Guardian Deluxe

Kate estaba en el almacén de ingredientes buscando un cangrejo. Encontró uno resguardado en una caja de cristal con agua y se lo llevó junto con varios camarones.

Mientras tanto, Aka esquivaba los ataques de Scott. En un movimiento, Scott logró cortarle el cuello, dejándole una marca. Aka se sostuvo la herida, dándose cuenta de que no era crítica, pero en ese descuido, Scott desapareció.

—¿Dónde está? —preguntó Aka.

—No se fue, se camufló. Su habilidad de alma le permite esconderse en su entorno cambiando la pigmentación de su ropa y piel —le explicó Shadow.

—¿O sea que es como un camaleón? —preguntó Aka con curiosidad. En ese momento, Shadow notó que una sección cerca de la entrada se movía levemente y supuso que Scott estaba allí.

—Aka, a la entrada —exclamó Shadow. Aka lanzó un fuerte golpe hacia la entrada, rozando el costado del brazo de Scott. Scott volvió a su estado normal, revelando que trataba de comunicarse con el resto y pedir ayuda. Aka supo en ese momento que debía detenerlo rápido antes de que pudiera alertar a los demás.

—Cambiemos, Aka —exclamó Shadow.

—¿Tienes un plan? —le preguntó Aka.

—Trataré de atraparlo y, una vez que lo logre, lo asfixiaré —respondió Shadow. Scott, que se encontraba allí, notó que Aka parecía hablar con alguien más. No tenía un comunicador a la vista, por lo que sospechó algo que le erizó la piel.

—¿Tienes un Shadow, verdad? —preguntó Scott con seguridad, a lo que Aka respondió...

—¡Shadow manifiéstate!— revelando la presencia de Shadow a sus ojos.

—Saludos  paladín de cuarta. Voy a destrozarte en pedazos cuando me quites la mirada de encima —le dijo Shadow con una mirada amenazante, poniendo nervioso a Scott. Este se camufló de inmediato.

—¡Rápido, Aka, cambiemos! —le repitió Shadow, pero Aka dudó, ya que no quería que destruyeran la cocina.

—No lo sé, Shadow. Eres muy descontrolado y, en esta situación, hay que dejarlo inconsciente sin hacer un desastre —le mencionó Aka, poniendo de mal humor a Shadow.

—Eres un cobarde, no vas a lograr nada sin mí. Aprovecha mi oferta, Aka —le dijo Shadow en un tono fuerte. Aka siguió con un "no" por respuesta, y Scott aprovechó la discusión para volver a la normalidad.

—Ustedes hicieron un contrato pero no están sincronizados, lo que significa que no son una amenaza todavía —exclamó Scott con confianza, abalanzándose hacia Aka, quien esquivaba sus cortes como podía. Agarró una sartén para protegerse y procedió a atacar a Scott, pero este se camufló, logrando que Aka lo perdiera de vista. Scott se posicionó al costado de Aka rápidamente y, con un fuerte golpe, lo lanzó hacia una mesa, dejando caer varias herramientas y platos de cocina.

—Uy, sí, y yo soy el que debe tener cuidado para no generar ruido —le dijo Shadow en tono burlesco.

—Dame un respiro, no ando al 100% —exclamó Aka adolorido.

—Bueno, señor precavido, te dejo en tus manos —exclamó Shadow, desconcertando a Aka. Scott se apresuró a pedir ayuda, pero antes de que pudiera comunicarse con Thiago, el comunicador fue destruido por un mazo de cocina que Aka arrojó. Aka se abalanzó hacia Scott, pero este desapareció, logrando que Aka lo perdiera de vista. Rápidamente fue apuñalado por la daga de Scott en la espalda. Con mucho dolor, Aka le dio un codazo a Scott, alejándolo de él. Scott sacó su daga de la espalda de Aka tras recibir el ataque.

—A este paso no necesitaré apoyo para matarte. Estando solo y débil, no sé cómo pudiste derrotar a Isaac, pero te juro que no perdonaré que hayas matado a mi amigo, miserable Guardián Deluxe —exclamó Scott.

—Lo lamento por tu compañero, pero ustedes secuestraron a mi princesa y eso no lo perdonaré —le respondió Aka. Tanto Aka como Scott escucharon la voz de una persona conocida acercándose a la cocina.

—Isaac, adivina qué encontré —la voz de Kate se escuchó en toda la cocina, alertando a Aka.

—Maldición, me olvidé de Kate —pensó nervioso Aka, a diferencia de Scott, que estaba feliz de que ella llegara. Mientras tanto Thiago escuchaba todo el conflicto a través del comunicador de Scott enterándose de lo ocurrido

—Sabía que había algo raro con el, hay que atraparlo enseguida — dijo Thiago a la vez que llamaba a Kate pero ella no contestaba su comunicador — Ash! Esa inútil, tengo que ir deprisa — dijo Thiago saliendo de su habitación en busca del falso Isaac

—Perfecto, Kate vendrá y juntos te detendremos —dijo Scott, pero sus palabras fueron silenciadas al darse cuenta de que Aka se dirigió a toda velocidad hacia él, derribándolo contra el suelo.

—Perdón, pero ya no puedo seguir contigo —exclamó Aka agitado. Scott empujó con fuerza a Aka, llevándolo hacia la pila, donde, coincidentemente, estaba la daga clavada en la pared con su pañuelo. Aka la sacó y la arrojó a Scott, pero este la esquivó y se camufló rápidamente, Aka tomó el pañuelo y se lo colocó de inmediato. En eso entró Kate con un balde de camarones y un cangrejo.

—Encontré algunos mariscos para que podamos... wow, ¿qué ocurrió aquí? —preguntó Kate al ver la cocina hecha un desastre.

—Ah... un tipo con cabeza de toro entró y estaba muy enojado, y pasó esto —le explicó Aka nervioso.

—Ash... estoy harta de que esos temperamentales entren en áreas cerradas y estrechas. Saben que se alteran y, aun así, entran. ¿Puedes creerlo? —exclamó Kate mientras colocaba los mariscos en la mesa y recogía los utensilios. En un momento se agachó y Aka observó cómo Scott se dirigía a tocar a Kate para hacerse notar.

—Es un impostor, el..— el Paladín trató de hablar pero Aka saltó, apoyándose en la mesa, y con una patada lo alejó fuertemente callandolo en el proceso. Kate se levantó y vio que Aka tenía una herida en la espalda.

—Oh no, Isaac, uno de los cuernos del minotauro te atravesó la espalda. Déjame ir a buscar una venda aquí enseguida —exclamó Kate toda preocupada.

—Kate, ese no es Isaac —mencionó Scott camuflado. Kate, mientras salía, escuchó y pensó que Isaac le había dicho algo.

—¿Dijiste algo, Isaac? —preguntó Kate, a lo que Aka gritó fuerte que no era nada y que podía irse. Kate se fue luego de su respuesta. Scott trató de repetir que no era Isaac, pero Aka lo embistió con su cuerpo, haciéndolo caer.

—¿Cómo sabes dónde estoy? —preguntó Scott, a lo que Shadow le señaló su espalda.

—Oye, paladín de mierda, estás cubierto de paprika allí atrás —le señaló Shadow. En efecto, un poco de paprika estaba en su espalda sin que él se diera cuenta. Scott trató de limpiarse, pero Aka chocó los puños con Shadow, cambiando de lugar.

—Hasta que al fin te resignas por mí, chico egoísta —burleó Shadow.

—Solo procura acabar con él rápido —le dijo Aka, a lo que Shadow, a gran velocidad, se posicionó detrás de Scott y lo golpeó fuertemente en el lugar donde estaba la paprika, derribándolo y volviendo a la ser visible. Scott trató de reaccionar, pero rápidamente fue golpeado en el rostro por Shadow, dejándolo inconsciente. Escucharon cómo Kate regresaba rápidamente, ocultaron a Scott en el armario.

—Listo, siéntate y te curo —exclamó Kate con un botiquín de emergencia en la mano.

—Listo y sentado —respondió Shadow, mientras Kate abría el botiquín. Shadow aprovechó y cambió de lugar con Aka.

—Te dije que podía ocuparme de él —mencionó Shadow con una sonrisa regocijante.

—Oye pero estando en mi cuerpo ella te puede ver sin que yo te manifieste? —Preguntó Aka

—Pues digamos que es un si y un no, puedo comunicarme obviamente ella pensará que con quién habla eres tú pero si trata de tocarme aún estando en tu cuerpo me atravesará como un fantasma — explica Shadow dejando fascinado a Aka

—No debí dudar de ti. Bien hecho —susurró Aka.

—A ver —exclamó Kate mientras revisaba la herida. Ella la limpiaba y se aseguraba de cubrirla, luego con una venda la rodeó lateralmente por la boca del estómago.

—Listo. Por suerte, no alcanzó ningún órgano, así que solo sellando la abertura no debería llegar a mayores. Si sientes algo, me avisas —mencionó Kate, provocando que Aka se sonrojara levemente.

—Sí, gracias —fue todo lo que Aka pudo decir.

—Bien, entonces como decía, encontré un cangrejo y varios camarones. ¿Tienes alguna idea de qué podemos cocinar? —preguntó Kate con una sonrisa.

—Mmmm... podríamos hervirlos y ya, aunque ahora que lo pienso, podríamos combinar algo. En este desastre pude ver algunos ingredientes y se me ocurrió algo —exclamó Aka mientras se levantaba y limpiaba un poco el desastre.

Aka recogió varios tomates y los colocó en una olla, recogió cebolla del canasto y un poco de setas.

—Lo primero sería lavarlos, triturar el tomate, cortar la cebolla y las setas—mencionó Aka.

—Yo me encargo —le dice Kate mientras lava los tomates.

—No otra vez una cocina de ustedes juntos —exclama Shadow, disgustado.

—Kate, ¿sabes dónde está el ajo y el perejil? —pregunta Aka mientras cierra los cajones en busca de los ingredientes.

—Están en ese armario de allí —señala Kate. Aka va a abrirlo, pero al ver a Scott inconsciente dentro, se alarma. Rápidamente busca el perejil y un puñado de ajo, y cierra el armario de golpe.

—¡Los encontré! —exclama Aka, levemente agitado.

—Bueno, señor chef, ¿Qué tienes pensado preparar antes de mandar todo a la sartén? —pregunta Kate con tono de burla y una sonrisa.

—Pensaba hacer una combinación de todo junto, pero podría quedar extraño y arruinarse. ¿Tienes alguna combinación en mente? —pregunta Aka.

—De hecho, se me antoja hacer una pizza —dice Kate—. Yo me encargaré de la masa y la salsa de tomate, tú de preparar todo y veremos qué tal nos sale.

—Claro, buena idea (aunque no sé qué es una pizza realmente) —piensa Aka con entusiasmo. Corta la cebolla y las setas notando que cocinar aliviaba el estrés que ambos sentían, convirtiendo el momento en un respiro mágico.

Aka observa cómo Kate mezcla h

harina, aceite y agua para formar una gran masa. La amasa hasta que queda tan plana como un plato, la lanza al aire y la atrapa con destreza. Luego, con su dedo índice en el centro, hace girar la masa con habilidad. Aka queda asombrado mientras Kate sonríe, satisfecha con su habilidad.

—¿Y qué opinas de mi control de masa, Chef Isaac? —pregunta Kate.

—Increíble... —responde Aka, con los ojos bien abiertos.

—Jajaja, gracias. Bueno, veo que tienes todo listo, así que me detendré con la masa —dice Kate, mientras coloca la masa en la mesa y esparce una gran cantidad de salsa de tomate sobre ella.

—Esta pizza es algo peculiar. Quería hacer una pizza, pero ya tenía el cangrejo, así que pensé que me dirías que eso sería raro —menciona Kate.

—Nunca he probado algo así, pero eso es bueno. Me encanta probar cosas nuevas, aunque no sea tan bueno como pensaba, es una experiencia interesante —responde Aka, dejando pensativa a Kate.

—Sí, tienes razón —dice Kate.

—Entonces, ¿Qué sigue después, Isaac? —pregunta Kate mientras se limpia las manos.

—Creo que los tomates picados quedarían bien, les pondré un poco de sal y aceite —menciona Aka mientras agrega los ingredientes.

—Olvidas lo esencial en una pizza, querido chef: el queso —menciona Kate mientras cubre la masa con abundante queso rallado—. Menos 30 puntos.

—¿Me estás calificando? —pregunta Aka, sorprendido.

—¡Claro que sí! —responde Kate con una sonrisa.

—Bueno, bueno, ahora habría que colocar el cangrejo encima, ¿cierto? Creo que ya entiendo lo que es una pizza —dice Aka en voz alta.

—¿Se te había olvidado qué era? —pregunta Kate, confundida.

—Ah, me refería a este tipo de pizza con cangrejo. No sabía exactamente cómo hacerlo —responde Aka con algo de nerviosismo. Kate lo comprende, toma los cangrejos y empieza a cortarlos con un cuchillo.

—Cierto, nunca he preparado pizza de cangrejo antes. Siempre me gusta comerlos después de hervirlos, pero nunca los he combinado con mi platillo favorito —dice Kate, partiendo los cangrejos y separando la carne del exoesqueleto—. Bien, Isaac, por favor, ve sacando la carne de las patas y yo trituraré la carne grande. Se me ocurrió una idea para decorar la pizza.

—De acuerdo, puedo ver la carne a través del agujero. Ahora solo debo averiguar cómo sacarla sin dañarla —se dijo Aka, notando que al dar palmadas en el agujero, la carne sale empujada. Lo hace con el resto, aunque le resulta algo complicado. Kate se acerca a él con una sonrisa tierna.

—Déjame enseñarte un truco. Si sostienes la pata con la abertura hacia abajo, puedes golpear tu mano con cuidado para que la carne se deslice sin lastimarte. ¿Lo ves? —dice Kate, demostrando el truco.

—¡Wooow! —exclama Aka mientras aplica la técnica. Observa cómo Kate corta la carne de cangrejo en trozos pequeños con gran destreza.

—Eres muy hábil cocinando, al contrario de mí —comenta Aka.

—Sí, búrlate y este cuchillo acabará en tu cuello —responde Kate, manteniendo su mirada concentrada.

—No, para nada. Realmente lo poco que sé de cocina lo aprendí de mi hermana —dice Aka, dándose cuenta de que ha hablado demasiado y está preocupado de que Kate lo descubra. La mira discretamente, pero ella sigue con la mirada fija en la carne de cangrejo. Aunque escuchó todo.

—Nunca habías mencionado que tenías una hermana. Debe ser duro para ti habértelas arreglado solo —dice Kate, poniéndose cerca de Aka.

—Sí... desde que ella no está, no sé cómo avanzar. Ella era todo lo que tenía... —exclama Aka, sollozando levemente. Hablar de su hermana lo pone sentimental. Kate se acerca a él y mira como Aka había sacado la carne de cangrejo.

—Las patas de cangrejo te quedaron excelentes, Isaac —dice Kate, mientras pone su mano en el hombro de Aka—. Siempre que necesites mi ayuda, con gusto te la brindaré.

—Gracias, Kate. Lo aprecio mucho —responde Aka, limpiando parte de su rostro.

Kate esparce la carne de cangrejo sobre la masa y Aka coloca las patas de cangrejo en diagonal sobre la masa circular. Finalmente, Kate adorna la pizza con camarones y setas, rellenando los espacios sobrantes con elegancia.

—Wow... se ve increíble —dice Aka, impresionado.

—¿Verdad que sí? Ahora solo queda meterla en el horno y esperar. La pondré a 240°. Solo esperaremos y veremos si lo que hicimos salió bien —dice Kate mientras cierra y programa el horno—. Menos 50 puntos.

—¿Eh? ¿Por qué? Si lo hicimos bien —pregunta Aka, confundido.

—Olvidaste lo más importante que me encanta: los pimentones —responde Kate.

—Ah, no es justo. Eso lo podrías haber hecho tú —exclama Aka.

—Jajaja, puede ser... pero no preguntaste y no estuviste pendiente cuando me olvidé de eso. Así que menos 60 puntos por no cuidar mis gustos —dice Kate con una sonrisa burlona.

—¡Aaah! Oye, solo me quedan 10. ¿Qué pasa si llego a 0? —pregunta Aka, disgustado.

—Mmm, podría darte una penitencia —menciona Kate, colocando sus manos en su mentón mientras piensa.

—Jajaja, está bien. No sabía que eras tan buena cocinera, Kate —dice Aka mientras ambos se sientan en el suelo junto al horno en medio encendido.

—Sí, se aprende mucho de alguien cuando no está constantemente presionado con un "sé mi novia" —dice Kate.

—Jajaja, eso suena terrible —responde Aka.

—Se refería a ti, idiota —exclama Shadow, que estaba escuchando todo.

—Uy... lo siento —se disculpa Aka, apenado. Sabe que no lo dijo exactamente así.

—Jajaja, desde cuándo eres tan inocente, Isaac. Pero si, todos comemos lo que los humanos que aprisionados nos cocinan, pero a veces me encanta cocinar a escondidas. Es un momento de paz en el que solo pienso "¿qué me prepararé, cómo lo haré y qué tanto le pondré?" Eres la única persona a la que le he mostrado este lado mío, a pesar de que llevamos mucho tiempo cooperando juntos —dice Kate. Las palabras de ella concentran a Aka. Ella realmente confiaba en él y se estaba abriendo.

—Oye, ¿cómo aprendiste a cocinar tan bien? —pregunta Aka con curiosidad.

—Cuando vives sola desde pequeña y tienes que adaptarte a tu entorno, debes aprender a sobrevivir con tus conocimientos. Ya sabes que he pasado por varios grupos, me he adaptado y desempeñado bien. Es una tortura estar con gente que solo quiere sobresalir y trata a los demás como herramientas o idiotas. Estar bajo sus órdenes es horrible para mí. El único momento en que podía despejar mi mente era cuando comía. Amaba la comida que nos daban. Me llevaba mi plato a mi habitación, miraba los ingredientes y me colaba en la cocina cuando no me veían para practicar. Ahora, siempre que puedo, pido que no me den comida y ya, no les importa si como o no. Así que me sirve —explica Kate.

—Realmente eres algo solitaria, ¿cierto? —pregunta Aka, dejando un silencio en el que Kate finalmente exhala con fuerza.

—¿Se nota mucho? —pregunta con ironía.

—Creo que eres grandiosa, Kate. No deberías sentirte mal por eso. Sé que no puedo demostrártelo del todo, pero quiero que me des la oportunidad de que me creas. Eres más de lo que imaginas. Todos y cada uno destacamos por lo que somos, y tú no eres la excepción. —Aka decía esto con la mirada fija en el techo. Aka cierra los ojos y gira su cabeza en dirección a Kate, cuando abre los párpados y la mira, se da cuenta de que Kate estaba muy cerca de él, con los ojos muy abiertos y sonrojada por sus palabras.

—¿De verdad crees que soy todo eso y más? —preguntó Kate, sonrojándose aún más y acercándose lentamente al rostro de Aka quien sintió como sus latidos se escuchaban en toda la cocina.

—Eh, Kate, estás bastante cerca... —murmuró Aka, sintiendo el calor en sus mejillas.

—No me importa si tienes la boca destrozada, quítate el pañuelo, por favor. Quiero... —Pero sus palabras fueron interrumpidas por el sonido del horno, anunciando que la pizza estaba lista. Ambos se separaron rápidamente, avergonzados por el momento.

—Ejem... bueno, la pizza ya está —dijo Aka, tratando de retomar la normalidad.

—Sí... sí —respondió Kate, abriendo el horno y sacando la pizza tratando de disimular lo ocurrido. El aspecto y el aroma eran tan apetitosos que hicieron rugir los estómagos de Aka y Kate. Ella cortó la pizza en ocho partes iguales, tomó una rebanada y luego otra para dársela a Aka, quien la aceptó gustosamente.

—A ver qué tal sabe —dijo Aka tomando media vuelta y elevando un poco su pañuelo, para luego darle un mordisco a la pizza. La explosión de sabores fue increíble; la combinación de la masa, el queso, el cangrejo y los camarones creó una experiencia culinariamente deliciosa. Aka no podía dejar de comer, y aunque Kate también disfrutaba de su rebanada, se notaba que Aka estaba especialmente encantado.

—Está deliciosa, Isaac. Aunque en serio, hace falta algo de beber. Iré por algo de vino que hay en el sótano. No te la acabes toda, ¿vale? —dijo Kate mientras se preparaba para irse.

—¡Aka! No olvides a lo que venimos —le recordó Shadow, haciendo que Aka recordara la verdadera razón de su visita.

—Espera, Kate. Respecto a la princesa, ¿podría ir a verla mientras? —preguntó Aka.

—Mmm pues sí. Ya ha descansado, así que puedes ir a verla si quieres. Pero recuerda, no la mates ni la dejes agonizante. Está en el sector 4, celda 14. No tardes mucho con ella, ¿vale? Te pasaré la penitencia esta vez. Necesitamos charlar más seguido —dijo Kate, despidiéndose con una sonrisa.

—Bien, cuarto piso, celda 14. Lo tengo —confirmó Aka.

—Y Isaac, nos vemos pronto. Te traeré una babosa sanadora para tu boca, ¿vale? —dijo Kate con una sonrisa tierna.

—Cl-claro —respondió Aka, apenado, mientras salía de la habitación.

—Oye, mocoso, entiendes que después de esto no te volverá a ver de la misma manera, ¿cierto? —comentó Shadow, provocando una mueca de desánimo en Aka, quien se dirigió rápidamente hacia el ascensor con una expresión triste.

—Solo sigamos, Shadow —dijo Aka con determinación. Al llegar al ascensor, se dio cuenta de que no había un botón para el primer piso, lo que le hizo pensar que tal vez había dos ascensores diferentes. Finalmente llegaron al cuarto piso, donde las rutas se dividían, pero Aka pudo ver las celdas y se dirigió hacia la izquierda, rodeado de criaturas que gritaban y se movían frenéticamente en sus jaulas.

—Esto da miedo —murmuró Aka, sintiendo un escalofrío.

—Mira arriba de las celdas, Aka. Allí