¿Una extraña sensación de Déjà vu? ¿Un sentimiento de haber vivido todo eso por segunda vez?
Aquellas eran las constantes de la vida de Claire; sin embargo, debido a su salud un poco débil y el cansancio por su trabajo como policía, decidió ignorarlas.
No obstante, tras su divorcio y motivada por la difícil situación de su hijo recién nacido, quien necesita una donación de sangre para sobrevivir, la ahora detective privada se ve obligada a buscar al padre del niño, su exesposo. A pesar del dolor causado por sus múltiples infidelidades, ella deberá revelarle que tiene un hijo al que ni siquiera conoce.
Sin embargo, para llegar hasta él, deberá enfrentarse al infierno en el que se ha convertido la ciudad donde él vive, evitando ser víctima de las monstruosas criaturas que la habitan.
¿Podrá dejar de lado su resentimiento y ser lo suficientemente fuerte para salvar a su exesposo?
¿Por qué la extraña sensación de déjà vu no se va de su corazón?
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CAPÍTULO 2
La cadete, de nombre Claire, sonrió ante los elogios que estaba recibiendo de su superior. Su anhelo era poder ingresar al equipo S.W.A.T, por lo que desde muy joven había estado practicando para obtener todos los honores posibles de la academia.
—Leon, ven aquí —llamó Edwards, haciendo un gesto para que se uniera a ellos—¡Quiero presentarte a una de las mejores promociones de la academia!
De los 20 cadetes que componía dicha promoción, solo dos eran mujeres: la cadete que había liderado el ejercicio y su compañera Sara. La última miraba con asombro la belleza de Leon, con el corazón acelerado. Quería llamar la atención del hombre, por lo que intentó acomodarse un poco su cabello.
Sin embargo, cuando extendió su mano para saludarlo, este la dejó en el aire, ya que en realidad quería saludar a Claire. Provocando ciertas risas bajas de sus compañeros, que se divertían ante la humillación que había pasado.
Sonrió apretando la mano de ella con sus dos manos, pensando en lo sexy que se vería estando así de roja por el ejercicio, pero sin ropa alguna y bajo sus sabanas. Se notaba que era mucho más joven que él, por lo menos diez años de diferencia colocaba él.
Y si bien las relaciones entre subordinados y superiores estaban prohibidos, le daba igual aquella regla si podía tener aquella fruta tan diferente en su cama y probar así su sabor. La curiosidad comenzó a atormentarlo, deseaba comprender que era lo que ella provocaba en él.
—El placer es mío, cadete—respondió con una sonrisa—usted y su equipo hicieron un excelente trabajo, ¡felicitaciones!
—Gracias, señor. Es un esfuerzo de equipo—dijo.
Para alguien como Sara, que tuvo problemas con otras compañeras de otros escuadrones, era increíble ser rechazada por un hombre. La cadete respiró profundo, intentando contener su vergüenza, mientras observaba con celos a Claire.
—Es un placer conocerlo, teniente Williams—saludó con respeto.
Una vez entrelazó su mano con la de él, Leon sintió un corrientazo que le erizó un poco la piel. Si bien no encajaba en sus gustos, la dulzura y ternura evidente de la cadete, así como su forma de hablar tan respetuosa, le había llamado la atención.
Sara, intentando buscar la forma de acercarse a Leon, quien se mostraba cada vez más interesado en Claire, intentó ser su amiga; sin embargo, ya era muy tarde. Después de haberla enamorado y robarle su virginidad, Leon se volvió cada vez obsesivo con Claire.
El sexo con ella era distinto, lo llevaba a un nivel de pasión que ninguna de sus amigas eran capaces de hacer. Y si bien seguía frecuentándolas, adoraba seguir con Claire y tener esos dos tipos de pasión a su mano.
No obstante, temiendo perderla, en contra de cualquier regla, decidió hacerla su esposa. Al fin de cuentas era hijo del alcalde, por lo que podría manejar ciertos hilos para obtener lo que quería.
SEIS MESES DESPUÉS...
Sara se encontraba terminando de preparar un poco de cocoa caliente para aquella noche fría de invierno. En espera de su compañera, quien terminaba de arreglarse para salir con su novio.
"¡Ay, amiga, estoy tan feliz!"
"¡Jamás pensé que el capitán fuera tan romántico!"
"¿Te hubieras imaginado que alguien como yo sería su futura esposa?"
Eran las palabras constantes que Claire, quien también era su compañera en la academia de policía, le decía constantemente. La ira en su interior era casi incontenible, por lo que le costaba mantener una cara de felicidad ante ella.
No podía entender cómo alguien podía tener una vida tan perfecta, no solo pronta a graduarse con honores como oficial de policía, sino también tendría de esposo al hombre que encarnaba la perfección tanto física como económica y que ella siempre había deseado.
Suspirando con profundidad, terminó de triturar unas cuantas pastillas anticonceptivas y las echó en la taza que le daría a Claire.
No sabía que tan posible sería que aquello la dejara sin posibilidad de tener un hijo, pero mientras le impidiera llevar a término un embarazo, se las seguiría dando.
—Él será mío—susurró terminando de revolver la bebida—¿por qué me obligas a hacerlo, Claire?
Una vez lista la bebida, tomó dos tazas calientes y caminó hasta la habitación de su roommate, tocando la puerta con la punta de su pie. El ruido enseguida despertó a la chica de 20 años, quien se había quedado dormida después de salir del baño.
Claire, aun con su bata de baño, se despertó sobre exaltada. Sabía que había tenido una terrible pesadilla, tanto como para hacerle sentir sangre en su garganta; sin embargo, no podía recordar lo que era. Intentando calmarse un poco, suspiró para luego caminar hasta la puerta.
—¡Amiga!—sonrió Sara—¿Te quedaste dormida? ¿No ibas a salir hoy con el capitán?
—Sí, me quedé dormida. Tuve una pesadilla, gracias por despertarme—sonrió con gentileza—es que...los últimos exámenes antes de graduarnos estuvieron pesados.
—¡Ni que lo digas!—respondió extendiéndole la taza—¡Toma! ¡Hice cocoa!
Claire sintió una sensación de déjà vu bastante fuerte, tanto como para dejarla inquieta; sin embargo, era normal que su compañera cada cierto tiempo le diera un poco de lo que hacía, por lo que terminó aceptándolo.
Supuso que el chocolate le ayudaría a aliviar el mal trago que había tenido con aquella misteriosa pesadilla que no recordaba.
Tras eso, terminaría de arreglarse. Era el cumpleaños de su novio y quería ir lo más presentable posible, aunque no tuviera mucho que ponerse.
Ya que su padre no la aceptaba como nuera, debido a su bajo estatus social, no podía entrar a la mansión familiar y estar en la celebración oficial.
Sin embargo, esa misma tarde, habían quedado en tener una cena romántica en el departamento del codiciado hombre, así que estaba emocionada por su encuentro.
Con un vestido sencillo negro y su cabello suelto, salió de su departamento y bajó hasta el primer piso.
Espero que tengas el apoyo a futuro porque hiciste un excelente trabajo escribiendo 🌹 Sigue así /CoolGuy/y seguiré leyendo 🤞🏻/Smile/