La Puerta Negra

Al otro día en el trabajo todo transcurrió correctamente, no hubo sobresaltos, no visitas inapropiadas. Incluso Diana tuvo un momento de insertidumbre, ya que Diego no estaba en su oficina cuando ella llegó y eso la hizo imaginarse varias situaciones de más.

Diego llegó un poco tarde ese día, ya que estaba en una reunión de negocios o eso dejó dicho a si secretaria en cuenta entró. Los empleados decían que él que él dejara dicho para donde estaba era un mensaje para Diana, eso si no había ocurre antes con ninguna, él se iba y no había una explicación.

Diego siempre fue un joven hermoso y como tenía tanto dinero las chicas se le acercaban aún más, era un cincuenta cincuenta. Muchas por placer y otras por dinero,con la esperanza de intentar cazarlo como se dice. Era el soltero más codiciado del momento, el alma de la fiesta, todo un reto para cualquiera. El chico que muchas quisieran retener, ya que de ser así su vida estaría asegurada para siempre.

Diego sabía que ellas iban a por el dinero así que también las usaba. No se sentía atraído por ninguna, solo era disfrutar el momento, tal vez repetir más de una vez y luego cada cual por su lado. Pero al ver a Diana tan sencilla y trasparente sentía ganas de intentarlo, intentar tener algo más por ella. Le gustaba y no para una noche sino para algo más.

Sentía que quería descubrir junto a ella lo sería una relación y lo que esto implicaba. No sabía si sería capaz de estar quieto y ser fiel, pero estaba dispuesto a intentarlo. Lástima que Diana no cediera y pasara de él. Diego sabía que ella se sentía atraída por él y sabía como seducirla, pero no quería que fuera así. También sabía que ese cura andaba tras de ella.

Al llegar a la oficial preguntó a la secretaria por Diana, sabía que eran cercanas. Al enterarse de que ella buscaba piso decidió cederle uno de los de él, ya que también tenía negocios de alquiler. Había uno que recientemente se había quedado vacío, incluso estaba equipado con todo. Trazo un plan para que Diana aceptara sin saber que era de él.

Le pidió a la secretaria que recomendara el piso diciendo que era de un amigo, incluso le dio la llave del lugar para que la llevara. El precio del arrendamiento era extremadamente bajo así que ella no se privaría de ciertas cosas para subsistir. No podría comer tranquilo en casa sabiendo que ella comenzaba a emprender el vuelo sola.

La secretaria le dio la buena noticia a Diana luego del trabajo, incluso se ofreció a llevarla al lugar, quedaba cerca el trabajo y del orfanato, el apartamento era de lujo, incluso hasta Diana notó que el precio estaba muy por debajo de lo que en realidad ofrecía, ya que estaba equipado y con buena calidad, en un buen lugar y barrio tranquilo.

La secretaria la despistó y no por traición sino para que no para trabajo, bien sabía ella lo duro que era comenzar de cero. Si Diana se imaginaba que ese departamento era de Diego no lo tomaría. Al final Diana sonrió y termino aceptando así que la secretaria le entrego las llaves, Diana iría al orfanato para recoger sus cosas y mudarse ese mismo día.

La secretaria la llevó hasta el orfanato, se despidieron y enseguida llamó a su jefe para darle la noticia. Diego se puso muy feliz. Mientras eso sucedía ya la hermana sol Inés estaba en la habitación con Diana ayudándola a empacar sus cosas, cuando llega el sacerdote Alexander a la habitación.