-Eres una maldita zorra
Le doy una una cachetada que bien merecida la tiene, siento como palpita la palma de mi mano de la fuerza con que la golpee; cuando de repente siento una punzada en mi pierna derecha
-¡No le pregues a mamá tonto!
¿Mamá? Cuando esta mujer había decidido hacer una vida con alguien más, además ahí estaba el fruto de eso...
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Capítulo IX
Aiden
Ayer fue una tarde del fiasco gracias a mi hermano, cite a Aglaya a la 1:00pm para almorzar; pero se negó, así que propuso una reunión a las 3:00pm la cual acepte. Se que ella a ayudado a cumplir caprichos de otros CEOS y es la mejor en cuestión de conocer a las personas; así que por supuesto la quería trabajando para mí. Recibo una llamada anunciando a Aglaya, 30 minutos antes; que mujer tan puntual
-Buenas tardes señor Aiden, espero no ser una molestia
-Jamás señorita, Aglaya. Por favor siéntese y revise el contrato ¿Gusta algo de beber?..
-No, gracias.
Se sebto y cruzó sus piernas era verdaderamente hermosa, su cabello rojo resaltaba su piel pálida.
-He incluido -dije para no solo mirarla como idota- una cláusula en la cual, no puedo revelar su identidad hasta que usted lo crea propio
No dijo nada, se quedó callada. Y leía con detenimiento cada palabra. Seguido tomó un bolígrafo y firmó. Estrecho mi mano como señal del contrato, se levantó y camino hasta el balcon; yo, la veía idiotisado. Camine hacía ella y cuando se giro y la vi aún más cerca, la vi hermosa
-Señorita, disculpe mi atrevimiento -dije sin dejar de mirar sus ojos azules- se ve muy hermosa en contra del viento
-Aiden, dejaré la formalidad solo por el contrato. Agradezco su cumplido y pido que no lo haga más, no quiero que por sus comentarios y quizá acciones futuras; se entable una relación fuera de la laboral
-Esta usted insinuando que - sonreí con picardia- podría yo seducirla y usted enamorarse tan fácilmente
Ella mi miro y sonrió, la primera vez que la veía sonreir pero su sonrisa tenía malicia. Camino peligrosamente hacia mí, haciéndome retroceder hasta un sofá que tenía en mi oficina, caí sentado ¿yo un hombre que no retrocedía nunca lo hacía por esta mujer? ¿Le estaba permitiendo intimidarme? Ella posó peligrosamente su tacon en un espacio del sofá que quedó en medio de mis piernas, jalo de mi corbata dejándome a escasos centímetros de su boca.
-Yo, querido; soy la tentación y seducción. Y en cuanto a enamorarme, no creo que lo vuelva a hacer en toda mi vida. Así que cuídate pues el enamorado, podrías ser tu.
Salió sin decir más, no se si estaba enamorado pero la quería para mi así fuera por un rato; esto ya no es solo por un contrato, es por que quiero conocerla mas.
Aglaya.
Salgo de la oficina evitando afrontar lo que hice ahí ¿Como pude ser tan atrevida? Por eso no quería trabajar con él tan de cerca, desde que lo vi fue abrumador, todo en el es seductor. Llevo siete años dedicada a mi hijo, a mi empresa a mi trabajo, he besado claro a mas hombres pero no me he vuelto a acostar con nadie. Después de todo, el sexo o hacer el amor no era como se pintaba. No era una experiencia única y maravillosa, y prefería, honestamente dejarlo así. Lo que haría esto más difícil era el hecho de que tendré que compartir demasiado tiempo con Aiden Greco.