La Puerta Negra

La Puerta Negra

Capítulo 1

Diana es una joven de dieciocho años, ella ha tenido que vivir momentos que no se le pueden desear a nadie, ni a tu peor enemigo siquiera. Momentos de soledad, momentos de incomprensión y culpabilidad por ser abandona, creyendo que había algo malo en ella para merecer ese cruel destino. Lo más malo que puede suceder con alguien es no saber su historial, su origen, de donde proviene. No saberlo es como no tener un inicio en la vida, un punto de partida de quien somos y hacia dónde vamos.

El caso es que Diana desde pequeña fue dejada en un orfanato de la manera más cruel posible. Tenía poco más que ocho meses cuando la hermana sol Inés la encontró, estaba frágil e indefensa en el suelo de la entrada del orfanato. La dejaron allí, sobre el frío suelo en la entrada. Ella era un lindo bebé en ese entonces, con rostro angelical. De esos bebés que te hacen preguntarte cómo pudieron ser capaces de abandonarlo así. Llevaba solo una manta y una carta que decía, ya no la quiero, cuídenla por mí.

Y allí vivió hasta cumplir su mayoría de edad. En sus dieciocho años de vida jamás nadie preguntó por ella, ni recibió nunca una llamada al menos para saber si todo iba bien con ella, si estaba viva o muerta, saber de su progreso allí. Al parecer la persona que era responsable de ella en ese momento había asumido en toda regla el anonimato y también correctamente asumido que Diana ya no formaba parte de su vida.

A pesar de sufrir ese abandono por parte de su familia. Diana fue muy querida en el orfanato por todos los allí presentes. Las monjas la adoraban, era la consentida del lugar, sobretodo para la hermana sol Inés que le tomó un cariño sin referentes hasta el momento. Para la hermana Diana era la hija que nunca tuvo, la había tomado como una hija propia, le daba un trato especial.

Al parecer Diana no gozaba de mucha suerte en la vida, ya que a pesar de entrar siendo un bebé y que esto le daba ventajas sobre los demás pequeños del orfanato para ser adoptada, nadie se fijo en ella como para desear adoptarla. Ahora arribando a la mayoría de edad tendría que dejar el lugar, no había suficiente ayuda monetaria, ni ninguna ley del Estado que ampara, como para seguir protegiendo a un mayor de edad en el sistema, ya estaba apta para valerse por si misma y trabajar. No había nada más que hacer por ella.

Las monjas no fueron capaz de dejarla marchar, mucho menos la hermana sol Inés. No la dejade por síasta no estar seguras de que le iría bien en la vida y fuera capaz de mantenerse a salvo, capaz de tener un techo y comida. Así que se pusieron de acuerdo en ayudarla y tenerla allí un poco más. Había una habitación de más olvidada en el orfanato, estaba en desuso desde hace varios años la habitación de la puerta negra, así la llamaban.

Esa habitación antiguamente era una especie de sala de primeros auxilios, pero con la remodelación que habían hecho en el orfanato ya no se usaba, así que la ordenaron y limpiaron para que ella estuviese oculta de la vista de los demás allí. Para que estuviese segura hasta que fuera capaz de valerse de por ella y emprender el rumbo de su vida.

El mundo más allá del orfanato era cruel de por si y sería mucho más cruel con alguien como ella. Las monjas querían que estudiara, que buscara un trabajo y fuera una persona de bien. También tenía otro camino, ser monja como ellas y entregar su vida a Dios, pero no era la voluntad de Diana.

Diana aspiraba a más, quería conocer el mundo y formar una familia. Tener hijos, ser la madre presente y cariñosa que no tuvo, quería tener siete hijos, para no estar sola jamás, tener una familia amplia para llenar el vacío de su corazón. Fue así que las monjas en silencio habilitaron una habitación al final del pasillo para ella, a escondidas de su superior y de ella misma, solo le informaron cuando todo estaba listo.

Diana aceptó con gran emoción el gesto tan noble de las hermanas, la verdad que a Diana le aterraba su futuro, le aterraba no tener casa, no tener trabajo, no tener familia y enfrentarse sola al mundo, así que lloro, lloro mucho cuando vio que para esas hermanas ella era importante a tal punto de burlar el sistema por ella.

Diana no desperdició ni un segundo de su tiempo. Se apresuro a estudiar, tomo un curso de masajistas, no tenía tiempo ni dinero para algo más. El curso duro seis meses y obtuvo certificado, con eso podía comenzar a buscar trabajo. Ya con la certificación pudo buscar trabajo y para su sorpresa lo consiguió en breve. En el primer intento fue contratada, al parecer su suerte comenzaba a mejorar para bien.

El trabajo era en un salón de belleza, como masajista ya que casualmente ese día había pedido la baja laboral una de las masajistas por problemas con el jefe, quedando un hueco libre. Comenzaba al día siguiente y estaba muy feliz.Llegó contenta a casa a darle la noticia a las hermanas, sol Inés estaba tan emocionada que hasta horneo un pequeño pastel para celebrar.

Las hermanas insistiera en que continuara viviendo allí hasta que cobrará su primer salario o más tiempo, no había prisas para que abandonase el lugar. Solo debía hacer silencio y no dejarse ver mucho, ya que el nuevo sacerdote del orfanato llegaría al día siguiente y realizaría inspección de todo el lugar, de verla y comprobar su edad tendría que marchar seguramente.

Más populares

Comments

Mari Delgado Flores

Mari Delgado Flores

interesante este primer capítulo, pienso que la historia está buena

2024-06-15

1

Marylu Chedrawwy

Marylu Chedrawwy

Lo quiero en audio así ago los deberes escuchando ustedes lo leyeron?

2024-06-11

0

💞💫EVE♣💞

💞💫EVE♣💞

Con tal que el nuevo cura no se enamore de ella y la vuelva su ama te callada , todo bien .

2024-04-22

4

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play