Reconstruyendo Un Corazon

Narra Jhan Franco.

Estamos mi padre el jefe de diseño automotor Arturo Costa y yo esperando en la sala de juntas de la empresa a nuestro abogado y al hombre que me acusan de robo quien viene con su abogado. Estoy muy alterado caminando de un lado a otro.

Cálmate Hijo deja de caminar que me estás mareando.

No puedo padre, porque tardan tanto en llegar.

Calma Hermano faltan 5 minutos para las 3 deben estar por llegar. aún no entiendo como puede ser esto posible si siempre hemos sido muy cuidadosos con los diseños y nadie saca ningún papel del área de diseño.

No lo sé Arturo pero voy a averiguar que paso y si hay alguien involucrado de la empresa lo pagara caro, alguien esta traicionándonos y voy a descubrir quien es.

Amigo no lo creo llevo mas de 8 años trabajando en esta compañía con el mismo equipo y nunca había pasado algo así antes.

Tal vez este equivocado pero en este momento no confió en nadie, ni en mi propia sombra, esto tarde o temprano va a salir a la luz y el culpable pagará caro querer difamarme de esta manera. Eso lo juro.

Ya basa Franco no saques conclusiones apresuradas y por favor siéntate y cálmate o terminarás por volverme loco.

Lo siento padre tienes razón, pero es mi reputación y la de la empresa la que está en juego.

Tranquilo hijo verás que todo se va a aclarar tarde o temprano.

En ese momento entran en la sala de juntas Hernán acompañado de dos hombres que imagino uno es el que me acusa de plagio y el otro es su abogado, en mi vida había visto a alguno de ellos, ni siquiera había oído sus nombres.

Hernán abogado: Buenas tardes, señores les presento al Sr. Caruso y a su abogado el Sr. Mancini.

Quisiera decir que es un gusto pero dada las circunstancias sonaría muy hipócrita; así que vamos directo al grano, les ofrezco la suma de 1 millón de euros € si quitan la demanda ahora mismo y esto llega hasta aquí cosa que sería muy buena para ambos pues aún no se ha hecho público este asunto, o prefieren que nos vayamos a juicio y van a tener todas las de perder pues yo tengo documentos legales que certifican que dichos diseños son míos.

Digo esto con la mirada fija en ambos y en un tono frío, mientras que mi rostro no muestra ni la mas mínima expresión es como si la preocupación se haya esfumado de mi ser, luzco lo mas sereno y calmado posible pues sé que no debo mostrar debilidad a mis enemigos ellos no deben saber que me encuentro vulnerable o acabarían conmigo.

Todos los presentes me miran perplejos pues nadie esperaba esa reacción de mi parte. Soy un hombre muy bueno en los negocios por algo soy catalogado como uno de los mejores CEO en la industria automotriz y ahora voy a ser frío e implacable sin ninguna muestra de debilidad, un hombre despiadado en los negocios, pues el hombre bueno y confiado lo mataron dos ratas traidoras, así que ya no tengo sentimientos.

Todos están en un silencio sepulcral hasta que nuestro abogado hablo diciendo me parece un trato muy generoso de parte de mi cliente, viendo que las circunstancias para ustedes no son las mejores, pues con las pruebas que contamos y con la reputación tan dudosa de su abogado no es lo mejor irnos a juicio.

Entonces Sr. Carosu que me dice acepta mi propuesta. Piénselo muy bien no es conveniente que se arriesgue a ir a la cárcel por estafa.

¿Qué pasara si decido aceptar?, ¿que tendría que hacer?

Sencillo usted quita la demanda, me entrega todos los documentos que tiene de mis diseños, le entrego el dinero como usted diga, si lo quiere en efectivo o lo consigno en su cuenta como desee y asunto olvidado, esta es mi propuesta.

El hombre miró a su abogado y este dijo necesito un momento con mi cliente para tomar una decisión.

claro tomese su tiempo, pienselo muy bien y luego nos da su respuesta, pero solo tiene hasta mañana a las 3 pm para decidir, pues mi propuesta no durara para siempre. dicho esto se pueden retirar tengo cosas importantes que hacer.

Hasta luego señores no les quitamos mas tiempo y se marchan.

Hay algo muy raro en esta situacion, algo no cuadra pude notar el nerviosismo y las dudas en el tal Caruso y la forma en la que su abogado lo miraba y hablaba deja mucho que pensar. no voy a descansar hasta llegar al fondo de este asunto.

foto de Jhan Franco