eso yo estaría persiguiéndote hasta ahora.

— Henrique, aquí está mi hijo, haz buen uso de él y por todo lo que es más sagrado, haz que este mocoso se convierta en hombre.

Sólo ahí yo comprendí que yo ya no estaba más en Francia, el país en que nací, sino en Inglaterra, mi padre me vendió para el mafioso inglés, movido por el dinero, mi padre nunca me daría para el hombre.

Siento odio de mi padre, cómo él puede vender al propio hijo, qué infierno.

— Mira, Olivier, todo el mundo sabe que para la homosexualidad no hay cura, pues no se trata de una enfermedad.

— ¡Qué infierno, Henrique, tú me garantizaste que él iba a convertirse en hombre en tus manos, si estás diciéndome eso significa que tú has mentido.

— No, Olivier, yo dije que iba a tornarlo hombre — Mi hombre.

Mi padre mira para mí con desprecio:

— Quédate con ese inútil entonces y haz lo que quieras con él, de ese matorral yo ya percibí que no saldrán nietos, más dejo bien claro Henrique, yo no quiero que él vuelva para Francia.

— Si él vuelve, él muere, ¿entendiste? Ese trasto dejó de ser mi hijo hoy.

Mi padre sale del cuarto acompañado por el mafioso de nombre Henrique y yo no consigo contener las lágrimas que ruedan de mi rostro, mi propio padre me vendió y ahora estoy en un país desconocido para mí, con un hombre que nunca vi en la vida, y seré obligado a satisfacer sus deseos insanos para no morir.

" Bien, por lo menos seré rellenado por el pasamanos de aquel hombre y me parece que es bien servido"

Algún tiempo después el hombre de nombre Henrique viene a mi encuentro.

Con empatía, él me mira y desamarra primero mis manos y me ayuda a sentarme apoyado en algunas almohadas.

— Disculpa Logan, yo no quería que tu padre te amarrase a la cama, mas él me dijo que si no lo hiciese tú irías a huir y eso yo no lo permitiría, pagué un valor muy alto por ti, cerca de 500 mil dólares.

Me confiesa Henrique desamarrando mis pies.

— Yo soy el jefe de la mafia inglesa, Logan y tú serás mi novia y luego vamos a casarnos.

Henrique se aproxima de mis labios con sus labios carnosos y me besa, a principio yo mantengo la boca cerrada, pero sus labios son suaves y yo no resisto y cedo al beso de él.

Intento alejar de la lengua de él que busca la mía, siento ella pescando o intentando pescar mi lengua, mas yo no me rindo, hasta que él durante el beso acaricia mi nuca y yo finalmente dejo él "pescar mi lengua", lo que deja el beso más delicioso e intenso.

Ese beso, un largo, dura algún tiempo, hasta que él suaviza y despega los labios de los míos.

— Logan, tú me perteneces y si intentas huir de la fortaleza que es mi mansión, ¡tú mueres!