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Inefable

Inefable

Status: En proceso
Genre:Romance / Mujer poderosa / Autosuperación / Traiciones y engaños / Mujer fuerte/hombre frágil / Venganza de la protagonista
Popularitas:3.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Irwin Saudade

¿Morir por amor? Miranda quiere salvar la vida de Emilio, su mejor amigo. Pero un enemigo del pasado reaparece para hacerla sufrir por completo. ¿Cómo debe ser la vida cuando estás a punto de perderlo todo? ¿Por qué a veces las cosas no son como uno desea? ¿Puede haber amor en tiempos de angustia? Miranda deberá elegir entre salvar a Emilio o salvarse a ella. INEFABLE es el libro tres de la historia titulada ¡Pídeme que te olvide!

NovelToon tiene autorización de Irwin Saudade para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Y DUELO MUCHO

*Miranda*

—¿Estás lista?

Trague saliva, me prepare mentalmente para esto. Inhale aire con todas mis fuerzas.

—Sí. ¡Tengo nervios!

—¡Tranquila! Solo sentirás un pequeño piquete.

Abrió el paquete, extrajo la aguja y me la mostró.

—Tu aguja es nueva —dijo el químico.

—Está bien.

Su mano tomó mi brazo, mi vena estaba hinchada y cuando quise soltar el aire de mis pulmones, inserto la aguja. Rápidamente inserto un tubo. ¡Se llenó de sangre! Reemplazo el tubo. ¡Mi sangre estaba allí! Volvió a insertar un tubo.

—¡Listo! Ya terminé.

Retiró la aguja de mi cuerpo y soltó la liga que apretaba mi antebrazo. Me ofreció una bolita de algodón y puso un parche donde había entrado la aguja.

—Gracias.

—Puedes ir con Salvador, él te dará más información sobre tus resultados.

Eran las nueve de la mañana, el hospital estaba un poco tranquilo y al llegar al consultorio de Salvador, quise aparentar fortaleza.

—¿Cómo estás?

—Bien. Ya me tomaron las muestras.

—Entonces, tendré tus resultados en tres días.

—Me parece bien. ¿Me darás medicación?

—De momento, comenzaré a tratar tu sífilis. Una vez teniendo tus resultados de carga viral y CD4, entonces podremos iniciar con el tratamiento antirretroviral.

—De acuerdo.

Hicimos contacto visual.

—Tendré que examinarte. ¿Te incomodaría si yo realizo el chequeo? 

—Salvador me miraba fijamente.

—No. Está bien.

—De acuerdo. Entonces, sígueme.

Antes de sentarme en la camilla, mi médico me pidió que me quitara toda la ropa. Me ofreció una bata de color azul y la sensación de estar así, eso no era extraño. ¡Mi enfermedad lo era!

—¡Estoy lista!

—Perfecto. Comenzaré a revisarte.

Salvador se detuvo frente a mí. Puso sus manos sobre mi cuello para poder examinar mis ganglios. Examino mi boca, mi lengua, mis hombros. Uso su estetoscopio para escuchar mi interior.

—Acuéstate en la cama.

Examinó las plantas de mis pies, mis piernas, mi sexo.

—¿Te duele algo? —Su mano estaba sobre un ganglio

—Ligeramente.

Sus manos subieron hasta mis hombros. ¿Por qué me pasaba esto a mí?

—Listo. He terminado. Puedes vestirte.

Lo hice con rapidez. Volví a sentarme frente a su escritorio.

—Comenzaremos tu tratamiento con penicilina. Cuatro inyecciones.

—¿Algo más?—Antibiótico, analgésicos y, también, te mandaré para las úlceras en tu boca.

—¿Tengo úlceras en mi boca?

—Sí, en el paladar. ¿Te duelen?

—No.

Asintió. No escribió en una receta médica la medicación sugerida.

—¿Y cómo has estado?

Su pregunta me tomo desprevenida.

—Bien.

—¿Has descansado bien?

—Sí —mentí.

—Se nota el cansancio en tu rostro.

—En realidad, a veces me cuesta dormir.

—Es normal, pero no es bueno. Debes descansar para que tu cuerpo se recupere.

—Lo intento, pero no puedo.

—Trabaja en tu seguridad mental. Tu mente debe obligar a tu cuerpo a hacer lo que le ordenas.

—¿Y si me mandas pastillas para dormir?

—No. En ese caso, compra en Farmacias Similares un frasco de cápsulas de valeriana. Toma una cápsula media hora antes de dormir. Te relajará.

—Está bien.

Asintió.

—¿Pudiste hablar con tus amigos sobre lo que tienes?

Ahí fue cuando me sentí supervulnerable. ¡Sentía que me llovía! Agua fría y relámpagos inundaban mi alma.

—No.

—¿Por qué?

—No he tenido el valor.

No se apresuró a responder.

—Sé qué estás pasando por momentos difíciles. Vi las noticias y supe lo del incendio.

—Siempre me pasan en televisión cuando hay un incendio. 

Porque esa era la segunda vez que yo estaba en un incendio.

—Y aunque la vida es inexplicable, a veces necesitamos expresar nuestro sentir para poder ser libres.

—Pero es que... No sé. Me cuesta mucho trabajo. He querido decirle a mis amigos que estoy enferma. A Emilio no le he dicho nada, ni siquiera tengo el valor de escuchar su voz. ¡Me siento superdébil!

¡Era verdad! En mi interior no había fuerzas para pronunciar mi realidad. El rompecabezas seguía estando incompleto.

—No tienes que cargar tu sola con el peso de una enfermedad. Depende de ti el poder estabilizarte. ¡Mereces sentirte libre de todo el dolor que te aplasta!

Trague saliva.

—Sí. Yo sé que debo seguir adelante.

—Intenta ser cordial contigo. ¡No es tu culpa estar enferma! Nada de lo que pasó es culpa tuya.

—¿Por qué no es mi culpa? Si tan solo hubiese podido hablar cuando Tom me hizo daño la primera vez, quizá... 

—Me frené, sentí mis lágrimas al borde y quise aguantarme.

—¡Llora! No te reprimas. Sácalo. No tiene nada de malo llorar.

Baje la mirada, apreté mi mano, los chancros me hacían sentir mal.

—Es que... no es tan fácil. ¡No quiero tener esta enfermedad! —Y lo dejé salir.

Llore. Sufrí. Morí.

...*** ...

Lana del Rey sonaba a través de mis auriculares. Cruel World se reproducía a todo volumen y quise que Lana le diera sabor a mi tristeza. Eran las cinco de la tarde, llevaba mi cámara colgando del cuello y me encontraba fotografiando la urbanidad de este momento. ¡Tenía días que no tomaba fotografías! Enfoque al cielo. A las personas. Los autos. Los árboles. Las flores. Caminando al lado de la tristeza, encontré a un Doctor Simi bailando en la esquina de la cuadra. ¿Quién estaría adentro de la botarga?

Sin dudarlo dos veces, corrí hasta él y empecé a bailar. Ambos sacudíamos nuestros cuerpos al ritmo de la música y todas mis emociones se encontraban en un cúmulo abstracto adentro de mí. La gente que pasaba a nuestro alrededor se sorprendía y divertía con la escena que estábamos creando de forma casual. ¡Me sentí bien! Jodida estaba yo, pero mis ganas de vivir seguían intactas. Saque mi celular y me tome una selfie con el Doctor Simi.

—¡Me siento mal! Acabo de descubrir que estoy enferma y que no tengo cura. ¡Me da miedo seguir adelante! ¡Y también me da miedo no intentar seguir adelante! Siento que me muero.

Y cuando termine de hablar, el Doctor Simi me abrazo con todas sus fuerzas. ¡Ojalá alguien nos hubiese tomado una foto en ese instante! Me sentí muy feliz.

...***...

—¿Cómo te fue? —Marcos estaba mirándome con atención.

Sostenía un vaso de refresco y su laptop estaba encendida con una serie de HBO Max.

—Bien. Estuve tomando fotografías.

—¿Comiste algo?

—No.

—¿Tienes hambre? Compre Maruchan.

Asentí.

—¡Sí!

Me ofreció un poco de sopa instantánea.

—¿Qué estás viendo? —Le pregunté.

—The Last Of Us. Justo acabo de poner el capítulo uno, es una serie.

Me senté a su lado. Reanudó la reproducción. Episodio uno. Episodio dos. Episodio tres. Episodio...

—¡No manches! Eso no lo esperaba —pronunció Marcos cuando Henry se suicida al final del capítulo cinco.

Episodio seis. Episodio siete. Episodio ocho. ¡Mi corazón latió a toda potencia con ese capítulo! Suspire muchas veces, sentía todos mis sentimientos inquietos y sensibles.

Ellie sale del restaurante en fuego, acaba de salvar su vida de un hombre perverso. ¡Ella está asustada! Joel se acerca y la abraza. La niña empieza a gritar y cuando se da cuenta de que ya está a salvo, comienza a llorar. Yo también comencé a llorar.

—¿Estás llorando? Yo también estoy llorando —dijo él.

Me levanté de mi asiento y fui al sanitario. Agarre papel higiénico y comencé a secar mis lágrimas. ¿Por qué me estaba pasando esto? ¿Por qué doler tanto? Frente a mí, el reflejo en el espejo irradiaba tristeza y dolor. ¿Qué me pasaba? ¿Por qué me dio pena llorar frente a Marcos? ¡No tenía nada de malo!

Mirarme así, me hizo pensar en la necesidad de expresar lo que me aplastaba. ¡Era el momento! Yo también merezco luchar contra la maldad de mi mundo.

—No pongas el capítulo nueve. ¡Por favor! —Le pedí a mi amigo al salir del sanitario.

Eran las tres de la mañana.

—¿Te sentiste identificada con Ellie?

Mi rompecabezas estaba sin armar y quizá, este era el momento para poder sacar todo mi dolor. ¡Debía sacarlo!

—Marcos.

—¿Sí?

—¡Estoy enferma! —Y no me refería a estar infectada de cordyceps. No me convertiría en un chasqueador. No sería una más entre la multitud de infectados de toda la serie. ¡Yo estaba enferma y tampoco había una cura!

—¿Qué tienes?

Inhale aire, me arme de valor y luché demasiado contra mi boca para poder expresarlo abiertamente.

—Soy seropositivo.

Al instante, se quedó impactado.

—Miranda. Tú...

—Sí. Estoy infectada de VIH.

Y sin miedo, me solté a llorar frente a él. ¡Mi alma dolía bastante!

—¿Fue tu tío?

—Sí.

Sus brazos me acogieron, me envolvió por completo, él fue mi lugar seguro en ese momento. ¡Llore sin miedo! No quise aguantarme más.

—¡Todo estará bien! Sabes que cuentas con nosotros.

Asentí.

—Lo sé. Y supongo que por eso, me daba miedo decirte y aún me da miedo decirle a los demás. ¡Jamás pensé que algo así pudiera pasarme a mí!

—Amiga, tú siempre has querido cargar con el peso de ser valiente. ¡Hoy no estás sola! Grábatelo bien en la mente. ¡Nosotros somos tu familia!

—Fui con Salvador para tomarme muestras, le conté que aún no había reunido el valor para poder contarles.

—¿Qué te dijo?

—Que no siempre es bueno cargar solos con el peso de una enfermedad. ¡Merezco sentirme libre de todo lo que me hace mal!

Asintió. Su mano estaba sobre mi hombro.

—Eso es así. ¡Tú eres la mujer más fuerte que conozco!

Sonreí ligeramente por sus palabras.

—Por eso he estado muy desanimada estos días. Ni siquiera he podido hablar con Edgar y con Emilio tampoco. Mi abuelo no sabe nada y... —me quede callada.

—¿No sabes qué hacer en este momento?

Exactamente, eso era lo que yo sentía.

—Este último capítulo que vimos me hizo sentir que debo estar dispuesta a luchar a pesar de todo. ¡Quiero que las cosas estén bien ¡Yo quiero estar bien!

Porque eso me había enseñado The Last Of Us. Aunque el mundo se caiga a pedazos, uno debe buscar la forma de estar bien.

—¿Tom sabe de tu enfermedad?

—No. Y tampoco creo que él esté enterado de su enfermedad. El día del incendio, vi que tenía un chancro en el rostro.

Extendí mi palma en dirección a Marcos y él examinó los chancros.

—¿Piensas decirle?

—Sí. Pero cuando sea el momento indicado.

—¿Qué piensas hacer ahora?

—Primero, quiero averiguar como rayos puedo debilitar a mi enemigo.

1
Nelly Perez
excelente, espero pronta actualización está buenísima y muy triste a la vez, espero que empiece a cambiar las cosas para elle
Bella Maldonado Beltran
cuando va a seguir con las novelas sin terminar .un poco de respeto por las personas que leemos tus novelas .,queremos un final para ellas .gracias
Rosalba Pimentel T
Que mal dejar a tus seguidores guindados por no terminar la novela
Isbelia
Irwin, porque no has subido la continuación de la novela
Bella Maldonado Beltran
que pasó con está novela nunca será terminadá o tendre que abandonar a esté escritor .me encantan sus historias .pero muchas estan sin final .
Bella Maldonado Beltran
irwin ,por favor sube mas capitulos, tienes muchas sin terminar .gracias
Bella Maldonado Beltran
gracias irwin ,por este bello capitulo ,espero que miranda hable con emilio y les cuente a todos de su problema
Bella Maldonado Beltran
no, miranda tu eres fuerte hay muchos que te quieren ,lucha por salir de está enfermedad ,no le des el gusto a tus enemigos de verte derrotada ,animo y mucha fuerza ,Emilio te ama no lo abandones.
Rosana Rolon
Gracia por este capituló fue muy emotivo 😭😭😭
Rosana Rolon
Me gustaría saber cuando vas a volver a actualizar esta historia
Irma Ordonez
Excelente
Bella Maldonado Beltran
ojala muera el desgraciado ,
Bella Maldonado Beltran
me parte el alma el dolor de miranda ,espero que esto no la separe de Emilio ,que se siga el tratamiento ,y pueda seguir su vida y sea feliz con Emilio ,por favor Irwin no los separes ,
Bella Maldonado Beltran
pobre miranda cuando sera feliz ,maldito tom ,porque no se muere esa basura ,que tanto daño a hecho ,
Bella Maldonado Beltran
que pasa irwin ,porque miranda lo dejo solo ,por protegerlo de aldo o porque no lo quiere ella cree tener sida o que ?
Bella Maldonado Beltran
no separes a miranda y emilio ellos deben quedar juntos .no alargues mucho la historia ,ademas tienes varias sin subir capitulos
Bella Maldonado Beltran
me gusta está historia pero quiero que no sea tan lenta ,quiero mas capitulos.
Bella Maldonado Beltran
me encanta la historia y amo a emilio ,no me gustaria que sufra ,quiero que se enamore de miranda y queden juntos.no tardes mucho en subir capitulos
Elizabeth Sánchez Herrera
más ➕ capítulos
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