El Día Que Todo Cambió

¿Pero quien se cree ella para entrar asi? ¿Qué bicho le

pico?

—Ammm disculpe señorita pero ¿podría saber porque entro de ese modo? Y si necesita algo, si puedo con mucho gusto la voy a ayud—¡Ayudar! ¿Te crees calificada para ayudarme?. O sí, me puedes ayudar largándote de aquí, embustera y manipuladora—Me grita de la nada y yo quedo en una pieza

—Disculpe señorita pero si no va a hablar bien le pediré que se retire

—Tu a mi no me toques descarada. ¿Qué relación tienes con mi prometido? O mejor dicho ¿cuando lo sedujiste?

—Disculpe pero no sé de qué me habla, por favor salga de aquí

—Yo no me voy a ir, no sin una explicación ¿Quién te crees que eres para meterte con un hombre comprometido maldita?

–Disculpe pero no me he metido con ningún hombre comprometido, usted debe estar confundida, por favor cálmese y… ¡Plaf! –Lo próximo que siento es un ardor en mi mejilla, ¿esa bruja me acaba de dar una bofetada? ¿Pero quién se cree?... esto si no me lo aguanto. Y sin más se la devuelvo igual o más fuerte que causa que pierda el

equilibrio  caiga al suelo.

—Tu, como te atreves— Me dice señalándome con odio

—Disculpe señorita pero usted fue la que comenzó, no sé qué le hice, e incluso si le hubiera hecho algo lo mejor es dialogar no entras gritando como dueña del lugar e ir abofeteando al que se le atraviesa. –Le

grite en el mismo tono.

—Mira maldita ¿Por qué estás en una foto con mi prometido? ¿Sabes cómo me afecta esto? Leonardo será mi esposo, estamos

comprometidos, estamos planeando nuestra vida y ahora todos piensan que yo soy

una broma, dicen que ustedes están casados ya que incluso tiene un hijo ¿Y dices que no me hiciste nada?

Oh no, metí la pata. Asi que es la prometida del señor Leonardo… Con razón está enojada… Pero ¿Por qué me entristece escuchar que está comprometido?... Bueno igual eso no importa. Esta vez fue mi culpa.

—Comprendo, lo lamento por favor venga— Digo ofreciendo

mi mano para ayudarla a levantar y ella me ve extrañada. Asi que nos fuimos a sentar, se ve muy enojada.

—Mire señorita, de verdad lo lamento pero esto está fuera de lugar, el señor Leonardo y yo no tenemos ninguna relación de la que usted cree, el solamente fue amale porque estábamos trabajando y recibí una llamada

de la escuela de mi hijo que estaba herido.

Sólo fue eso, yo recién ingresé a

trabajar, tengo un hijo y lo amo. No tengo ninguna intención de meterme en una

relación. Lo lamento de verdad.

Ella me ve con los ojos bien abiertos, al parecer se dio cuenta de que en realidad fue un mal entendido.

—Ammm, ¿solo fue eso? Osea que ustedes no se conocen

–No señora, lo conocí en la entrevista hace dos días, entre nosotros no hay nada.

El solo me ayudo con mi hijo porque se lastimo la pierna y no podía caminar.

—Ya veo, yo… perdón por llegar asi, es solo que… Amo a Leonardo y creí que, creí que… —La comprendo, pero le juro que  no hay nada entre nosotros, jamás estaría con

alguien comprometido, créame… Sé que es lo más desastroso del mundo, se lo digo

por experiencia propia

—¿Experiencia propia? –Ahhh, si, algo asi. Olvídelo— Digo al darme cuenta de que hable demasiado, pero no puedo evitar entristecerme, sé muy bien lo que se siente enterarte de que tu prometido te engaña con otra.

—En eso caso, me iré –Por supuesto, que tenga buen día. Le dije y salió con una sonrisa… Pero ¡Como arde! Tengo roja la mejilla, no sé si afuera se escuchó el ruido, pero al parecer si me la merecía, yo habría

pensado lo mismo, aunque ¿Por qué no solo le pregunto al señor Leonardo? Que

rabia…

Al parecer si está comprometido—Si vez, otra razón para que dejes de pensar en él— me dice mi cabeza y si ya lo sé. Salí a tomar algo a la cafetería y me encontré con Thomas

—Ey “Esposa del presidente” —Cállate tonto que por eso me metí en problemas

—¿Wow enserio? Pero que sucedió y…¿Que te pasó ahí? Me dice mirando mi mejilla y yo trato de taparla con mi cabello

—O me puse a darle picos con la mejilla a la pared, ¿no es obvio? –Parece que hoy no estas de buen humor… ¿Quién te pego? No me digas que te dejaste, tu no sueles quedarte callada porque sí.

—No, se la devolví. Fue la prometida del señor Leonardo Harper… Ella leyó el artículo que publicaron, peleamos un poco y después le explique lo sucedido.

—Auch, no me quiero imaginar cómo quedo jajaja

— Ay ya— Es enserio, tú tienes una mano pesada jajaja

—Bueno ya dejemos el tema, no quiero hablar de ellos. ¿Cómo esta Louissa?

—Oh súper… Esta noche saldremos ¿Quiere venir?—No

gracias, no quiero hacer mal tercio. Le digo y el me lanza una servilleta

—Por cierto, tengo un trabajo de— No le digas me recuerda!mi cabeza, verdad que es confidencial

—¿Trabajo de qué? –Olvídalo jajaja, nada importante, publicidad y ya. Debo seguir trabajando, disfruta tu noche con Lou, mañana en la noche será toda mía, haremos una pijamada de chicas y niño jajaja

–Ay y ¿Porqué no me invitan? Tú con Alex y yo con Lou ¡si? –Dice colocando ojos de cachorro que me dan canas de apretar sus mejillas

—Jajaja no. Solo seremos nosotros. Por eso aprovecha esta noche con ella. Adiós

—Que mala eres, nos vemos. ¡Suerte y que no te abofeteen!

–Me grita el muy gracioso. Obviamente estoy siendo sarcástica. El resto de la

mañana estuve buscando estrategias, y casi a medio día llego el señor Leonardo (Señor Harper, me recuerda mi cerebro) Llego el señor Harper  a mi oficina.

—Señorita Spencer ¿Puedo pasar? –Si señor, le digo y cubro mi mejilla, no quiero un cuestionario

—Señorita Spencer después del almuerzo iremos a ver él edificio del que le hable, la espero a las dos en el garaje— Si señor Ahí estaré. Por cierto señor, vi el articulo ¿No cree que debería dar una explicación al

respecto?

—¿Explicación a quién?— Bueno, a su familia, conocidos, la prensa o… su NOVIA –Dije haciendo énfasis.

—¿Mi novia? Ah Amelia— Si señor, ella necesita una explicación de su parte, yo le dije lo que sucedió en realidad y le pedí disculpas, pero no quiero que tenga problemas con ella, después de todo se van a casar –Le dije y su semblante cambio, se veía desanimado ¿Asi actuaria alguien que está por casarse?

—Comprendo, muchas gracias señorita Spencer. Adiós—Dijo sin mirarme y salió con su mirada perdida.

Después del almuerzo, fui al baño a verme la mejilla, tengo una piel sensible y aun se notaba, me la quería cubrir de maquillaje pero me ardía ¡Si que tiene mano pesada la señorita Amelia!... Al final solo me fuí

asi, al fin y al cabo si pregunta le diré la verdad. Todo fue un mal entendido.

Al llegar a estacionamiento él estaba pensativo, él señor Osmán condujo y en todo el camino no se pronunció ni una palabra, era bastante incomodo, aunque ¿Por qué el presidente de la compañía hablaría con una empleada?… Supongo que es asi.

—Señorita Spencer ya llegamos—Dice el señor Harper sacándome de mis pensamientos—Ah claro.

Entramos al edificio, tiene cubierto el letrero delbinicio, y las ventanas principales están cerradas y cubiertas también, con razón dijo que nadie sabía sobre que era. Me imagino que fue difícil esconder eso.

—Adentro nos estaba esperando el fotógrafo, con su súper cámara que se ve carísima.

—Señor Harper, lo estaba esperando –Dice él fotógrafo con una sonrisa burlona y hace un ademan con la mano, pareciera que se conocen

—Y esta belleza es… _Mucho gusto, mi nombre es Karina Spencer, un placer

— Karina, pero que bello nombre, ¿sabías que Karina significa Mujer muy querida o aquella que es amada?... Te queda muy bien— Dice dejando un beso en mi mano e inclinándose coquetamente, debo tener cuidado con ese hombre, se nota que sabe lo que hace.

—A-e si, No lo sabía, pero muchas gracias

—Déjate de payasadas Bryan, a lo que vinimos— Le dijo el señor Harper al fotógrafo con cara de pocos amigos.

—Así que se conocen—Si querida, nos conocemos— Me contesta Bryan

—No te asustes, solo soy muy cariñoso, no muerdo y si lo hago solo dejo marcas.

—¿Vas a entrar o no? Hay muchos fotógrafos que quisieran;tomas tu lugar y no me importaría reemplazarlos. –Ey cuñadito, ¿Por qué tan cascarrabias

hoy?

Asi que es su cuñado, seguro es el hermano de la señorita Amelia. Tienen una relación peculiar.

—Solo estoy siendo serio con mi trabajo a diferencia de ti. Entremos. –Si mi capitán.

Entramos los tres, Leonardo iba adelante y Bryan y yo detrás, él es muy contagioso, es coqueto pero divertido. Debe tener a muchas comiendo de sus manos.

—Oye Karina, ah ¿Puedo llamarte Karina o debo llamarte señorita Spencer? –Por supuesto, el señorita Spencer es demasiado formal jajaja

—Perfecto, me agradas Karina— Muchas gracias, usted igual

—Ay nada de usted, dime Bryan…

—¿Terminaron?- La voz fría del señor Harper me hizo sentir una corriente eléctrica. Ambos guardamos silencio y vi como Bryan estaba que se toteaba de la risa, parece que no sabe tomar enserio lo que le dice el señor Harper.

—Oye cuñado… ¿Hablaste con Amelia? – ¿Sobre qué debería hablar

con ella?

—¿Enserio te vas a casar con ella?— Le pregunto Bryan al señor Harper… ¿Por qué le pregunto eso?

—No creo que sea ni el momento ni el lugar adecuado para preguntar eso Claro, claro. Hablémoslo después, pero piénsalo. –Lo sé.

No entiendo al señor Leonardo… Ayer estaba bastante amable, hoy habla muy poco y es totalmente serio. Recorrimos el edificio y fuimos al laboratorio es de primera mano, muy sofisticado y de buena calidad. Todo el lugar es de primera categoría, fue como entrar a un mundo del futuro.

Bryan fue a tomar fotos en otros lugares y el señor Leonardo y yo nos quedamos mirando el lugar.

—Wow, este lugar es hermoso… Se ve muy lujoso, se nota que la inversión fue bastante alta— Lo fue, pero valdrá la pena.

—Por supuesto que sí, este lugar es genial. Con la calidad de todo de seguro las ganancias serán equivalente rápidamente. —Parece que sabes del asunto. En tu currículo dice que te graduaste de dos carreras, eres muy inteligentes ¿Por qué antes no habías trabajado?

La pregunta de Leonardo me tomo por sorpresa… No pude evitar sentir una punzada en mi pecho… Hice tanto y de nada sirvió porque al final ni me case, ni trabaje ¿No es gracioso?

—Bueno, estudie economía y administración de empresas, pero… Ocurrió algo bastante desagradable y después de graduarme me fui a vivir a otro lugar… Allá tuve a mi pequeño y trabajé pero lo hice desde casa,

escribiendo.

—¿Puedo saber que evento desagradable ocurrió? –Ammm, eso… Bueno yo, estaba por casarme pero…

No pude evitar recordar ese día, aun me duele… No me arrepiento de no haberme casado con él pero, desearía que las cosas hubierannsido diferentes, a él le entregue la mejor parte de mi, y me destruyó. Él nunca

me amo, solo jugo conmigo y quería mi dinero

—¿Estas bien? ¿Por qué lloras? –La voz de Leonardo me saco de mis pensamientos… ¿Llorando?, me lleve la mano a mi mejilla y la sentí húmeda, pero que vergüenza.