Zoe ha renacido en Elise, la extra que es obligada a casarse con el villano y muere en manos de este, pero ahora, Elise se ha preparado para ese momento y esta dispuesta a sobrevivir y ha quitar a todo aquel que se interponga en su camino, porque no sabe, que no todo es lo que parece.
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capítulo 8- sin temor
- se ve emocionada majestad.
- hoy es mi primer día en la conferencia, es justo lo que necesito, no esas reuniones de damiselas chismosas.
Eva la está ayudando a peinarse, debe lucir bien e imponente.
- excepto por Jade Harris ¿cierto?
- sí, necesito saber de ella, antes de entablar una amistad.
- me haré de todo.
Al terminar de peinarla, Elise sale de la habitación rumbo al salón del trono, en su camino, puede ver que ha llegado un carruaje, pero lo ignora y sigue su camino, hasta llegar al sitió correcto, los guardias la dejan pasar, ya que fue orden del emperador, al caminar por el salón, este no era muy grande, del lado derecho estaban las tribunas de la corte imperial y al fondo del salón, la zona del trono, con dos asientos, por supuesto uno del emperador y uno de la emperatriz, del lado izquierdo, había asientos, supone que son para cuando se hace un juicio y los familiares deben estar presentes; los ministros ya en sus respectivos asientos, estaban sorprendidos de la presencia de la chica, ella camina hasta el emperador y hace una leve reverencia.
- he venido como solicito, majestad.
"Majestad ¿en verdad la hizo venir? Creo que ella no debería estar aquí"
"Concuerdo majestad, creo que es reciente para que la deje entrar."
- silencio, es la emperatriz, ella debe estar presente.
Ante las palabras de Cedric, se quedan callados, no es una opción el desafiar la palabra del emperador. La conferencia da inicio, Elise escucha atentamente todo, solo tenía que ver con política y quejas sobre peleas en los territorios.
"Majestad, ¿ha pensado en dejar entrar al palacio algunas concubinas? Es necesario para asegurar descendencia."
- ¿y como puede haber descendencia con concubinas muertas?
Todos se sorprenden pues era Elise quien había hablado, todos dirigen su mirada hacía ella.
- ¿quién ofrece a sus hijas para mi diversión? Ya quiero sacarle los ojos a alguien, he estado muy aburrida.
"¿Cómo se atreve a decir eso?"
"Matar a una concubina sería castigado"
"Se debe respetar la tradición"
- pero ¿quién en su sano juicio castigaría a la emperatriz? Ninguno tiene esa autoridad.
"Su majestad el emperador por supuesto, el emperador protege a sus concubinas"
"Jamás permitirá que una humana hago lo que quiera"
- el emperador protege a su esposa y ¿qué creen? Soy yo.
Elise levanta la mano mostrando el anillo, mientras sonríe con burla, de inmediato los ministros comienzan a hablar y quejarse, pero se quedan en silencio cuando escuchan al emperador reírse, Elise solo voltea y el emperador le sujeta de la nuca para atraerla hacía él, besando efusivamente los labios de la rubia, los ministros apenas podían creer lo que veían, el beso era intenso, Elise puede sentir la lengua ajena jugueteando con la suya, así que le abraza del cuello, Cedric se separa solo un poco mirando a los ministros.
- lo que la emperatriz haga, yo lo aceptaré. Quieren meter concubinas al castillo, adelante, si mueren, no es asunto mío.
Cedric sonríe con burla, mientras que los ministros se muestran incómodos, así que cancelan la conferencia para otro día. Fuera del salón los ministros no dejaban de quejarse por la reacción del emperador, jamás imaginaron que se pondría del lado de esa mujer.
"Una sirvienta los encontró con la cara del emperador entre sus piernas..."
"Eso explica por qué está de su lado, solo está deslumbrado por su atractivo"
"En poco tiempo se aburrirá de ella. Todos sabemos que lady Vera merece ser la emperatriz"
Dentro del salón de conferencias, el emperador ya tiene a Elise sobre su regazo, sin romper el beso, incluso Cedric pasa su mano bajo la falda de la rubia, deslizando el pulgar suavemente por su muslo interior, Elise sobresalta al sentir que toca bajo su ropa interior. El beso se rompe y el emperador besa su cuello, dejando una marca en su piel, para después ponerse de pie dejando que Elise caiga, por supuesto que ella se muestra molesta por ello.
- Oh! Lo siento ¿te dolió?
Elise se pone de pie mostrándose tranquila y acomoda su vestido.
- que bromista su majestad.
La rubia se da la vuelta para poder salir del salón, pero Cedric le sostiene la cintura y le pega a su cuerpo.
- esta noche... espérame.
Cedric la suelta y es él quien se va, Elise solo camina mientras que tras ella va apareciendo Eva de entre su sombra.
- la felicitó, tendrá su noche de bodas.
- no es algo que deseará tanto, pero no me resistiré a él, tiene lo suyo.
- sus gustos son exóticos, majestad.
- lo sé.
Frida la alcanza para avisarle que alguien la estaba buscando, así que la guía hasta una sala privada, había dos guardias, quienes abren la puerta y la dejan entrar, quien estaba ahí era el Duque Tomas, este no se molesta en ponerse de pie para hacerle una reverencia.
- la falta de respeto abunda en este país.
- el respeto y la educación hay, lady, pero para quien lo merece.
- ¿lady? Creo que lo olvida señor, es majestad, soy la emperatriz.
- eso no le va a durar, mejor recoja sus cosas y váyase de aquí.
- aun si me voy, su hija jamás será la emperatriz, así que mejor quédese fuera de mi camino.
El Duque Tomas golpea con fuerza la mesa ante él que se le hacen unas grietas.
- es mi única advertencia, morirás.
- tal como murieron sus dos asesinos... mejor envié algo mejor la próxima vez.
El Duque no esperaba escuchar algo así, asumió que fue el emperador quien descubrió a sus asesinos, ahora entiende por qué no dijo nada aquella vez. El Duque se puso de pie para salir de ahí, Elise solo se queda ahí, seguramente el Duque imagino a una chica que saldría llorando de ese sitió con tan solo recibir una amenaza.
- creo que será muy divertido este lugar.
- majestad, el Duque Brown llegará a la isla dentro de unos días.
- seguramente viene a rogar por su trato.
La noche había llegado, el emperador estaba ya por irse a descansar, pero recordó que le había dicho a Elise que iría con ella esa noche, era necesario estar con ella, si es que quería procrear, siendo mitad demonio, le era imposible procrear con una mujer demonio de sangre pura. Dejo salir un suspiro y desvía su camino pidiendo a sus guardias que no le sigan y que irá al palacio de la emperatriz, lo que fue una sorpresa para quienes eran sus guardias cercanos; incluso los sirvientes del palacio de la emperatriz se sorprenden al verlo pasar, al entrar, nota que Elise no estaba dentro, así que pregunta, pero nadie sabe decirle.
- son los encargados de ella y no saben donde está... solo miren este palacio, nada está bien.
Los sirvientes se encogen de hombros al escuchar los gritos del emperador y es que ninguno de ellos hace nada en ese palacio, incluso la comida es Eva quien tiene que obligar a una cocinera para prepararlo, nadie de ahí desea estar al servicio de una humana.
- espero cumplan con su deber o me encargaré de eliminar a todos.
Todos inclinan sus cabezas como señal de que han entendido, entonces Elise entra a la sala notando esa reunión.
- debiste decirlo, que no estaban cumpliendo con su deber.
- en realidad no es de importancia, si creía que no servían, iba a matarlos a todos.
Los sirvientes se asustan al escuchar a la rubia, pues al caminar y al pasar cerca de ellos, estos sienten un escalofrío.
- vaya sorpresa, vengo y mi esposa no está en su habitación.
- pensé que solo mentía...
- no suelo ser un mentiroso.
Cuando la rubia está cerca de él, le sujeta de la cintura para tenerla pesada a su cuerpo.
- todos ustedes, largo.
Apenas los sirvientes iban saliendo, Cedric pasa una mano por la espalda de la rubia, usando sus garras para romper la cinta que ata el corsé del vestido, mientras se inclina para besar los labios de la rubia, esa noche, estaba decidido a hacerla suya.
Creen que pueden asustarla, están muy equivocados.