Soy Emilia Jones, llevo dos años de matrimonio con Antonio Del Castillo, hoy se cumple nuestro acuerdo de matrimonio, y estoy en mi oficina cuando veo entrar a su abogado.
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Decisiones
Capítulo 18: Decisiones
EMILIA
Llego a la casa, y me encuentro con mamá en la sala.
MAMÁ: hija, ¿pero qué fue lo que sucedió?
EMILIA: pues, que Jimena, me encontró almorzando con Antonio y me baño en vino y me dijo una cantidad de cosas, dejando mi nombre y honor por el piso.
MAMÁ: y ¿qué hacías tú almorzando con la pareja de alguien más?
EMILIA: me quedé pensando en lo que me dijiste, sobre qué él debía saber la verdad, sobre los niños, y estaba dispuesta a hacerlo, quería contarle, pero ya no, ya no quiero que sepa nunca, porque al saber esto, su vida, puede derrumbarse; en cuanto papá se recupere y tú estés más tranquila, me regresaré a Nueva York, para alejarme de todo esto.
MAMÁ: hija, no tomes una decisión de la cual te vayas a arrepentir, piensa bien las cosas, mi amor, analiza, y toma la decisión correcta, no pienses solo en ti, piensa en Evans y en Mía, ellos extrañan un papá.
EMILIA: precisamente en ellos, es que estoy pensando mamá. Y ya no hay vuelta atrás.
Subo a mi habitación, me doy un baño, y me relajo. Luego, voy a la habitación de los gemelos y los encuentro jugando, así qué, entro y juego con ellos, mientras pasa el tiempo; decidí no regresar por hoy, a la empresa, quería disfrutar más a mis hijos.
El ama de llaves, Martha, quien es de mi entera confianza, entra a la habitación y me dice que alguien me busca y me está esperando en la sala. Antes de que pudiera preguntar quién era, ella, ya se había retirado.
Baje, y me encontré con Antonio en la sala, es él quien me espera, lo que no entiendo, es que hace aquí, después del incidente tan penoso, que pasamos al medio día.
Emilia: ¿qué haces aquí? ¿Aún quieres que me insulten más?
Antonio: no pienses mal. He venido a pedirte una disculpa sincera, en nombre de Jimena.
Emilia: ¿Por qué debería disculparte? ¿A caso fuiste tú quien me humillo antes? ¿No debería ella venir aquí en persona y no esconderse detrás de ti?
Antonio: tienes razón, yo no te hice nada malo, ella es quien debería venir, pero ya la conoces, es demasiado orgullosa y no está dispuesta a reconocer su error.
Emilia: entiendo, en ese caso, no acepto tu disculpa, y puedes retirarte.
Antonio: Emilia, yo..
No dejé que terminara de hablar, y lo interrumpí.
Emilia: Antonio, por favor, de la manera más atenta, te pido que te retires de mi casa, gracias y buenas tardes, señor Del Castillo.
Lo dejé ahí parado en la sala y me dirigí a mi habitación, aunque ya no estaba enojada por el incidente del medio día, por lo menos, tengo dignidad, y sabía bien, que él, no debía a cercarse a mí.
Los siguientes días, transcurrieron normalidad, ya tengo 9 días, que no veo a Antonio, y mi vida está mejor así. Pero pronto, eso iba a cambiar, pues al siguiente día, debía dirigirme hasta Daroca, un pueblo de la provincia de Zaragoza, para iniciar con el proyecto, y por su puesto, Antonio, también iba a ir, mi vida no podía seguir siendo perfecta.
será grave y profunda
y sigue con la esposa
quitarlo de hay y ya