EN LA MIRA DEL DRAGON

(*FAYNA)

Después de padecer otro episodio terrible de que mi temperatura se eleve por los cielos y de que mi padre me inyecte un tranquilizante que me relaje y me ayude a bajar la temperatura, voy a casa y debo soportar a Luisa.

-Sabes bien que no debes de ir a un lugar sin conocer que temperatura tienen... Se ve que no piensan en nosotros que debemos siempre acoplarnos a ti... Jamás podemos tener una vida normal debido a ti. Me escupe en la cara frustrada.

-LUISA... No le hables así... Es difícil para ella tener que lidiar con eso ... Que quiera sentirse normal... Tener amigos... Y todo lo que le aqueja... Fue para cumplir con su tarea... Entiendo que le dé pena tener que siempre estar aclarando que temperatura debe estar un lugar... Y tan mal no la pasan... A ver si maduras de una vez ... Y dejas esa ridícula actitud de querer imitar a tus hijas... Eres su madre... No una más de sús amiguitas... Comportate de acuerdo a tu edad. Le dice mi padre molesto.

-Hasta logras que se moleste conmigo. Me dice Luisa enfadada.

Me encamino a mi cuarto sin responderle, no tengo ánimos de confrontarme con nadie.

Y ahi no terminaba mi noche, debo soportar a mis hermanastras que me atosigan con sus quejas y amenazas, que interrumpen a mi cuarto de manera provocativa y se que si reacciono son muy buenas artistas para hacerce las victimas.

Decido salir, en primera para alejarme de aquí, en segunda si llego a la terminal capaz me regrese donde era feliz y vaya a ver a mi doctor que siempre se ofreció a darme un refugio si sentía que las cosas en casa no andaban nada bien.

Por el camino me cruza Edan que camina de manera despreocupada, al verme me saluda y veo que mira su celular hace una muca. Me invita a ir a un lugar ya que no quería desperdiciar unas entradas.

Jamás he ido a ningún sitio, la verdad nunca tuve esa oportunidad de salir con amigos, y al preguntarle sobre la temperatura del ambiente, me muerdo los labios arrepintiendome al instante, pero su respuesta me alivia y me invita a comer helado.

Fue una linda y buena experiencia, hasta podría decir que lo disfrute aunque la compañía sea él. Después fuimos al lugar que en principio mencionó.

Era amplio de un lado tenía juegos con traga monedas que solo había visto en películas junto a mi padre, una mesas de pool que los reconocí porque suelo jugar en línea por mi teléfono y del otro una barra con tragos, unas cuantas mesas y que también servían papas fritas y maní con las bebidas.

Me atrajo jugar al pool, en línea soy muy buena. Edan se tomó las molestias de enseñarme como agarrar el taco y como debía pegar a las bolas. Nos reímos jenuinamente, el me ganaba por mucho, yo apenas había logrado mover un poco.

Hasta que apareció una rubia con mechas azules, de ojos verdes gritando junto a otra de cabello multicolor entre rojo azul y negro.

Su ataque se enfoco en Edan, se ve que tienen una relación.

"Debe ser con la que me dijo Francis que tenía una cita", pensé.

-¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?.

Edan se colocó adelante a hablar con ella como encaminandola a la salida.

-No significa nada Haily. Le respondio desinteresado.

-Cuando Brittany me contó que te vio con una en la heladería... No quise creer... Por lo que vine aquí al saber tu ubicación. Le dice con sus gestos histéricos.

-Y ¿Cómo sabes mi ubicación?. Le pregunto Edan.

-Es que siempre te desapareces... Por lo que te coordine tu celular con el mío... Pero eso no importa... Estás con esta abrazándola. Dice de manera despectiva.

"No me abrazaba solo me enseñó a agarrar el taco", pensé.

-Asi que violas mi privacidad... Y te crees con derecho a reclamos. Le dijo serio Edan.

-No viole nada... Solo me preocupo por voz... Al fin y al cabo somos novios. Le dice la muy cínica.

-En primer lugar salíamos... Nada más eso... Jamás formalizamos... Y en segundo lugar no me gusta que me quieran controlar. Le aclaró Edan y podía notar en su voz que estaba molesto.

-Eso dices porque me cambias por esta... ¿Es eso verdad?... Sabes que si me dejaras te daría todo... Pero ahora que lo pienso debe ser que eres impotente al no querer estar conmigo. Declara la muy mal educada.

Veo que Edan gruñe molesto saliendo del lugar por lo que lo sigo ante la expresión de desprecio de la tal Haily.

Camino atrás de él sin pronunciar palabra, solo para asegurarme de que no cometa una locura.

-NO TIENES NADA MEJOR QUE HACER QUE SEGUIRME. Me pregunta molesto.

-Vivimos en la misma cuadra. Le respondo y se gira ofuscado a seguir su caminó. Se detiene nuevamente para hablarme.

-PARA ACLARAR NO SOY IMPOTENTE... NO CONSIDERE ADECUADO DEBIDO A QUE ESTABA FRANCIS. Me dice.

-No dije nada. Le respondo.

-Y NO ME APROVECHO DE LAS MUJERES DE ESE MODO. Agrega.

-Es bueno saberlo. Le digo.

-ADEMAS... ELLA JAMAS ME ATRAJO ... NO SE PORQUE SALIA CON ELLA... TAL VEZ SOLO POR ESTAR ABURRIDO. Reflexionó en voz alta.

-Si estoy aburrida salgo a caminar... Pero quien soy para opinar... Nunca experimente nada... Salvó lo de esta noche. Le comento.

-¿Por qué nunca experimentaste nada?. Me pregunta.

-Cuando mi madre falleció... Estuve internada... No porque halla sufrido algún daño físico... Sino que estaba mal emocionalmente... Sin contar mi extraño padecimiento... No tenía ánimos de ver a nadie... No me queria relacionar con nadie... Solo el personal del lugar donde estaba eran las únicas con quienes interactúaba... Y al salir... Mi padre se había casado con Luisa... Para que tenga una imagen materna... Debido a que él no podía estar presente por su trabajó... Mi padre siempre se preocupo en cumplir lo que le prometió a mi madre de cuidar de mi ... De no darse por vencido y lograr hallar la cura... El tema que debo aprender a convivir con ello... No hay una cura milagrosa. Le cuento.

Él suspira hondo y me dice pensativo.

- Me acompañas a beber... En casa hay un licor de menta o algo así. Me dice.

-No bebo... Al estar medicada. Le comento.

-Me acompañas. Insiste.

-Te haré compañía. Le digo.

Caminamos hasta su casa.

-Esperame. Me indica.

Ingresa un momento y al rato sale.

-Aqui lo tengo... Vamos a orillas del mar... La brisa es refrescante. Me dice y lo sigo.

Llegamos y parece que el cielo se une al mar, es una noche estrellada con algunas nubes que cruzan.

Nos sentamos sobre unas piedras y él destapa la bebida ingiriendo el líquido.

-Mantiene el calor. Comenta cerrando los ojos.

-No necesito eso. Le respondo sarcástica y sonríe.

-Dime que se siente. Me pregunta.

-Pues... Cómo te diré... No me siento diferente... Con el clima así... Pero si el lugar es cálido, mi cuerpo quema, no es agradable... Una vez caí en coma... Creyeron que me moría... Pero cuando me estabilizaron... Me sentía bien. Le cuento. Al mirar hacia él ya había consumido un cuarto de la botella.

-Si te concentras... Creería que puedes manejar tu temperatura. Me dice.

-Ja... ¿Qué?... No... No lo creo. Le comento divertida

-Si intentalo... Piensa algo que te haga aumentar la temperatura. Me sugiere.

-Ja... No sé. Le respondo.

-Vamos... Quiero enseñarte un espejo de agua que está congelado. Dice en un momento suspirando hondo.

-Bien. Le digo siguiéndolo, caminamos un trecho largo por la costa y luego me señala donde bajar y si ahí estaba un espejo de agua congelado entre unas elevaciones como oculto de la vista.

Él me entrega su botella y baja deslizándose como patinando.

-Es como tener una pista de patinaje. Me dice.

-¿Cómo es posible?. Le pregunto.

-NO SE... Pero así se mantiene. Me cuenta.

-¿No es peligroso?. Le pregunto preocupada.

-No... Es seguro. Me dice saltando como probando su resistencia y de repente escucho como un crujido.

-SAL... ESCUCHE COMO UN CRUJIDO. Le comento preocupada.

-Deja de ser tan cuidadosa... Debes arriesgarte. Me dice cuando de repente veo que se desaparece de la superficie.

"Maldición". Digo corriendo a ver qué le pasó.

No logro divisarlo por lo que bebo del licor al saber que eso hace que el medicamento pierda efecto, al pensar en meterme a rescatarlo en esa agua helada.

Mi corazón late acelerado y puedo sentir fluir el calor, me tiró de panza gritando su nombre y alumbrando con mi celular.

-¡EDAN!. ¡EDAN!. Lo llamo desesperada hasta que veo fluye tratando de aferrarse al borde por lo que lo agarro de ambos brazos estirando a qué salga.

-AYUDAME... ERES PESADO. Le aclaró para que haga palanca hasta que sale y tiembla peor que una hoja al viento.

Lo aferro a mi, me deshago de su abrigo mojado y lo cubro con mi campera abrazado como garrapata a mi cintura. Lo hago enderezar y salimos de ese lugar.

-No... Puedo. Se queja al salir del espejo de agua congelado.

De él sale vapor, me siento con el brindándole el calor para que se recupere.

-Tenia razón. Murmura sin desprenderse.

-¿Quién?. Le pregunto.

-FRAN... Eres cálida. Me dice.

-Debes moverte ... No podemos quedarnos aquí. Le digo al darle de beber su licor y a la vez lo hago.

Camino abrazado a mi hasta llegar a su casa, lo lleve hasta su cuarto, nadie parecía notar que habíamos ingresado, mi temperatura aumento pero a la vez no me afectó al estar el helado, lo arrope acostada con él aferrado como un niño pequeño, al sentir que se durmió me incorpore para salír de ahí tratando de mantener mi respiración.

-Fay... No te vayas. Escucho que murmura con la voz cortada. Me giro y lo miro negando con la cabeza.

-Debes entrar en calor... No te destapes ... Debo irme. Le digo.

-Por favor . Me suplica suspiro pesado y vuelvo a recostarme y el se me aferra.

-Estas congelado... Debo buscar mantas. Le digo.

-Contigo basta... Solo dame un momento. Me pide con la voz temblorosa. Cuando siente que mi respiración se entrecorta murmura.

-Inhala ... Y exhala lento... Concentra el calor aquí. Me dice agarrándome la mano con sus manos heladas.

-Esto se puso raro. Le digo nerviosa.

-No le diré a nadie que fuiste amable. Me dice.

-Ja... Y no le diré a nadie que te vi como a un bebe aferrado a mi. Le digo.

-Es un trato. Me dice y puedo sentir que mis manos arden y él guía a su espalda recostandose por mi hombro y la otra entre sus manos.

-Ves que puedes. Murmura y veo que sus labios recuperan color y ya no están morados. Al sentir que se durmió lo cubro bien con sus mantas y me fui.

Me metí a mi cuarto por mi ventana, me saque la ropa húmeda que estaba prácticamente seca debido al calor que fluía de mi cuerpo y me acosté así muy agotada sin poder mover un músculo más dejando mi ventana abierta.

-QUE FRIO HACE AQUI. Escuché entre sueños y al abrir los ojos es Morena que se ve estaba agarrando algo de mis cosas como siempre.

-¿Qué quieres?. Le pregunto molesta.

-Si preguntan... Este consolador es tuyo. Me dice enseñando algo grande y negro que tenia en su mano.

"Así que no buscaba, sino que dejaba", pienso y me levanto molesta.

-NI LOCA. Le respondo.

-¿De dónde surgió lo valiente?. Me dice entre cerrando los ojos.

-A QUE SE DEBE TANTO GRITO DESDE TEMPRANO. Aparecen nuestros padres.

-MORENA ME QUIERE CULPAR QUE ESE CONSOLADOR ES MIO ... Y NO ES ASI. Les informo.

-Pero si es tuyo... Me pediste que te guarde el secreto... Y ahora así me lo pagas. Dice la tarada.

-ES FÁCIL DE SABER... QUIEN TIENE MAS DISPERSOS LOS PETALOS... A MI ME HACEN CHEQUEOS CONSTANTES... ES FACIL DE AFIRMAR... QUE TE HAGAN UNO. Le digo fastidiada.

-¡Mama!... Zapatea Morena.

-Bueno... No es nada malo... Al menos no se va a embarazar. La justifica la señora Luisa.

-CLARO COMO ES ELLA... PERO SI ERA YO... PEGABA EL GRITO AL CIELO Y ME ENVIABA A UN CONVENTO. Expreso enojada.

-Calmemos los ánimos... Fay vístete. Me dice mi padre al ver como estoy vestida con una culot y un corpiño que son de encaje fino en rosa.

-Perra... Te agregaste lolas. Me dice Morena.

-Ja...Ja... Muy graciosa. Le digo al saber que solo se me burla.

Salen todos de mi cuarto, refunfuñeo enojada tirandome en la cama.

-Fay... Hoy es tu turno. Me recuerda mi padre golpeando la puerta.

-Bien. Le respondo suspirando, tengo otra sesión de análisis molestos, seguro que mi padre habrá hablado a mi doctor. Pienso al alistarme.