Casado Con La Bruja De Mi Jefa

Luego de que Antonio se sinceró con Lydia de lo que sentía al cumplir con su obligación de semental, esta tomó una decisión.

—Antonio, tienes razón. Lo siento, pero ya no puedo ser la misma de antes. Así que mejor me haré la inseminación artificial. Así como lo querías tú desde un principio. Mañana iremos a la clínica para preparar todo para el procedimiento. —Lydia se levantó de la cama, se vistió en silencio y salió de la habitación, dejando a Antonio solo y pensativo.

Pero llegó a la conclusión de que es lo mejor. Así debió ser desde que se firmó ese contrato. Es imposible no meter el corazón en esta ecuación. Él no es de piedra y, así ella no sienta nada por él, son dos pensamientos y personas diferentes.

Esa semana era la última quimioterapia de Anthony, y aunque el niño ya mostraba un ánimo más positivo, Antonio temía por el fuerte apego que había desarrollado hacia Lydia. Maldijo el día en que, creyendo hacer lo mejor, permitió que ella lo adoptara. Lydia tenía un poder de persuasión irresistible, y en ese momento, Antonio pensó que era la decisión correcta. Sin embargo, ahora se daba cuenta de que, cuando toda esa farsa terminara, no sería solo él quien sufriría, sino que también habría un segundo corazón roto: el de Anthony.

Así que Antonio tomó una decisión con el corazón en la mano: planear el final de su "relación" con Lydia, la bruja.

Por su parte, Lydia, volvió a ser la misma bruja de antes, o peor. Ya nadie la soportaba en la empresa. Hasta la dulce Grace trataba de evadirla lo más que podía.

—Buenos días jefa. —Saludó Grace con educación, seguida de su graciosa reverencia.

—De buenos no tienen nada. —Fue su tajante respuesta. —¿Qué reporte me tiene? Si le pudo sacar información al idiota del Dominic con lo que quedamos qué le diría.

Entonces Grace le contó a Lydia sobre su viaje con Dominic a Tampa, donde conoció a la bruja mayor de su madrastra, la madre de Lydia, una mujer hermosa pero peligrosa y calculadora.

—Carrie, te presento a mi novia, Grace —dijo Dominic al llegar a la mansión .

Grace se sintió sorprendida al ser presentada como la novia y se encontró cara a cara con la mujer que había causado tanto daño a Lydia y a Eduard. Mientras intercambiaban un saludo formal, Grace notó la sonrisa fingida de Carrie y la forma despectiva en que le tomó la mano.

—Carrie Kidman. —Solo eso dijo mientras la miraba fijamente, y Grace quería vomitar al escuchar a esa señora como decía el apellido Kidman con orgullo.

—Carrie, voy al despacho de mi padre, necesito buscar unos documentos. Grace, espérame aquí que ya regreso. —Grace asintió con una sonrisa haciéndose la tonta y se sentó en la sala como si su vida dependiera de eso. Pero cuando vio que Carrie se fue detrás de él, no perdió tiempo y se hizo detrás de la puerta del despacho para escuchar.

«No entiendo por qué le interesa tanto saber qué pasa con Lydia. ¿Acaso le importó abandonar su hogar y dañar el mío? Lydia la odia y gracias a eso es una mujer desconfiada. Es la mejor CEO que Kidman Nexus ha tenido en generaciones y no veo por qué usted y mi padre quieren que yo la reemplace. Ella ya cumplió parte de la cláusula, y estoy más que seguro de que el heredero Kidman viene en camino. Así que ella será la heredera y yo estoy bien con eso».

Esta confesión de Dominic, Grace no se la esperaba.

«¿Acaso Dominic está a favor de Lydia?», pensaba Grace, confundida.

—Jefa, ¿qué piensa de todo esto que le acabo de contar? —Grace espera su respuesta.

—Que puede ser una estrategia. Aún no confío en Dominic. Robert ha dejado clara su posición y no creo que su hijito no esté de acuerdo. Tal vez quiere hacerle creer a Carrie lo contrario por si ella en algún momento se va a poner de mi lado o, supo que estabas escuchando. —Lydia da su teoría y para Grace es muy válida.

Mientras que Lydia cambia de estrategia, Antonio ya está en la fase final de su proyecto, y su inversor se presentará al público en la inauguración. Esa fue la promesa que le hizo y ya Antonio fijó la fecha. Será el día del cumpleaños de la bruja, así que la aplicación será su regalo.

Tambien esperaba con ansias los resultados de los exámenes de Anthony después de finalizar las quimioterapias, confiando en que fueran exitosos y que el contrato que había firmado con Lydia llegue a su fin, para poder regresar a Colombia.

Antonio ya estaba pensando en un nuevo proyecto: lanzar una línea de café gourmet en la finca, que gracias a la intervención de Lydia había sido completamente tecnificada para optimizar la producción. Además se construyó una nueva casa, amplia, moderna, con mobiliario contemporáneo, y electrodomésticos de lujo.

Los antiguos cultivos de café fueron renovados con una nueva variedad especialmente seleccionada para el clima de la región, lo que garantizaría la producción de un café de alta calidad.

Además, Lydia contrató a un capataz, un administrador y varios jornaleros para asegurar que las plantas rindieran al máximo y garantizaran una excelente cosecha el próximo año.

Es imposible que Antonio no esté agradecido con Lydia; por eso está poniendo de su parte para que la aplicación sea todo un éxito y así catapultar a la cima a Diamond Technology.

Llegó el jueves y Lydia, como era habitual, se reunió con su padre para desayunar. Sin embargo, como había ocurrido en semanas anteriores, llegó sola, y su padre ya no se tragaba las excusas que ella le daba para justificar la ausencia de Antonio.

—¿Esta vez qué excusa me vas a dar, de por qué no viniste con tu esposo? —Eduard le interrogó.

—Ya te dije, papá, que está en la recta final de su proyecto y está muy estresado con eso —repitió Lydia, ofreciendo una vez más la misma excusa sobre la aplicación para justificar su ausencia.

—Haré que te creo. Pero, Lydia, ¿no será que tienes problemas con él? Confía en mí. Cuéntame qué te pasa. —Eduard cree saber lo que tiene su hija.

—Papá, sabes que no quiero que Antonio confunda las cosas; lo dejé muy claro cuando él aceptó casarse conmigo y yo no le puedo corresponder ese amor que sé que está empezando a sentir por mí. Por eso es mi distanciamiento. —Lydia fue sincera a medias.

—Pues déjame decirte, hija mía, que ya lo estás correspondiendo. Estás enamorada de él y no quieres admitirlo. —Eduard conoce a su hija y le da tristeza que su historia trunca con Carrie haya dañado el corazón de Lydia, cerrándose al amor.

Ese viernes fue la primera cita para iniciar el proceso de inseminación artificial. Prepararon a Lydia con unas inyecciones y a Antonio lo hicieron sacar de nuevo una muestra de su esperma para la próxima semana hacer la implantación.

No hubo más sesiones de sexo y Antonio vio innecesario estar en la habitación con Lydia, por lo que empezó a dormir con su hijo en su habitación.

Cada día se agravaba el abismo entre los dos. Y Marina, como buena madre, notó el cambio. Aunque aún desayunaban en familia y cada semana Antonio y Lydia acompañaban a Anthony a las quimioterapias, la tensión entre ellos era palpable. Así que Marina argumentó que el cambio de casa tenía a San Antonio sin su magia y por eso no le había hecho el milagro de juntar a ese par de tercos.

«Oh, amado san Antonio, une y amarra con tus lazos de amor a mi hijo Antonio con Lydia y haz que pueda conquistar los sentimientos de ella. Haz que pueda tener para siempre su corazón y su atención, su cariño y dedicación, y que jamás se alejen.

Oh, San Antonio, tus milagros son inmensos, tu asistencia prodigiosa, tu bondad reconocida; por ello, con todo mi ser te pido: ayúdame a que se enamoren, a que Antonio consiga el amor de Lydia y ayúdalos a salir victoriosos en esta difícil situación, y que pueda suavizar, amansar y conquistar el espíritu vivo, juicio, pensamiento, voluntad y, sobre todo, su corazón. Amén».

Pobre San Antonio, doña Marina lo tiene trabajando horas extras. ¿Será que el santo le hace el milagro?