Bernada, estaba con el alma rota y un gran dolor en el alma, un angel le envío un gran regalo y ella resurgió de entre sus cenizas para tomar revancha, pero..., sin poder evitarlo, el amor la encuentra y ella solo podía decir. "Cariño, déjame ayudarte"
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Cap. 6. No me vuelvas a tocar
El salón de reuniones inmediatamente se enfrascó en susurros y miradas de consulta los unos a los otros, mientras que Arnold trata de salir de su inicial impacto. Fue cuando se acercó a Bernarda tomándola del brazo con dureza, sin embargo, ella lo miraba con ira. Había esperado mucho tiempo poder pisar el cuello de ese maldito pacientemente, había cumplido con los designios de su tío solo para tener este control, Alex y las niñas eran parte de este juego, aunque ella quería protegerlos de toda esa suciedad, tarde o temprano esto llegaría a una situación muy difícil.
—Bernarda, vas a darme esas acciones en este momento, hablaremos en privado, esto se acaba aquí, Arnold —gritó furioso, sin embargo, Bernarda dio una patada certera en las joyas de la familia de Arnold haciendo que afloje el agarre y se quede paralizado de dolor.
—No me vuelvas a tocar, ni lo sueñes, estoy segura de que los presentes no están dispuestos a dejar la empresa en manos de una persona tan impulsiva como tú, además, si mi integridad física se ve amenazada, tengo que informarte que puesto una denuncia de acoso e intento de coacción de parte tuya y esa zorra de Sisi, y si me pasa algo, tú serás el primer sospechoso —dijo mientras que el hombre quedó nuevamente con cara de zombi, medio verde, medio pálido y desencajado.
En ese momento entró un hombre alto con su traje claro de seguridad personal, mirándolo amenazante.
En ese momento, los otros socios tenían claro una cosa, que Bernarda en ese momento tenía el sartén por el mango, incluso sus propios destinos.
—Arnold Davis, creo que las cosas están claras, esta es una reunión de negocios, y si los negocios se ven afectados, se deben tomar medidas seguras para todos, estoy seguro de que tu familia va a entender, llamemos a los abogados y creo que la señorita bernarda puede dar un aire de cambio a la empresa, no veo que más podamos hacer —dijo el tercer mayor accionista en ese momento.
Sisi negaba con la cabeza, cómo es que de un momento a otro ella, que pretendía casarse con el hombre más rico de la ciudad, ahora no podría presumir al empresario exitoso.
—Bernarda, sí, esto es una venganza… —Sisi trató de intervenir, pero Bernarda la interrumpió de inmediato.
—Claro que es una venganza, crees que asesinaron al niño en mi vientre y lo dejaría pasar?, JA, que chiste, y no me provoquen porque esto se puede filtrar en las redes sociales, y veamos cómo le va a tu familia y a la de tu amorcito, ahora, hagamos los documento, desde hoy voy a asumir la presidencia de Davis Company, notifiquen a la federación de empresarios y a la cámara de comercio, además que las presentaciones en los medios de comunicación, no muestren fotos mías, no quiero lidiar con cazafortunas ni oportunistas —dijo mirando a Sisi mientras ella solo se pone a llorar, se agarra el vientre que es mucho más notorio que la última vez, cuando se vieron esa vez, Sisi apenas se le notaba el vientre.
Bernarda se quedó arreglando las cosas, mientras que los guardaespaldas de Bernarda guiaban a Arnold y Sisi fuera para que desaloje su oficina. Ella había llegado para quitarle todo, ni siquiera había aceptado que el hombre sea el vicepresidente.
Ese día, bernarda tuvo que lidiar con un ejército de gente gritando y amenazándola, los padres de Arnold fueron para hacer un escándalo, sin embargo, la hermosa Bernarda, solo les paso las imágenes del romance de Arnold y Sisi, pero antes de que ellos puedan decir nada, Bernarda los fulminó con la dura verdad.
—No pongan esas caras de asombro, sé muy bien que lo sabían, lo sé, también tengo pruebas de eso, sin embargo, prefirieron sacrificarme como un maldito peón, sabían muy bien que perdí un hijo, y se hicieron a los ciegos.
—Bien, como nadie tiene pena de Bernarda, pues Bernarda no tiene pena de nadie, así que…, váyanse al infierno, ustedes, ese maldito de su hijo y esta empresa va a ser mía, anótalo, es hora de que sepan que toda acción tiene consecuencias, y ya verán lo que cuesta arrebatarle el alma a una mujer —dijo mientras que el guardaespaldas de Bernarda entraba, Joel es su nombre y es el líder de su escuadra, ella sabe que van a querer lastimar, así que ella debe cuidarse, pero su refugio es esa casita en ese barrio peri urbano con la familia.
Felizmente, se pudo dedicar a pelear con todo el mundo ese día, ya que es Alex quien recoge a las niñas al mediodía, así que ella llegará en la noche con la cena. Le dijo a Alex que en su trabajo tenían cocina y podía hacer la cena y llegar con ella directamente y así no hacer esperar a las niñas con la cena.
Ese día hizo preparar comida sana y divertida para las niñas, Bernarda no sabe freír un huevo decentemente, pero debe aparentar, realmente se siente muy feliz de volver a casa.
Sin embargo, la situación era caótica.
Belle estaba encerrada en su habitación, Samira estaba llorando en la sala de estar, mientras que Alex trataba de calmar a la una sin poder ir a ver a la otra.
¿Pero qué carajos? Pensaba Bernarda, parecía que ese día estaba destinado a tener mucho drama.
—Alex, ¿qué pasa? ¿Puedo ayudarte? —dijo suavemente. Aun así, se ve fría con la situación, lo que pasa es que esta escena no es nada para lo que ella ha tenido que pasar ese día.
Alex se acercó y llevó un poco lejos, estaba realmente desbordado, no podía estar con ellas en la tarde, ya habían llegado así del colegio.
—Bernarda, parece que tienen problemas en el colegio, he preguntado, me he reunido con sus maestras y me dicen que no es nada, que es normal que tengan diferencias con los niños —dijo frustrado y bernarda asintió, ella había estado en un Colegio de élite y si creen que los colegios normales son difíciles, pues en el que ella estaba era como el infierno, matar o morir.
—Entiendo, ¿me permites ayudarte con eso? —dijo mirándolo tranquila mientras él asiente. Ya van un par de años con esta situación.
Bernarda, si antes no te dejó divorciar, ahora que llevas a su hijo, mucho menos, Alex no te va a soltar por el resto de su vida y tú tampoco, lo de ustedes es un amor loco, apasionado y desbordado que con nada se acabará, pero ustedes sí deben acabar con sus enemigos, desaparecerlos, por el bien de las niñas.
Felicidades a los nuevos padres.