Vendida A Un Enemigo

Al llegar la noche, Alexander salió de la habitación de su abuela. Se dirigió a la parte de abajo de la mansión en busca de Celeste.

La chica se le había perdido de vista desde que su abuela perdió el conocimiento, él no podía permitir que ella tuviera la oportunidad de escapar de él…

Al bajar las escaleras, Alexander no miró a nadie. Eso era muy extraño, ya no estaba, Esteban, ni Sonia y mucho menos Celeste.

__ Ven, ... _ Alexander llamó a una de las sirvientas.

Enseguida, la mujer se acercó al nieto mayor de sus jefes. Su cabeza estaba inclinada al suelo, era imposible que ella, pudiera levantar la mirada frente a un familiar de Estefanía y Leandro.

__ ¿Has visto a la chica de cabello rojo que me acompañaba cuando llegue?... _ Alexander le pregunto a una de las empleadas.

__ Sí, Joven.

__ Creo que la vi, salir con el joven Esteban de la mansión... Aproximadamente, media hora... __ Contestó la empleada.

La empleada estaba confundiendo a Sonia con Celeste, la mujer solamente había visto a Esteban irse de la mansión con una chica de cabello rojo...

Alexander apretó con mucha fuerza su mano, no podía creer lo que Esteban ha hecho... Enseguida, Alexander se dio la vuelta.

No obstante cuando iba a la mitad de las escaleras, su móvil comenzó a sonar. El chico se detuvo y sacó su teléfono. Al mirar el número de Claudia, no dudo en contestar…

__ Hola... _ Respondió Alexander de mala manera.

___ ¿Estás enojado?... _ Pregunto Claudia.

__ Sí, el idiota de tu hermano se llevó a mi esposa..._ El tono de voz que Alexander uso, era de un hombre celoso.

Eso no le agrado a Claudia, ya que ella misma le había conseguido a la chica, para que fuera su esposa.

__ Alexander, te recuerdo que esa niña solamente es tu esposa de mentira... _ Aclaró Claudia, para que Alexander no intentara jugar con ella.

El silencio se hizo evidente entre ellos, Alexander, no podía intentar jugar con Claudia, era una mujer a la cual no se le podía engañar...

__ Quiero que nos veamos ahora mismo, debo informarte, algo muy importante... _ Fueron las palabras que Alexander uso, para cambiar la conversación.

__ Estaré fuera de la mansión de mis abuelos en menos de una hora, te mandaré un mensaje en cuando esté cerca... Extraño demasiado tu cuerpo... _ Terminó de decir, Claudia...

Alexander hizo un gesto de enfado, aunque amaba demasiado a Claudia, las cosas se estaban saliendo de control.

Ya que no podía demostrar su amor a todo el mundo, y tampoco, solamente deseaba estar con una sola mujer...

A Alexander, le encantaba conocer mujeres, tener sexo con ellas y después desecharlas como basura usada.

Sin embargo, desde que se acostó con Claudia, las cosas cambiaron para él. Ella era una mujer muy dominante, le encantaba, qué él hiciera lo que ella decía, si las cosas no se hacía como ella las deseaba...

Se portaba cortante, y convivía demasiado con sus padres, para que él, sintiera temor de que ella revelara su relación...

Alexander, ya no busco más a Celeste, pensando que Esteban se la había llevado de la mansión... El chico salió a fuera, para esperar la llegada de Claudia...

Mientras que en la habitación, que era de Esteban, Celeste abrió los ojos, después de haber dormido por mucho tiempo…

La chica no escuchó ni un solo ruido, al parecer se encontraba totalmente sola, Esteban ya no estaba y eso era un alivio, para ella.

Ya que no era correcto que el marido de su prima se preocupara de esa manera tan cariñosa con ella...

Celeste se levantó muy despacio de la cama, todavía se encontraba muy aturdida por haber dormido tanto tiempo...

Caminó a donde estaba la enorme ventana, se asomó, para echarle un vistazo a la hermosa vista.

En ese momento miró a Alexander, caminar con prisa a la salida de la mansión... Celeste lo siguió con la mirada, y lo perdió de vista al verlo salir a la calle...

La chica inmediatamente, se dio la vuelta, para ponerse los zapatos y poder escapar de Alexander...

Celeste lo hizo tan rápido, y salió de la habitación sin que nadie se diera cuenta. La chica bajó las escaleras, era el momento perfecto, para escapar de Alexander y de su loca y ambiciosa familia...

Alexander salió de la mansión de sus abuelos totalmente solo, caminó unas cuantas cuadras y subió al auto azul estacionado allí.

__ No esperaba que llegaras tan rápido... _ Fueron las palabras de Alexander al subir al auto de Claudia.

__ Siempre que debo ir a ti, doy la mujer más velos que pueda existir en el mundo... _ Respondió Claudia desabrochando los botones de su vestido...

La chica se quitó el vestido, por completo dejando al descubierto todos sus encantos... La mano de Alexander se colocó detrás de la cabeza de Claudia, para, enseguida, besar sus labios con mucha pasión.

Las cosas no terminaron en un siempre beso, sino que Claudia subió cada uno de los cristales del auto, para estar con su amarte más íntimamente.

Al terminar de hacer el amor, las dos perdonas se acomodaron la ropa, Claudia fue la primera en bajar.

La mano de Alexander se encontraba en la cintura de Claudia. Cuanto estaba a punto de entrar a la mansión, Alexander alejó su mano de la cintura de la chica.

Inmediatamente, el corazón de Claudia se hundió, en el peor de los dolores, deseaba tanto, que toda su familia aceptara su relación con Alexander, ser su esposo, y salir a pasear a todas partes agarradas de su mano...

Al terminar de haber hecho el amor, Alexander le contó a Claudia lo que sucedió con la abuela, en el momento que vio a Celeste...

__ Si queremos investigar, qué es lo que tiene que ver la chica con la abuela y con mi hermano debes contarme todo desde el comienzo... _ Dijo Claudia a Alexander, mientras los dos caminaban de nuevo a la mansión.

__ No sé, realmente lo que sucedió... La abuela miró a la chiquilla con la que me casé, agarró sus manos y le dijo algo así...《Mi niña, eres tú》... _ Respondió Alexander.

Claudia se detuvo sorprendida con lo que Alexander le acaba de decir, su mente, parecía retroceder en el pasado, ya que por muchos años, ellos tres vivieron con los abuelos...

Rápidamente, Claudia recordó que había una familia joven, qué se mudó temporalmente, al lado de la casa de sus abuelos... La joven, tenía una niña de un año, su cabello era rojo, y parecía una muñeca de porcelana...

A Esteban le encantaba pasar tiempo con la niña, aunque nunca se la dejaran agarrar... Ya que para sus padres, Celeste era su mayor tesoro...

Al pasar de los años, la niña fue creciendo, y pronto cumplió cinco años... La niña era muy hermosa, no obstante, una noche, todos salieron de fiesta, menos los padres de la pequeña...

Esa noche hubo un incendio, en la casa de sus abuelos. Los padres de la niña, escucharon los gritos de Esteban y de Ella. Y no dudaron en ir a salvar.

El padre de Celeste, rescato primero a Claudia, enseguida, intentó rescatar a Esteban, que se encontraba inconsciente.

Pero, el fuego se extendió rápidamente, haciendo imposible su rescate... Minutos después, llegaron los rescatistas, y los abuelos de Esteban y de Claudia...

Al no comprender, que fue lo que sucedió, Estefanía se acercó a Claudia, que se encontraba en los brazos de la madre de Celeste...

La mujer dejó a la niña con sus abuelos, y sin que nadie se diera cuenta, entró a las llamas, busco a su esposo, hasta que lo encontró...

La mujer miró a las dos personas inconscientes, una era su esposo y la otra era Esteban... Escogió salvar a Esteban, lo llevó afuera, y dejando a su esposo adentró...

Al salir con Esteban, la mujer perdió el conocimiento, la llevaron de emergencia al hospital más cercano, pero ya nada se pudo hacer para salvarle la vida...

Al terminar de recordar todo, Claudia llevó su mano, para cubrir su boca... No podía ser cierto, lo que había recordado...

Celeste no podía ser la hija de las personas, que le salvaron la vida a ella y a Esteban aquella noche de infierno...