Entre Las Sombras

...No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices...

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Cristal:

Los primeros rayos de luz entraron por la ventana, despertándome. Abrí levemente un ojo y después vi completamente. Noté que Liam aún dormía. Hoy era día de descanso para él, así que me levanté estirándome mientras iba al baño a hacer mis necesidades. Luego me bañé y al terminar me puse ropa cómoda. Me puse un short blanco, una camiseta azul y unas zapatillas negras. Me amarré el cabello en una coleta y salí a la cocina a preparar el desayuno.

El desayuno era sencillo pero rico. Hice unos waffles con sirope, unas salchichas con salsa, unos muffins con chispas y unas tazas de leche. Coloqué todo en una bandeja y lo llevé al comedor. Puse la bandeja sobre la mesa y fui a despertar a Liam.

Entré a la habitación y lo vi durmiendo plácidamente. Era tan guapo y tierno. Me acerqué a él y le di un beso en la nariz. Él abrió los ojos y me sonrió.

__Buenos días, mi dulce Cris. ¿Qué hora es? __me preguntó con voz ronca.

__Buenos días, mi grandote. Son las ocho y media. Te he preparado el desayuno. ¿Tienes hambre? __le pregunté.

__Sí, tengo mucha hambre. Pero más tengo ganas de ti. __me dijo.

Me abrazó y me besó. Me hizo cosquillas y me hizo reír.

Nos quedamos un rato en la cama, abrazados y besándonos. Luego nos levantamos. Fuimos al comedor y nos sentamos a comer. El desayuno estaba delicioso. Hablamos de cosas triviales.

Pero entonces sonó el teléfono. Liam lo cogió y contestó. Era Zorah, su nueva asistente. Le dijo que tenía que ir a ver unos documentos de la empresa. Liam se disculpó y le dijo que ya iba. Colgó el teléfono y me miró con una expresión de disculpa.

__Lo siento, mi reyna. Tengo que irme. Zorah me ha llamado para ver unos documentos de la empresa. __me dijo.

__¿Qué documentos? ¿Qué tienen de importante? __le pregunté.

__No lo sé. Solo me ha dicho que son urgentes y que tengo que irme ya. __me dijo.

__Pero hoy es tu día de descanso. ¿No puedes decirle que no? __le pregunté.

__No, no puedo. Es mi trabajo y tengo que cumplir. Además, Zorah es mi nueva asistente y tengo que darle una buena impresión. Ya sabes cómo es el mundo laboral. __me dijo.

__Lo sé, lo sé. Pero me parece muy raro. ¿No te parece sospechoso? __le pregunté.

__No, no me parece sospechoso. Solo me parece una coincidencia. __me dijo.

__Bueno, está bien. Ve, entonces. Pero ten cuidado. Y llámame cuando puedas. __le dije.

__Claro, mi cris. Te llamaré en cuanto pueda. Te quiero mucho y te extrañaré. __me dijo.

__Y yo a ti. Te quiero más y te esperaré. __le dije.

Nos dimos un último beso y un abrazo. Liam cogió sus cosas y se fue. Yo me quedé sola en la casa.

Bueno, no tan sola. Recordé que tenía. a mi mejor amiga. La que se había quedado a dormir conmigo.

Alira era la chica que había conocido por Internet. La chica de cabello rubio y ojos verdes. La chica que estudiaba programación conmigo. La chica que era mi mejor amiga. La chica que me había apoyado en todo. La chica que no sabía mi secreto.

Alira no era una licántropa. Alira era humana.

Y yo no sabía cómo decirle la verdad.

No sabía cómo decirle que yo era una licántropa. Que yo me había transformado en una bestia. Que yo tenía una loba dentro de mí. Que yo tenía otra amiga.

No sabía cómo reaccionaría. No sabía si me creería. No sabía si me aceptaría. No sabía si me querría.

Pero sabía que tenía que decírselo. Sabía que tenía que ser honesta. Sabía que tenía que confiar en ella.

empecé a desayunar. Comí un poco de todo, pero sin mucho apetito. Estaba nerviosa y ansiosa. Quería ver a Alira. Quería hablar con ella.

Y así fue.

Escuché pasos detrás de mí. Era Alira. Me sonrió y me saludó.

__Buenos días, Cris. ¿Qué tal has dormido? __me preguntó.

__Buenos días, Ali. He dormido bien, gracias. ¿Y tú? __le pregunté.

__También he dormido bien. La cama es muy cómoda. Gracias por todo __me dijo.

__No hay de qué. Me gusta tenerte aquí. Eres mi mejor amiga. __le dije.

__Y tú la mía. Te quiero mucho. __me dijo.

__Y yo a ti. Te quiero más. __le dije.

Nos abrazamos y nos reímos. Sentí una alegría inmensa. Tenía a Alira, que me quería y me entendía. que me hacía feliz.

Nos sentamos a comer. El desayuno estaba delicioso. Hablamos de cosas triviales y nos reímos de algunas bromas. Estábamos felices y relajadas.

Pero entonces recordé algo. Recordé lo que tenía que decirle. Recordé mi secreto.

Y sentí un nudo en la garganta.

__¿Qué te pasa, Cristal? ¿Estás bien? __me preguntó Alira al ver mi cara.

__Sí, sí, estoy bien. Solo que... hay algo que tengo que decirte. __le dije.

__¿Qué cosa? ¿Es algo malo? __me preguntó.

__No, no es algo malo. Es algo... diferente. Es algo... sobre mí. __le dije.

__¿Sobre ti? ¿Qué sobre ti? __me preguntó.

__Alira, yo... yo soy... __le dije.

__¿Qué eres, Cristal? __me preguntó.

__Yo soy... __le dije.

Después de unos segundos de silencio, respiré hondo y reuní el valor para decirle la verdad a Alira.

__Alira, yo... yo soy una licántropa. __le dije.

__¿Una qué? __me preguntó Alira con incredulidad.

__Una licántropa. Una mujer lobo. __le repetí.

__¿Estás bromeando? __me preguntó Alira con escepticismo.

__No, no estoy bromeando. Es la verdad. __le aseguré.

__¿Y cómo es eso posible? ¿Cómo puedes ser una mujer lobo? __me preguntó Alira con confusión.

__No lo sé. Solo sé que nací así. Que es mi naturaleza. __le expliqué.

__Pero eso no tiene sentido. Los licántropos no existen. Son solo leyendas. __me dijo Alira con negación.

__No, no son solo leyendas. Son una realidad. Hay licántropos. Y yo soy una de ellos. __le dije.

__Pero yo nunca te he visto transformarte. Nunca te he visto cambiar. __me dijo Alira con duda.

__Eso es porque mi madre me daba unas pastillas que me impedían transformarme. Unas pastillas que me hacían olvidar. Unas pastillas que me quitaban mi verdadero yo. __le dije.

__¿Tu madre? ¿Tu madre te daba esas pastillas? ¿Por qué? __me preguntó Alira con sorpresa.

__Porque ella sabía lo que era. Porque ella me tenía miedo. Porque ella me quería cambiar. __e dije.

__¿Tu madre sabía lo que eras? ¿Tu madre te tenía miedo? ¿Tu madre te quería cambiar? __repitió Alira con asombro.

__Sí, sí, sí. __le dije.

__No, no, no. __dijo Alira.

Alira se quedó en silencio. No podía creer lo que le decía.

Alira me miró con una mezcla de emociones. Vi en sus ojos miedo, duda, curiosidad, tristeza, compasión.

__Cristal, yo... no sé qué decir. Esto es demasiado para mí. No sé si creerte o no. __me dijo.

__Alira, yo... solo te pido que me creas. Que me aceptes. Que me quieras. Eres mi mejor amiga. Te quiero mucho. No quiero perderte. __le dije.

__Cristal, yo... también te quiero mucho. Eres mi mejor amiga. No quiero perderte. Pero esto es muy difícil para mí. Necesito tiempo para asimilarlo. Necesito pruebas para comprobarlo. Necesito respuestas para entenderlo. __me dijo.

__Lo sé, lo sé. Y yo te daré todo lo que necesites. Te daré tiempo, te daré pruebas, te daré respuestas. Pero por favor, no me rechaces. No me juzgues. No me odies. __le dije.

__No, no te rechazaré. No te juzgaré. No te odiaré. Te escucharé. Te apoyaré. Te ayudaré. Pero por favor, no me mientas. No me engañes. No me lastimes. __me dijo.

__No, no te mentiré. No te engañaré. No te lastimaré. Te diré la verdad. Te daré confianza. Te daré cariño. __le dije.

Nos abrazamos. Sentí una tristeza inmensa. Tenía a Alira, que me quería y me entendía. que me hacía feliz.

Pero también sentí una esperanza inmensa. Tenía a Alira, que me creía y me aceptaba. que me ayudaría.

Alira me dijo que deberíamos ir con mi madre para aclarar esas dudas. Que ella tenía que saber la verdad. Que ella tenía que explicarme todo.

Yo estuve de acuerdo. Quería ver a mi madre. Quería saber la verdad. Quería entenderlo todo.

Así que nos levantamos, lavamos los platos y nos fuimos al garaje. Me metí a mi auto. Era un auto negro, deportivo y elegante. Pero primero le abrí la puerta a mi amiga como si fuera una reina. Me metí al auto y empecé a manejar por la ciudad hasta llegar a una casa.

La casa era la de mi madre. Era una casa grande, bonita y lujosa. Tenía un jardín, una piscina, un garaje y una verja.

Nos bajamos del auto y nos abrió Deimos. Deimos era el crush de mi madre. Su color de cabello era negro, sus ojos azules, su cuerpo muy bien trabajado y formado y con sus brazos lleno de tatuajes. Me parecía un poco gracioso, ya que mi madre dijo una vez que ya no volvería a enamorarse. Deimos nos abrazó y nos saludó.

__Hola, Cristal. Hola, Alira. Qué bueno verlas. ¿Cómo están? __nos dijo.

__Hola, Deimos. Estamos bien, gracias. ¿Y tú? __le dijimos.

__Yo también estoy bien, gracias. ¿Qué las trae por aquí? __nos preguntó.

__Venimos a ver a mi madre. ¿Está en casa? __le pregunté.

__Sí, está en casa. Está en el estudio. Vamos, las llevo. __nos dijo.

Deimos nos llevó al estudio. Busqué a mi madre y la vi sentada en un escritorio. Estaba trabajando en su computadora. Su cabello era de color gris blancoso y sus ojos color grises.

Mi madre nos vio y se levantó. Nos abrazó y nos besó.

__Hola, hija. Hola, Alira. Qué sorpresa verlas. ¿Cómo están? __nos dijo.

__Hola, mamá. Estamos bien, gracias. ¿Y tú? __le dijimos.

__Yo también estoy bien, gracias. ¿Qué las trae por aquí? __nos preguntó.

__Mamá, tenemos que hablar. Hay algo que tengo que decirte. Hay algo que tienes que explicarme. __le dije.

__¿De qué se trata, hija? ¿Es algo grave? __me preguntó.

__Sí, mamá. Es algo grave. Es algo sobre mí. Es algo sobre ti. _le dije.

__¿Sobre ti? ¿Sobre mí? ¿Qué sobre ti? ¿Qué sobre mí? __me preguntó.

__Mamá, yo... yo soy una licántropa. __le dije.

Mi madre se quedó en silencio. No dijo nada. Solo me miró con una mezcla de emociones. Vi en sus ojos miedo, culpa, dolor, amor, y sobre todo, arrepentimiento.

__Cristal, yo... lo siento. Lo siento mucho. __me dijo.

__Mamá, yo... no entiendo. No entiendo nada. __le dije.

__Cristal, yo... te lo explicaré. __me dijo.

Mi madre nos invitó a sentarnos en el sofá. Nos sentamos y nos miramos. Mi madre respiró hondo y empezó a hablar.

__Cristal, yo... yo también soy una licántropa. __me dijo.

__¿Qué? ¿Tú también? __le pregunté.

__Sí, yo también. Nací así. Es mi naturaleza. __me dijo.

__¿Y cómo es eso posible? ¿Cómo puedes ser una licántropa? __le pregunté.

__Es una larga historia. Una historia que te debo desde hace mucho tiempo. Una historia que te voy a contar ahora. __me dijo.

Mi madre me contó su historia. Me contó que ella era hija de una humana y un licántropo. Me contó que su padre la abandonó cuando era una niña. Me contó que su madre la odiaba por lo que era. Me contó que sufrió mucho por su condición. Me contó que se escapó de su casa cuando era una adolescente. Me contó que conoció a una manada de licántropos que la acogieron. Me contó que se enamoró de uno de ellos. Me contó que se casó con él. Me contó que Me contó que me tuvo a mí.

Mi madre me contó que yo era una licántropa. Que yo había heredado su naturaleza. Que yo tenía una loba dentro de mí. Que yo tenía un don especial.

Mi madre me contó que yo era un lobo demonio. Que yo tenía sangre de lobo por la mordida de mi padre. Que yo tenía sangre de demonio por su naturaleza. Que yo tenía un demonio dentro de mí.

Mi madre me contó que ella me daba esas pastillas para poder hacer que mi familia no se diera cuenta de lo que yo era. Que ella quería protegerme de todos ellos. Que ella quería protegerme de mi padre.

Mi madre me contó que mi padre era un hombre malo. Que él era el líder de una manada de licántropos rebeldes. Que él quería dominar el mundo con su poder. Que él quería usarme para sus planes.

Mi madre me contó que ella había escapado de él cuando yo era un bebé. Que ella había cambiado de nombre y de vida. Que ella había ocultado mi verdadera naturaleza. Que ella había hecho todo por mi bien.