Mía se ha separado de su familia en malos términos y todo por un supuesto amor que la meterá en serios problemas.
Aparece una amiga verdadera que la cuida y un hombre de las sombras que la protege, además de que ella decide buscar a su amor de la infancia y pedirle perdón.
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Cap. 12 Yo seré su tutor de proyecto
El día lunes, Mía llegó a la universidad temprano y se encontró con Zulema quien estaba feliz de verla bien y se acercó misteriosa.
Mía, ¿ese pervertido fue a verte?, ¿él te pidió que le sirvieras en la cama? \_ Zulema estaba tan curiosa que no sabía medir su volumen y casi hace que Mía se desmaye por el interrogatorio.
Zule, puedes gritar más fuerte porque creo que Katmandú no te escucharon \_ Mía fulmino con la mirada a la pobre Zule quién se avergonzó de inmediato, ella no había notado que andaba con el volumen descompuesto.
Lo… lo siento, no me di cuenta pero ¿lo viste?, \_ Zulema susurró cuando estaban de ida a clases.
Si, después de que te fuiste vino para hablar, pero solo hablar, no pasó nada, además que aun no me respondo así que dijo que esperaría \_ Mía murmuró agradeciendo que sea considerado.
Mía mientras suspiraba por su situación extraña vio el anuncio de inscripción del concurso y recordó que debía inscribirse y ganar, para Mía esto era fácil, ella conocía muy bien el tema así que no le sería difícil ganar este concurso.
Hola, voy a inscribirme, soy Mía Yenko de tercer año, hice mi transferencia a esta universidad hace 3 meses \_ Mía habló con la secretaria que hacía los formularios de los inscritos, la mujer la miró con una sonrisa amable, había escuchado de la hermosa niña que se había transferido y no solo era hermosa si no bellísima y así era.
>>>>>>>>Bien, debes firmar aquí y llenar tus datos aquí además de los datos de tu tutor de proyecto _ la secretaria miró a Mía sonriente mientras la niña parpadeó varias veces.
>>>>>>¿Tutor de proyecto?, Mía estaba en la luna de babia nuevamente, no sabía que necesitaba un tutor de proyecto y cuando estaba a punto de alejarse desconcertada una voz tranquila y relajada la sacó de su aturdimiento.
Yo seré su tutor de proyecto, ¿si es que se puede?. \_ en ese momento Nicolas Levin entró en el salón mientras todas las niñas lo miraban con la boca abierta, es guapo y tiene ese aire de tranquilidad que hace que la gente se sienta bien al verlo.
Mía se quedó muda por un momento, no sabia que decir, hace casi un año que no lo ve y no habla con él.
Nico…, tu…, ¿qué haces aquí? \_ Mía pregunto sorprendida, no sabia que Nico estaría en ese lugar al otro lado del mundo, ¿Qué podría estar haciendo Nicolas Levin en su universidad?.
Mía, es bueno verte, vine por unos cursos a este lugar, hace unos meses que me ofrecieron una cátedra de una maestría y daré los primeros 2 cursos asique solo me quedaré 6 meses. \_ Nicolás dijo tranquilamente mientras sonreía distendido y relajado.
El guapo y elegante Nicolás Levin es agradable a primera vista, tiene un temperamento que agrada a todos y siempre causa una buena impresión.
Tu, ¿cómo has estado?, tu madre está preocupada, no ha recibido ninguna llamada tuya _ Nico reprendió de inmediato, aunque se veía tranquilo había una sensación de que estaba un poco molesto con ella, era como si le tratara con una amistad lejana.
Mía sintió la forma despectiva en que la trataba y se puso muy sensible, no sabía qué hacer pero se recompuso y decidió actuar como era ella, la Mía antes de conocer a Luther.
Nico, me alegra tanto verte, espero que todos estén bien en casa, yo llamaré a mamá esta noche y es verdad que no he sido considerada en llamar pero lo haré sin falta. \_ Mía sonrió alegre, ella misma se sorprendió de su sonrisa, hace tiempo que no se reía así, ella misma lo estaba notando, hace tiempo que ella no era ella misma.
Nico la miró sin emitir ninguna sonrisa o signo de amabilidad, ella había cambiado tanto por estar con ese joven que no le gustaba a nadie que incluso nadie se atrevía a hablar con ella de eso porque se enojaba o se ponía a llorar, pero ahora se veía tan como ella que estaba un poco sorprendido en su interior.
Mía se mordió el labio inferior tratando de mantener la compostura, la vergüenza la inundaba pero debía salvar la cara un poco al menos.