Amargas Mentiras

¡Quiero que reflexione! ¡Hoy fueron muchas las personas que participaron en la licitación, si tan solo uno de ellos, nos llegará a ver juntos quizás piense o crea, de que usted me quiere sobornar o algo parecido y créame que eso no será bueno para mí y mucho menos para su empresa!

-¡Luego dirán que su empresa está en la sima, únicamente por sobornos!

Ivana se salió por la tangente, poniendo como excusa, la licitación, ante esto Felipe se llevó las manos a los bolsillos del pantalón y le contestó.

-¡Si no quieres dejarme tu número lo entiendo!

¡Pero te juro que no me rendiré, te aseguro que para mañana a medio día ya tendré su dirección, y tal vez decida presentarme!

Al escucharlo Ivana se sobresaltó, sus hijos llegarán en la mañana y ella no quiere que Felipe se entere de la existencia de ellos o al menos no por ahora.

La Joven buscó en su bolso una de sus tarjetas de presentación y al ponerla en la mano de Felipe le respondió.

¡La verdad espero que nunca me llames!

Dicho eso la joven cerró la ventana y el chófer de la limusina emprendió su camino.

Felipe permanecía de pie en la entrada y esperó hasta que la limusina desapareciera en la distancia, tan pronto como se aseguró de que Ivana se había marchado el joven volvió al salón del evento y se acercó a su primo con el propósito de sacarlo del lugar.

Tan pronto como tuvo a Alex de frente le ordenó. -¡Vamos, muévete necesito hablar contigo!

Alex no pensaba moverse de su asiento, sin embargo, Felipe lo miró con el ceño fruncido, y al percatarse del enojo de su primo, Alex se puso de pie y caminó hacia la salida, sabe que si no lo obedece, Felipe hablara con Ruth para que lo sustituya del cargo de vicepresidente.

¿Qué quieres? Le preguntó Alex una vez que se encontraban afuera, de pie frente a él, Felipe lo miró fijamente a los ojos y preguntó de inmediato.

¡La noche del accidente! ¿La recuerdas?

¡Perfectamente! -¡Como olvidar el día que casi pierdo a mi primo!

¿Ese día qué le dijiste a Ivana sobre mí?

El joven hizo esa pregunta porque, cuando bailaba con Ivana, la joven le dijo que los dos le arruinaron la vida, pero hasta donde Felipe recuerda la víctima fue él no ella.

¿Por qué te dijo algo? Alex sintió temor, de que Felipe se enterará de la verdad, Benjamín y él fueron los que se encargaron de pagar, para que la fiera acabara con la vida de Ivana, ellos la

querían muerta, así se aseguraban de que no diera a luz al hijo de Felipe, se supone que ella no tenía volver.

Cuando Felipe despertó del coma, le exigió explicaciones, y Alex le mostró pruebas, que esa noche él también había sido dragado por Ivana.

Alex le contó que ese día en la mañana Ivana lo acompaño al banco, por ende, la joven sabía que él portaba los cinco millones en ese maletín.

Desde ese día, Felipe solo ha fingido creerle, esto porque había muchas cosas que no encajaban, por ejemplo, que la muchacha aseguraba, que fue Alex quien le pagó para que estuviera con él, además estaba el hecho que la familia de Sara, rompió toda clase de negocios con la constructora y también el compromiso.

En ese momento Felipe se acercó a Alex mostrando una falsa sonrisa, lo sujetó de la camisa y lo sacudió con fuerza.

-¡Sé muy bien la clase de Rata que eres!

-¡Siempre has afirmado de que Ivana si te robó el dinero!

¡Yo, no soy la abuela, Ni mis tíos que creen, tus

mentiras, yo siempre he creído que ella es inocente!

-¡Felipe ya despierta de una buena vez!

-¡Ivana era mi amiga!

¿Quién la conocía más que yo? -¡Ivana de verdad me robó el dinero a ver, contesta con sinceridad!

¿De verdad piensas que yo le daría tanto dinero solo, para que tú pasaras una agradable noche de pasión?

Felipe entrecerró sus ojos y palmeo dos veces la mejilla de Alex y luego añadió.

-¡La verdad tarde o temprano sale a luz, y ahora que Ivana está de vuelta quiero resolver ese misterio!

Esto es todo un enigma para mí, he estado pensando mucho en ello, y llegué a la conclusión, si en realidad eres culpable te haré pagar por mi sufrimiento juro que no tendré piedad de nadie, sin embargo, si llegaras a resulta inocente, entonces te pediré perdón.

En ese instante Sara se encontraba detrás de Felipe, ella logró escuchar toda la conversación, y ahora siente temor que el joven Brown, comience a investigar los acontecimientos de esa noche.

Ella también está involucrada en todo este engaño, esa noche Sara se encontraba con Alex, ella lo ayudó a planear el accidente, conocía a la perfección la ruta que su prometido tomaba, por ende, antes de que este llegara al cruce del semáforo, se comunicó con el chófer del camión que lo embistió.

Felipe dejó a su primo y tan pronto como se volteó se encontró con Sara.

-¿Qué haces ahí parada?

-¡Sabes que odio que me espíen!

Al escucharlo enojado, la mujer miró hacia el suelo fingiendo ser sumisa.

-¡Felipe Discúlpame no era mi intención, espiarte yo solamente, quería pedirte que me lleves a mi casa!

El joven la miró con recelo, no sabía si creer en sus palabras, Sara le ha mentido tantas veces que ya no sabe cuando ella le dice la verdad.

-¡¡Sube al auto mi chófer te llevará!

¿Acaso, no piensas ir a tu apartamento?

¡No…! Y no me preguntes que haré. Felipe tenía pensado tomar un poco más, quería despejarse la mente, además el proyecto lo tenía estresado,

Por ahora solo le queda esperar la decisión de Ivana.

El joven esperó hasta que Sara y Alex se marcharán para luego subirse al auto de Erick, su amigo es la única persona en la que confía.

Tan pronto como se puso el cinturón de seguridad Erick le mostró una sonrisa y preguntó,

- ¿Iremos por un par de chicas o prefieres ir a un bar?

-¡Para que preguntas si ya conoces la respuesta!

Lo dicho por del joven Brown, no sorprendió a Erick, desde que Felipe le pidió que lo acompañara a tomarse unos tragos Erick intuyo que seria en el departamento de Felipe.

-¡Amigo el día que vuelvas a vivir la vida, ese día sí que me sorprenderás!

Sobre la carretera Ivana estaba por llegar a su destino, y junto a ella Simón mantenía los ojos cerrados, ninguno de los dos había dicho nada, por lo que Simón decidió romper el silencio cuando dijo;

¡Para un primer encuentro no estuvo tan mal! -Por un momento me preocupó que no pudieras controlar tu odio, pero lo hiciste muy bien, realmente te felicito por eso.

¡Muchas gracias Simón, esto apenas comienza! -¡Juré que ellos dos pagaran por la muerte de mi madre, pagaran por cada lágrima que derrame!

-¡Felipe fue muy claro con el mensaje que me envió en la cárcel, esas palabras las llevo arraigadas en mi corazón, él me quería muerta, así se aseguraba de que mis hijos no nacieran!