Juliette Bernard DuPont tenía la familia más amorosa del mundo, fue una niña muy feliz hasta que un fatídico accidente le quitó a sus padres.
La jovencita tuvo que irse de su país y de su vida para mudarse con la tía de su madre, la joven cambió su estilo de vida y ahora solo sobrevivía con una mensualidad que le daba para vivir bien.
Juliette se enamora de Ethan King, hijo de una de las familias más ricas de Inglaterra, pero este solo la ve como el gusto que se quiere dar porque es muy poca cosa para él y para eso hasta le propone matrimonio.
Luego de dos años de noviazgo, él la humilla en el altar y ella desecha y lista para recuperar su antigua vida, decide ir antes a una boda con su amiga, lo que no se imagina es que pasará de ser invitada a la novia y nada más y nada menos que del hermano de su ex, el cual está en silla de ruedas y por eso es plantado.
¿Podrán estás dos almas rotas unir sus pedazos y ser felices, o solo se unirán para cobrar venganza?
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Regreso a la mansión.
Juliette va en brazos de su esposo hasta su recámara es dejada delicadamente en la tina y duchada.
Elijah lo hace con tanta delicadeza y esmero que ella está encantada.
—Mi luz… Te sientes bien, estás segura de que no fui muy rudo. —Ella niega y sonríe somnolienta.
—No Elijah fuiste perfecto…
La joven es llevada a la cama y vestida con una pijama de algodón, la joven está cansada y él la arropa y se va a duchar, al regresar la joven está profundamente dormida, él la observa y acaricia su cabeza.
—Que me haces pequeña… no dejaré que nadie te dañe. . . —Susurra y la abraza.
La noche estaba hermosa, la brisa fresca y el sonar de las olas, acompañaron a la pareja toda la noche.
Juliette estaba más que feliz al lado de Elijah, con él volvía a sentirse segura, plena.
Elijah era muy guapo y le daba la validez que su vida necesitaba, no era más la chica sola en el mundo, ahora lo tenía a él, tenía un apoyo alguien con quien estar.
La noche poco a poco desvaneció y el día siguiente llegó, ambos dormían abrazados.
Ethan estaba tan cómodo con ella, jamás pensó que la traición de sabana le dolería tan poco, pensar en aquello que le hizo solo lo llevaba a recordar que gracias a su acto de egoísmo conoció a su luz, a su hermosa esposa.
Elijah se despierta y sonríe al verla a su lado, besa sus labios y la joven se despierta, lo mira y sonríe.
—Como amaneció mi luz…
—Feliz…
—¿No te duele nada? —Indaga.
—Hasta el cabello Elijah. —Sonríe y la besa.
—Lo siento mi luz…
—No lo hagas, porque a pesar de esos estoy muy bien.
La pareja ese día desayuno juntos, salieron a pasar por la isla en moto, dieron un paseo en yate, entre otras cosas.
Ambos estaban felices, nada más importaba, solo ellos.
La luna de miel se extendió, parecían los seres más enamorados del mundo.
Juliette era la mujer más feliz de todo y Elijah igual no querían estar lejos el uno del otro.
La pasión entre ellos surgió y a diario se demostraban lo que estaban sintiendo el uno por el otro.
A pesar de que todo era maravilloso, tenían que regresar a su realidad.
Elijah debía tomar control de todo y su abuela quería conocer a su nuera Elizabeth de King, era una mujer de armas tomar, era fuerte, elegante y respetada por todos.
Ella era la figura de más respeto en los King, ya que su esposo murió y a ella le había tocado seguí viendo por su familia.
Elizabeth adoraba a sus nietos, pero obviamente su mayor tesoro era elijah, perdió a su madre muy joven y a pesar de que creció sin el cariño total de su padre se volvió un gran hombre
A la matriarca de los King no le gustaba para nada que su nieto se casará con aquella mujer y por eso decidió irse a un retiro en Japón, cuando salió se enteró de que la novia había sido otra y quería conocer a la mujer que salvó a su nieto de esa arribista.
La matriarca King organizó una enorme celebración en la empresa King para dar a conocer a su nueva nieta y para dar a conocer el nuevo grupo de cargos en la empresa.
Ethan no quedaría en la ruina, tenía el dinero de su padre, pero la herencia de su abuelo y la de Elizabeth, que también era enorme, pasaría a manos de Elijah, él era un hombre centrado, era algo frío y arrogante, pero era muy amoroso con su abuela.
Elijah no se llevaba bien con su madrastra, pero eso no evitaba que elijah la tratara con respeto, era la mujer de su padre y aunque fue muy injusta con el cuándo niño, él jamás le faltó al respeto.
—Mi luz… Alex sabes dónde está mi mujer… Pregunta El hombre.
—La vi en el jardín, sentada, viendo a la nada. —Contesta Alex.
—Iré por ella, debemos irnos…
Ya agendaste la cita con el doctor Carter.
—Sí, todo listo, dijo que será algo rápido… —El hombre asiente.
—Quiero estar guapo para mi esposa y no pareciendo un zombi.
—Ya estás muy guapo, no puedo dejar de verte cariño… Si es peligroso déjalo así, te he dicho que te ves sexy. —Dice la joven.
—Muchas veces mi luz…
—Vamos cielo, aunque tengo un poco de miedo…
—Y eso por qué, no debes tenerlo.
—Porque ya se acerca el momento de volver a Francia y no puedo con la ansiedad volver a casa y a los recuerdos… —Dice un poco triste.
—Volverás conmigo mi luz… No dejaré que los recuerdos te abrumen, te ayudaré a crear nuevos. —La pareja se besa y sale rumbo a la mansión, el hombre ya está enterado de todo.
Ethan ordenó su atentado, él planeó todo para que muriera o quedará muy mal y dejarlo sin nada.
Todos piensan que es un impedido, pero la verdad es que solo fue por poco tiempo, lo único que le quedó fueron las marcas en su cara, pero a la joven no le importaban para nada, él era hermoso para ella.
cicatriz de Elijah foto referencial.
La pareja voló durante horas hasta llegar a Inglaterra, en el viaje la chica estaba sentada en sus piernas, la fiesta para que todos conocieran al nuevo heredero de todo se acercaba.
Ambos entraron y sin importar nada, el hombre entró por sus propios pies, ya había conseguido lo que quería, no necesitaba seguir fingiendo, solo faltaba su cara y eso se solucionaría también.
—Señor King, que bueno que esté de pie nuevamente, bienvenido.—Exclamó el ama de llaves.
—Necesito que nada de lo que pase en esta mansión se filtre y eso va para todos o no tendré contemplaciones. —Hablo firme
—Ella es Juliette King, la señora de esta casa, mi esposa y deben respetarla y a atacar cualquier orden que les dé… —Siguió.
—No me interesa que les pida, no me consulten, solo acaten, nadie puede entrar a la casa si yo no estoy, mi mujer no puede salir, sin mínimo cuatro guardaespaldas están entendiendo. —Volvió a decir.
—como ordene señor.
—Todo lo que llegue será revisado antes de llegar a las manos de mi esposa, no quiero errores y el primero, el que le falte al respeto, se va. —Ordeno el hombre.
—Ahora a trabajar… —Cuando todos se fueron la joven lo beso.
—No seas tan duro con ellos cariño y porque cuatro guardaespaldas —Pregunto con curiosidad.
—Porque ocho te abrumarían y además ya tengo varios de civil, siguiéndote como sombra.—Ella frunce su ceño.
—Te falta solo este mes para tu graduación y deberás salir a la universidad, así que no te quiero sola de acuerdo… —De acuerdo mi amor, ahora subamos.
—Que dijiste mi luz…
—Que subiéramos… —Se ríe y él la toma de la cintura.
—Que dijo tu preciosa boca, mi luz.
—Subamos a la habitación mi amor… —El hombre la besó y la llevó hasta su, recámara pareja estaba más fuerte que nunca y la joven había podido olvidar los tragos amargos que ha vivido.
esta novela tiene segunda parte /Hey//Smile/